martes, 28 de diciembre de 2010

Cuenta regresiva….


Si bien ahora estoy más tranquila que en la mañana aún tengo un nudo en mi garganta y el estómago apretado. Ya comenzó la cuenta regresiva y no precisamente para terminar el 2010, sino que para darle punto final a una era, a un tipo de vida antigua que ya no me acomoda, el fin concreto de una relación que me dio tantas alegrías como penas, el final de una relación importante, quizás la más importante, que me dejó grandes lecciones de aquello que se debe hacer y lo que jamás se debe hacer.

Se acerca el fin de la era “ardilla”, el fin de la era “chancho”, el fin de un tiempo de mucha necesidad emocional, de salvatajes mutuos, de pasar cuentas, de rabia contenida, de impotencia emocional y física.

El fin de hacerme cargo de él, el fin de sentirme poco deseada, el fin de un sueño y de una ilusión que se gestó hace 3 años y que fueron muriendo, agonizando de a poquitito producto del miedo, de la presión impuesta y autoimpuesta, de las historias no resueltas, las conversaciones pendientes, de la imposibilidad de un “nosotros” y por la realidad por debajo de la expectativa.

Pero también es el fin de la complicidad en medio del dolor, del reconocer en el otro todas las emociones del universo, del saber qué es lo que piensa el otro sin decir nada. Es el fin de las “maratones de películas” que jamás fueron maratones, porque siempre nos quedamos dormidos en la segunda, de las idas a nuestro pub regalón, de los gritos clásicos desde la cocina “¡¿Té o café?!”, de las tortillas domingueras con harta carne molida y palta, de los paseos con Marley (este último recuerdo me mató....), de las idas a Los Vilos, de los tacos del Mall, de los escasos, fugaces pero sinceros “te quiero, chancho”.

Es el fin de tantas cosas, pero (y trago saliva) es el comienzo de mi nueva vida, de esa más amena, más feliz, más alegre, más llevadera, de esa donde tengo las cosas más claras, donde vivo conciente de lo que me hace bien y mal, donde me rodeo de gente que me hace bien. Es el inicio de mi convivencia con P, es el comienzo de mi camino, MI camino, es el punto donde parto de cero, donde todo parte, donde el dolor comienza a transformarse en algo más bello, llamado reconciliación o resolución, donde se suelta la rabia, la misma que he llevado sujeta al corazón durante tantos años ya. Es el arribo al lugar donde confío y tomo riesgos, donde en vez de enojarme me da pena, donde perdono a los que me hicieron daño, incluso sin que me lo pidan. Es el punto de partida de mi real libertad.

Es un buen lugar al que me dirijo, pero pucha qué me duele dejar el pasado. Supongo que lo podré hacer, de a poco. Hoy, será un día importante, porque hoy llegaré a casa a limpiar y a ordenar, a preparar la casa para su partida. Lloraré, obvio, hoy estoy de luto, estoy de duelo seguramente por la primera vez en mi vida.

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