miércoles, 2 de febrero de 2011

El camino de la autodestrucción


El fin de semana pasado fui a ver “Cisne negro” y quedé para adentro, qué película más buena, Natalie Portman, como siempre, seca, intensa, súper real. Ahora está de moda esa película, pero ni ahí con las modas yo, sinceramente creo que es un peliculón.

Fui con mi amiga P y estuvimos el resto del día comentando sobre los rollos de “Nina”, que era anoréxica, que era bipolar, paranoica, se auto infería heridas, derechamente estaba mal del mate, algo que seguramente venía de esa relación sofocante con su madre, que le cortaba las uñas, la desvestía, prácticamente la acostaba y la trataba como una niñita de 12 años. Atroz.

El tema es que me puse a pensar sobre esa tendencia autodestructiva que pareciera que todos llevamos dentro, unos más graves que otros. O sea, para mí un comportamiento autodestructivo no es sólo comer hasta reventar por ansiedad o vomitarlo todo para ser más flaco o lacerarse, sino que también es cuando sigues en una relación aún sabiendo que te hace daño, cuando reprimes sentimientos, cuando dejas que otro te manipule, cuando dejes que otro abuse de ti, cuando haces cosas que sabes que no te hacen bien y hasta cuando comes mucho helado sabiendo que te va a doler el estómago después o te pones unos zapatos que te hacen mierda los pies, pero que te hacen lucir tan alta y chic.

De hecho, siempre me cuestiono esto de “para ser bella hay que ver estrellas”, es como si ese fuera el lema de nosotras las mujeres, como si el dolor y la autodestrucción fueran imprescindibles en nuestro camino, sin ellos, no somos nada. Siento que si aceptamos que un zapato nos haga mierda los pies, nos deje con ampollas, con juanetes, y callosidades, sólo porque se ven bien, perfectamente podemos aplicar el mismo pensamiento para nuestras relaciones afectivas o hasta laborales…. Digo yo!

Yo también tengo tendencias autodestructivas relacionadas con mi miedo a estar sin pareja, a veces me siento capaz de arrimarme a cualquier árbol con tal de no estarlo, y aunque sé que eso no está bien y que me hace daño, no puedo evitarlo. Lo entiendo con mi mente, pero es mi corazón que a veces se hace el leso.

Ahora que lo pienso, conozco a harta gente con tendencias autodestructivas. Qué será…. Porqué nos costará a veces tanto admitir que tenemos todo para ser felices y que no tenemos que andar provocándonos daño. Es como si nos sintiéramos culpable de manera eterna…. Yo creo que todos llevamos una “Nina” dentro, lo importante es no dejarla suelta.

No hay comentarios: