miércoles, 26 de octubre de 2011

Hacer lo que uno ama y amar lo que uno hace


Tengo unas ganas tremendas de escribir sobre algo relacionado a este tema, pero por el momento no puedo jajjaa, ya que me puede jugar en contra, pero prometo hacerlo a penas pueda ¡uf!

El título de esta entrada suena cliché. Lo sé, pero a pesar de la adversidad, de los momentos complicados y a pesar de patear la perra varias veces porque el periodismo en Chile (exceptuando aquél organizacional o de gobierno) es tan mal pagado, aún sigo amando mi profesión. Mi bella profesión.

Y amo aún más escribir sobre aquello que creo que soy buena y en lo que me siento un aporte: el mundo femenino. Siento un poco que la vida me llevó a esto. O sea, yo partí en espectáculo y farándula, una realidad bien maquillada que en verdad es entretenida verla como espectador, pero cuando te toca reportear “en serio” la última tontera de Luli, es más deprimente que simpático. Bueno habló por mí, sé que hay colegas que gozan con esto.

Pero cuando por casi causalidad y cosas del azar llegué hasta los temas femeninos, especialmente los relacionados con psicología, amor y sexo, me di cuenta que eso era lo mío. No sólo porque me gustaba y porque al final uno termina escribiendo sobre lo que nos pasa a la mayoría, sino porque sentía que era un aporte. Supongo que para mí es vital sentir que lo que hago, le puede ayudar a alguien. Y si una sola persona leía esa nota y la hacía pensar sobre el tema, bueno yo me sentía más que pagada.

Eso es lo que yo amo hacer. Escribir. Siempre digo “yo, escribo”. Y creo que haré esto hasta mis últimos minutos. Si no lo hiciera creo que me volvería loca. Por eso tengo un diario de vida (suena infantil, pero vaya que sirve desahogarse ahí), por eso tengo este blog y por eso, creo que por ahí tengo que seguir. Contra viento y marea, y aunque esa pega quizás no sea tan bien pagada como ser encargada de prensa de una súper hiper importante marca. Tal como dice la maestra Raquel Correa, hay que decidirse, o eres periodista o eres publicista. No se pueden ser las dos cosas. Cierto eso.

Creo que no he dejado de pasar más de 3 días sin escribir en mi diario. De hecho esta costumbre la partí a los 12 o 13 años, así es que imagínense cuántos cuadernos tengo. Nunca he botado ninguno. Los de mis años de soltera los tengo todos en la bodega en la casa de mis papás.

Quizás cuántos secretos guardan esos diarios. Qué nervio sería volver a leerlos. Porque a veces uno recuerda sólo ciertas cosas (generalmente las buenas) y olvida lo amargo. A veces uno simplemente no se acuerda bien cómo sucedieron las cosas. Y en esas páginas, algunas seguramente escritas con letra infantil, está lo que ha sido mi vida. Algún día, cuando tenga tiempo y creo que sea necesario, las releeré.

Y lo siento, pero un trabajo que implique tener que convertirse en robot, en ser un mero mensajero de una empresa súper hiper importante, como que no me mueve ni un pelo. En cambio una que implique escribir me entusiasma, es como que si se me alegrara el corazón.

Hay gente que no le pasa esto, que va donde está la plata y listo. Ahí se quedan 10 años. A veces quisiera ser como esas personas, me tinca que uno pasa menos apremios y hasta menos desilusiones. Pero… ¡no puedo! Jajajaja.

Bueno, así es que no me queda otra que seguir, seguir y seguir.

jueves, 20 de octubre de 2011

Me gustan (de aquí no sale)


Tus ojos cuando te sientes bien y se te ve feliz. Tus ojos así, iluminan cualquier lugar, por oscuro que esté. Me gusta cuando me cuentas entusiasmado sobre tus proyectos, cuando hablas sobre el futuro sin miedo, cuando haces planes, cuando sueñas.

Me gustan tus abrazos, tu piel contra la mía, tus besos tiernos y por supuesto los lujuriosos. Me gusta tu pasión, tu corazón y todo lo que me dices sin palabras…. Palabras, me encantan, pero no siempre son necesarias. Me gustan nuestros momentos, pequeños y grandes, importantes o distendidos.

Me gusta cuando me sorprendes justo cuando creo que será difícil sorpréndeme. Me gusta cuando me susurras al oído “te quiero”, cuando me haces cariño en la cabeza mientras me estoy quedando dormida. Me gusta cómo me miras.

Me gustan tantas cosas de ti y de nosotros. Pero, por ahora eso es todo lo que tengo que decir.

lunes, 17 de octubre de 2011

Crazy bitch


Hay minas bien locas dando vueltas en este mundo y quizás más cerca de lo que uno pudiese pensar. Yo, por lo general, tiendo a defender a mis pares e intento siempre encontrarles justificación a su comportamiento, aún cuando pareciera a primera vista, bien raro, pero en definitiva hay algunas que se pasaron jajajaja.

A esas las suelo llamar crazy bitch. Llámese a la mina que aún siendo evidentemente humillada, engañada, tratada como trapero humano u objeto, persiste en asechar al sujeto masculino de su obsesión de turno o lo que es más patético, busca y encuentra, cual detective privado, la forma de ubicar y contactar a la novia o cercanos del sujeto de su obsesión con el fin de amedrentar, burlar o gueviar.

Suena a “Atracción fatal” y la mina que cocina al conejo, pero para ser sincera a lo largo de mi vida he conocido a varias que felices cocinarían al conejo por atrapar o cazar al hombre que huye de ellas justamente porque están de patio.

Recuerdo a una que en el colegio me seguía durante los recreos cual “Samy” de “Jersey Shore” porque me quería sacar la cresta. ¿La razón? Tuve la "audacia" de bailar con su novio en una fiesta de colegio. Novio que dicho sea de paso jajaja, me dio hasta su teléfono, pero que perdí (en ese tiempo no habían celulares y los números se anotaban en un papelito roñoso). Me empujaba en los pasillos y prometía combos. Medía el doble que yo y parecía camión, pero la verdad es que nunca me asustó mucho. Pero estaba de patio.

Otro caso (no revelaré nombres para no herir sensibilidades) es el de una chiquilla que conocí ya de adulta y que se iba a parar afuera de la casa del sujeto para esperarlo (las malas lenguas incluso dicen que una vez le tiró piedras a su morada en un ataque de desesperación y que por ello, consta de una denuncia en carabineros por acoso).

Ella lloraba en la pega. Me daba pena así es que la acompañaba al baño para que nadie la viera así. Se emborrachaba en mala en fiesta que había y terminaba en lo que terminan todas las minas que les patina, que están tristes o despechadas o ambas dos y que se toman un par de copas de más: llamando al sujeto a altas horas de la madrugada para decirles cualquier estupidez.

En su defensa, sí debo aclarar que a él también le patinaba, porque a pesar de todo lo descrito anteriormente, él una vez recayó con ella. ¡Uf! También conocí a otra chiquilla que esperaba al sujeto en cuestión fuera de su casa, agazapada detrás de un arbusto sólo porque tenía ganas de putearlo. Mal.

El último caso del que he sabido es uno relacionado con alguien muy cercano. Una mina que fue su amiga con ventaja. Una gatúbela en la cama, pero que igual se fue para la casa porque él conoció a alguien con la cual sintió las ganas de tener algo más que sexo.

El rechazo y su clara indiferencia, la trastornó. Lo buscó hasta la saciedad, incluso en un momento loco, lo llamó a medianoche para decirle que lo estaba esperando en la plaza ubicada frente a su casa. Luego, no conforme con eso, se consiguió de algún modo, el teléfono de la nueva chica, y la llamó para gueviarla.

LOCA. Quedó la cagá, finalmente se aburrió la mina, pero como está de patio, reapareció hace sólo unas semanas por una red social, mandándole al sujeto en cuestión una invitación con otro nombre, pero mismos apellidos. ¿Coincidencias? No, más espeluznante, le hizo un FB a su perra (mascota. Ojo) y le mandó esa invitación….. Okeyyyyyyyyyyyyyyyyy… jajajajaja.

También está un caso aún más cercano a mí donde la esposa de un ex mío y madre de su hijo, me mandó una invitación de FB….. WTF!! Fue mi primera reacción y mi segunda fue rechazar la invitación. Crazy…. O sea, ¿qué cosa podríamos hablar o compartir nosotras dos? PD: Si estás leyendo esto mujer, hazte ver.

Ahora, en defensa de todas estas bitches debo decir que todas pasamos por alguna fase de loca de patio. No soy la excepción. Yo tuve la mía a los 14 años, cuando me rayé con el primer andante que tuve (nos dimos un par de besos y sería). Como vivía cerca mío, con una amiga, íbamos hasta su casa para ver si lo podíamos ver pasar. Creo que lo vimos alguna vez y nos moríamos de la risa, pero eso era todo, no es como si yo le dejara cartas de amenaza en su casa. Eso ya es de crazy bitch.

jueves, 13 de octubre de 2011

Las mil y una historias de Raquel Correa


Qué seca es Raquel Correa. Siempre la he admirado, desde que yo era una joven estudiante de periodismo. Después que me di cuenta que hacer entrevistas era una de las actividades periodísticas que más me gustaban, la admiré aún más. Porque hacer entrevistas es una arte y ella, sin duda, es una maestra.
Con 15 años en la ya desaparecida revista El Vea y casi 30 años de periodismo en El Mercurio (haciendo esas inolvidables entrevistas que aparecían los domingos), esta tremenda periodista acaba de sacar un libro bien titulado “Raquel Correa off the record” que fue escrito por Rodrigo Barría, otro periodista destacado, ex profesor mío de la U del ramo "Reportajes", si mal no recuerdo. Le gustaba rajar jaajaja, era exigente, pero de él aprendí la importancia de observarlo TODO en una entrevista, desde cómo habla el personaje, hasta cómo toma café.

En fin. La cosa es que me enteré de este libro cuando, la vi dando una entrevista en “Sin Dios ni Late”. Me quedé pegada, escuchando sus increíbles historias. Supongo que la que más me impactó fue cuando, luego de entrevistar a Corvalán, desde ese momento, éste decidió mandarle todas las navidades una tarjetita con poemas o canciones de autoría propia. Freak.

Cuando entrevistó al "Mamo" Contreras o cuando se coló a la mala a la casa del ese entonces Presidente Alessandri. Pero lo más admirable de esta mujer talentosa, es lo que hoy casi ningún periodista tiene (yo trato de ser consecuente lo que más puedo) y eso es lealtad a la verdad, al periodismo y NO AL ENTREVISTADO, PRODUCTO O EMPRESA.

Contó una anécdota relacionada con el Presidente Aylwin y la posterior molestia de su hija Mariana por una determinada pregunta publicada en una entrevista. “No cuidaste a mi papá”, le dijo Mariana, a lo que Raquel, fiel a la profesión, le contestó “es que yo no estoy para eso, yo no soy niñera de los entrevistados”. Seca, idola. Claramente se puso en la mala con los dos personajes. A cualquier periodista hoy le daría cagadera ponerse en mala con tamaños personajes, pero a ella le importó un bledo. Por eso es una ídola.

Hoy, tal como ella lo expuso, el periodismo se ha vuelto más bien publicitario, más comercial, cuida ciertos intereses. Algunos medios se resguardan de acuerdo al personaje y su color, de acuerdo a su influencia etc. Incluso en ámbitos más frívolos como la farándula, existen algunos personajes considerados “Vip” que tienen el descaro de pedirle a los periodistas que manden la entrevista antes de publicarla (para ver cómo quedará, como si uno trabajara para ellos). Los más patéticos incluso piden de antemano no hablar sobre ciertos temas, como condición para dar la entrevista. (Generalmente los temas de os que no quieren hablar son la razón por la cual uno quiere entrevistarlo).

Por otra parte, yo, he tenido jefas de todo tipo. Editoras que efectivamente me han dicho “ya, entonces no le preguntes de eso”, o incluso, se han asustado porque uno u otro personaje se las ha dado de choro o chora y ha llamado porque una nota o reportaje desarrollado por mí no fue de su total gusto. Ahí comprendí que hoy cualquiera puede ser editor, ni un brillo. Pero Raquel no. Es de las que no se amaina porque alguien le levanta la voz. Y eso es tan valorable y valiente a la vez. Por eso la encuentro súper seca.

Me acuerdo muy bien una vez que hice un reportaje sobre los concursos caninos de acá de Chile y le toqué la fibra a un tipo con “plata e influencia”. Habló con mi editora y me trató de “pendeja loca, mentirosa”. Ahí le quedó la educación. El “caballero” era del club súper top donde se inscriben a los perros de razas. Y yo sólo expuse (hasta con fotos) lo evidente… y era que esos concursos además de ser enfermos de siúticos son una forma de sutil de maltrato animal…. O sea… perros que se les alisaba el pelo con alisadores??? ¿perros con laca? Perros que misteriosamente estaban dormidos en medio del concurso (se sabe que muchos los drogan)…. Perros utilitarios.

Tremendo. Acá encontré el link del reportaje para que lo lean si es que quieren. http://www.terra.cl/zonamujer/index.cfm?id_reg=1257655&id_cat=2007

La cosa es que mi jefa de ese entonces, tiritó entera porque el tipo amenazó con demandarme. Cuando me enteré en vez de asustarme, una, me molesté por la actitud de ella súper cobarde (sólo la escuché disculparse) y dos, sentí que esa amenaza de demanda era como una estrellita para mí….. Me fui del tema central.. pucha qué es seca Raquel....Y...¡Quiero ese libro!

Actitud princesa


Hace años que vengo escuchando que gracias a los cuentos de hadas, de princesas, gracias a Disney y otros mentores, nosotras, las mujeres quedamos rayando la papa con el tema del príncipe azul que vendrá a rescatarnos arriba de un caballo blanco, con el cuento de que hay UN SOLO hombre destinado para nosotras (el único y verdadero amor, que un beso se soluciona tu vida, y otros mandamientos dudosos.

Sin duda, la mayoría de los cuentos infantiles e incluso los dibujos animados dirigidos a las niñitas (cómo olvidar las historias de la sufrida Candy) nos llenaron la cabeza de ideas bobas acerca del amor y de los hombres. Ideas que, para qué vamos a andar con cosas, nos asechan aún pasado los 30 años y, quizás por siempre.

Pero, el otro día una sicóloga en la tele dijo algo que me hizo mucho sentido y que me hizo sentir que quizás ver tanto cuento de hadas sí tuvo algo de bueno.

Ella habló de la “actitud princesa”, y de cómo ésta puede ser sumamente atractiva para un hombre, mucho más que el de mujer que está todo el tiempo tan disponible. Y no se refiere a disponible para la cama (esto es parecido a lo que expuse en la entrada “Ser fácil”), sino que disponible en el sentido de girar alrededor del prospecto masculino fuera y dentro de la cama.

Para ser más clara, una actitud princesa sería: “Sí, eres importante para mí, pero no lo eres todo, yo tengo otras cosas que atender y que también me importan”. Esta idea me hace reconfirmar que a los hombres (a la mayoría, no hay que generalizar) les APESTA las minas cuyo objetivo en la vida son ELLOS o él, para ser más específica. Vale decir, una mujer que no tenga vida social o vida laboral, o por último un hobby, una pasión, algo fuera de la relación, una mujer que se aburre como ostra si no está con él.

Suena simple, pero vaya que hay minas así. La mayoría de las veces son mujeres que tenían todo eso, pero que cuando entran a una relación, por alguna extraña razón, se olvidan de sí mismas y se entregan en un 100% a la pareja. Chao amistades, el trabajo sólo sirve para vivir, chao hobby, mejor ocupar ese tiempo con él.

La actitud princesa tiene que ver con la capacidad e inteligencia femenina de poner límites, es la capacidad de amar o querer, sin la necesidad de “desaparecer” como persona. Tiene que ver con vivir sin estar pendiente de si el otro te va a o no invitar a salir, te va o no a llamar. Tiene que ver con no poner todos los huevos en una sola canasta.

E insisto no tiene nada que ver con esto de entregar la florcita en la primera cita o no (o sea, bueno, seguramente hay hombres que reaccionan ante esto), pero tiene que ver más con una actitud de vida. Y los hombres la captan. O sea, si vas a acostarte con un tipo X, algo que se supone que es casual, y al día siguiente, andas llamándolo o escribiéndole mensajes en el FB…… todo mal. Esa es la actitud trapero.

La princesa, como princesa que es, no anda buscando a nadie porque ella es realeza y está muy ocupada (aunque no tenga nada qué hacer jajajaja).

Chiquillas, yo les digo, cuándo se adopta esta actitud agresiva, pero a la vez tierna y femenina, los hombres se transforman en la versión más parecida al del caballo blanco. Quizás no son igualitos al Anthony de Candy, pero le hacen empeño. En cambio si estás todo el rato tomando la iniciativa y olvidándote del principio básico (cuando un hombre no te busca es porque no quiere y punto) te vas a encontrar con puros sapos.

viernes, 7 de octubre de 2011

Ser pareja


Es, de acuerdo a mi experiencia, y el camino que me ha tocado recorrer, una de las cosas más difíciles que nos toca enfrentar en la vida. Supongo que todas las relaciones humanas son complejas en uno u otro sentido: familiares, laborales, sociales etc etc, pero las amorosas tienen este componente de intimidad y compromiso (o por lo menos deberían tener estos elementos) que hace que a veces las cosas sean aún más confusas y enredadas.

Es difícil encontrar una relación 100% sana, una relación donde todo o por lo menos la mayoría de las cosas, sean a la par… de ahí viene el término “pareja”, es decir un camino donde uno va de la mano con el otro y no encima del otro o más adelante o atrás del otro. Qué complicado conseguir esa ecuación.

Uno escucha testimonios de otros que están emparejados y te enteras de cada cosa también, supongo que hay una parte donde es un alivio saber que hay gente más cagadas que una y con más problemas en el amor. Infidelidades, desamor, indiferencia, rutina, agobio, miedos y un gran etcétera de problemáticas que generalmente (no siempre) terminan destruyendo una relación o alejando a sus protagonistas.

Pero ¿qué pasa cuándo no hay nada de eso y tan sólo cosas circunstanciales o conceptos errados de lo que es ser pareja, algunos miedos y temas personales no resueltos? Es curioso, pero soy una prueba viviente que cuando pasa esto, también una relación se funca. La diferencia de las otras causas mencionadas está en que algo en el corazón se mantiene vivo, y permanecen las ganas… ganas del otro, ganas de que funcione, ¿cómo? Ni idea, pero es como ¡tiene que haber una forma! Es como tener la sensación de que hay más…. De que es sólo el principio o el fin de un ciclo.

De una u otra forma, es complicado. Yo, sin duda, tengo un tema con la presión cuando me convierto en “mujer- polola” y al parecer también tiendo a buscar a hombres que también presionan y se auto presionan. Al final todo resulta en una gran olla de presión jajaajjaa. He allí un tema importante en el cual debo trabajar a full.

Y es heavy el sentir en este minuto que para poder hacer eso, lo primero que tengo que hacer es focalizarme “brígidamente” (me encanta esta palabra) en mí, en mis cosas, en lo que tengo que hacer, centrar mis fuerzas y energías en mi nuevo proyecto que llamo: "encontrar una pega decente, que me guste y quedarme ahí un buen rato", jajaja.

Por otra parte, estoy disfrutando en este momento de otras cosas también, que me hacen feliz. Supongo que en este minuto estoy en una relación intensa conmigo misma, imposible pretender otra cosa o esperar otra cosa en este momento. Y es curioso cómo eso, me tranquiliza tanto jajajajaa. Es como ¡uf! Y esto lo dice una persona adicta a estar en pareja jajaajja, así es que da para pensar. Tengo la sensación que ya vendrá el tiempo de volver a ser pareja, con energías y herramientas renovadas. Piano, piano...

martes, 4 de octubre de 2011

Ser fácil


Ayer Paris anduvo por estos lares, y estuvimos hablando sobre la vida y sobre esto de que hay minas a las que siempre les pasa que terminan sufriendo por pasteles que sólo las usan y no las quieren para una cosa más formal o estable.

Como Paris es París, su argumento es bien simple “hay mucha mujer gueona dando vueltas hoy” jajajaajaj. Según ella, si uno conoce a alguien y te acuestas rapidito, lo más probable es que el sujeto en cuestión termine queriéndote sólo para eso. Lo mismo si es una la que anda a la siga del sujeto, tomando la iniciativa siempre en todo sentido (pagar por las salidas, por el motel, etc etc etc).

Suena del Medioevo, cierto, y acá las feministas acérrimas me van a matar, pero creo que Paris no está TAN lejos de la realidad. O sea, no estoy de acuerdo con eso de tomar la iniciativa y de repente invitar a un hombre (a veces), eso es un poco extremo, pero es cierto que si entregamos la florcita muy rápido, la posibilidad de tener algo un poquito más estable con el tipo se aleja un poco. Hay excepciones, verdad, pero son contadas con los dedos de la mano (y me sobran dedos, ahora que lo pienso).

No sé si en todas partes del mundo será así, pero pasa harto con el espécimen masculino chileno, que sigue siendo cavernícola en muchos sentidos y machista. Han evolucionado los pobres, no puedo ser tan injusta, pero, en cosas de sexo y amor, siguen pensando parecido a mi tatara abuelo.

Ahora, en mis 31 años nunca, pero nunca me ha pasado (toco madera) que me he enganchado con un tipo que me quiere para la pura cama o para el gueveo. No sé lo que es sentir que la persona que uno quiere o ama, no te toma muy en serio. Pero puedo imaginar que debe ser bien terrible para la autoestima.

Incluso en la época en que yo buscaba a hombres sólo para la cama, aún aclarándole que sólo nos juntábamos para eso, uno que otro, terminó medio confundido. A veces he pensado que tiene que ver con una actitud mía o porque tengo cara de niña buena y no de guarra jajajaja, no lo tengo muy claro. Incluso recuerdo haber sentido rabia porque los tipos con los que me encontraban siempre tendían a quererme y no verme desde una óptica 100% sexual.

En cuanto a mis parejas, ellos, aún partiendo quizás como amigos con ventaja o como amantes, han terminado queriéndome y pensando en la casita con reja blanca. Me pasó con mi anterior ex, me pasó con mi más reciente ex jajajajja. Así es que se podría hablar de una tendencia.

¿Por qué? Bueno, dudo que sólo sea la cara de niña buena, porque aclaro aquí mismo que con ningunos de los dos guardé mucho la florcita tampoco, e hice todas las posturas sexuales que se nos dio la gana, así es que al parecer tampoco eso es tan exacto…. Yo creo, que está más relacionado a la actitud. Yo tiendo a ser tremendamente orgullosa, es una cosa de carácter y no de estrategia. Yo tiendo a no andar “buscando” al sujeto en cuestión. Onda, si no llamó, no llamó no más. Si no me buscó…. Bueno… por algo será. No soy de las que se acuesta y al otro día anda persiguiendo al espécimen. Y tiendo también a partir una relación más esquiva que enamorada loca. ¿Será eso?

Otra cosa es cuando ya estoy involucrada en una relación y comprometida. Ahí eso de si no me llamó, yo no lo llamo, no funciona. Es ridículo, pero cuando parto algo, primero me gusta ver dónde estoy pisando antes de entregarme por completo.

También hay otra tendencia en mi vida amorosa. Siempre ha pasado que es la otra persona la que toma la iniciativa para “indagar” en algo más. Quizás soy insegura en ese sentido y por eso necesito primero saber que le gusto al sujeto para pensar en alguna posibilidad. Nunca me ha pasado tampoco que me ha gustado alguien, siendo yo la que ha tomado la iniciativa para decírselo. A mí me conquistan y yo, como damisela en problemas, jajaaja reacciono ante eso no más.

Pero insisto esto es por mi carácter, más que por estrategia. Aunque estoy segura que si una lo ocupara como plan para conquistar a un hombre, da buenos resultados.
Y los hombres, nos guste o no, siguen haciendo este sexista listado de “mujeres para amar” y “mujeres para tirar”. He conversado con hombres buenos que me han dicho tajantemente que tal o cual mujer, si bien rinde bien en la cama, ni locos, pensarían en ella como otra cosa. He escuchado cosas insólitas como “sí, es buena mujer, pero no confío en ella”, aún cuando han hecho todas las posturas kamasutra.

Y pasa mucho, la mayoría de las veces, que estas mujeres que cumplen esta función en la vida de ellos, termina embalándose y jurando que llegarán al corazón de este hombre esquivo a través de un buen orgasmo o revolcón. Y la cosa al parecer, no funciona así. Como que uno llega al corazón del otro, no sólo así, sino que con otros aditivos, que están relacionadas, creo, más bien con el respeto, con el mostrarte más que un pedazo de buena carne que está dispuesta a hacer de todo en la cama.

Mi relación con M partió cuando él me dijo que yo le gustaba. Después de decirle que no jajaaaja tajantemente, le di una vuelta al tema y deduje que en realidad, como estaba falta de actividad sexual, él podía ser una buena opción, mejor que con un tipo que no conocía (éramos amigos de antes). Y yo le propuse cuál contrato, que navegáramos por esas aguas, aclarando desde un principio que yo ni él estábamos para algo más.

¿Quién hubiese pensado que algo así hubiese terminado en pololeo? Nadie. Y creo que si no hubiera habido un cariño de antes, si no nos hubiésemos conocido de antes, quizás habría quedado en eso no más. ¡Creo! También tuvo que ver por una cosa de actitud, o sea, al principio nos habremos juntado para eso, pero yo tampoco tomé el rol de tapete jajajaja. Pero tengo la sensación que incluso en ese momento lo que hubo no fue sólo sexo, nunca fue sólo sexo.

Con mi anterior ex, también pasó algo similar. Partimos siendo amantes. Yo casada y él como el patas negras. ¿Quién habría pensado que eso hubiese terminado en una relación de pareja de 3 años? Nadie. Ahí fue distinto porque no fuimos amigos antes ni nada similar. Pero él me dobló la mano a mi primera intención, cuando nos juntamos la primera vez y en vez de ir a tener sexo, me invitó a tomar juguito y a andar en teleférico. Luego fuimos a la casa de Neruda y me invitó a almorzar. Eso fue más una cita que una junta de amantes. Eso más su “eres más que una calentura para mí”.

lunes, 3 de octubre de 2011

Winter


El fin semana pasado fui a ver “Winter”, una película basada en la historia real de un delfín que fue rescatado. El pobrecito se había enredado en una especie de jaula de caza. Como quedó bien herido, finalmente debieron amputarle su colita, haciendo imposible pensar que Winter volvería a nadar.

Sin embargo, este delfín encontró motivación para seguir en el amor de un niño. Cuento a pesar de ello, si seguía nadando con su colita cortada igual podía morir. Después de varios intentos infructuosos, finalmente lograrlo crearle una prótesis. Hasta hoy ese delfín vive y es visitado por miles de niños lisiados y discapacitados, como fuente de inspiración.

Bella historia y me puse a pensar si a mí o a muchos nos hemos quedado sin nuestra colita, convenciéndonos que somos incapaces de nadar. Me pongo a pensar en todos esos casos increíbles de superación humana, donde nadie daba un peso quizás por la persona, pero que gracias a su fuerza y convicción pudo salir adelante contra todo pronóstico. Uno de ellos es Nik Vujicic, su historia es realmente increíble y últimamente he estado revisándola, inspiradora.

Supongo que al final la peor discapacidad es aquella que viene del corazón y del alma, no la física, esa se soluciona, pero cuando nos sentimos incapaces por faltarnos fuerzas internas, es cuando realmente nos convertimos en lisiados. Y yo le digo al mundo hoy, que NO soy lisiada. Y voy a salir a flote. Tengo todas las ganas y tengo la sensación que todo ha pasado por algo, lo bueno, lo malo, lo feliz y lo triste.

El otro día estuve a punto de decir que este 2011 no ha sido muy bueno, pero la verdad es que pasaría de malagradecida si concluyo eso. Partió bien en verdad, y fueron hartos los meses buenos. Digamos que ha sido un año movido, lleno de cambios, montañas que escalar, pero aún así soy feliz. Ese este el sentimiento del que me tengo que aferrar.

En estos días he seguido pensando mucho. Recuperando mi energía y fe. También han pasado cosas relacionadas al corazón que me ponen contenta. Y no, no he vuelto, por si alguno se lo pregunta. Es el momento de estar sin pareja, es el momento de darle prioridad a otras cosas, porque sin estas otras prioridades no hay posibilidad de nada con nadie, es así no más, me guste o no me guste nada, y ya lo acepté.
El otro día tuve un sueño revelador, aunque aún no lo descifro del todo. Soñé que leía en alguna parte (revista, hoja no lo tengo claro) un párrafo final que decía la siguiente frase que me quedó grabada: “En cosas del corazón, no hay nada escrito”. Debe ser un soplo de mi intuición. Bella frase que la llevo como lema de vida.