martes, 4 de octubre de 2011

Ser fácil


Ayer Paris anduvo por estos lares, y estuvimos hablando sobre la vida y sobre esto de que hay minas a las que siempre les pasa que terminan sufriendo por pasteles que sólo las usan y no las quieren para una cosa más formal o estable.

Como Paris es París, su argumento es bien simple “hay mucha mujer gueona dando vueltas hoy” jajajaajaj. Según ella, si uno conoce a alguien y te acuestas rapidito, lo más probable es que el sujeto en cuestión termine queriéndote sólo para eso. Lo mismo si es una la que anda a la siga del sujeto, tomando la iniciativa siempre en todo sentido (pagar por las salidas, por el motel, etc etc etc).

Suena del Medioevo, cierto, y acá las feministas acérrimas me van a matar, pero creo que Paris no está TAN lejos de la realidad. O sea, no estoy de acuerdo con eso de tomar la iniciativa y de repente invitar a un hombre (a veces), eso es un poco extremo, pero es cierto que si entregamos la florcita muy rápido, la posibilidad de tener algo un poquito más estable con el tipo se aleja un poco. Hay excepciones, verdad, pero son contadas con los dedos de la mano (y me sobran dedos, ahora que lo pienso).

No sé si en todas partes del mundo será así, pero pasa harto con el espécimen masculino chileno, que sigue siendo cavernícola en muchos sentidos y machista. Han evolucionado los pobres, no puedo ser tan injusta, pero, en cosas de sexo y amor, siguen pensando parecido a mi tatara abuelo.

Ahora, en mis 31 años nunca, pero nunca me ha pasado (toco madera) que me he enganchado con un tipo que me quiere para la pura cama o para el gueveo. No sé lo que es sentir que la persona que uno quiere o ama, no te toma muy en serio. Pero puedo imaginar que debe ser bien terrible para la autoestima.

Incluso en la época en que yo buscaba a hombres sólo para la cama, aún aclarándole que sólo nos juntábamos para eso, uno que otro, terminó medio confundido. A veces he pensado que tiene que ver con una actitud mía o porque tengo cara de niña buena y no de guarra jajajaja, no lo tengo muy claro. Incluso recuerdo haber sentido rabia porque los tipos con los que me encontraban siempre tendían a quererme y no verme desde una óptica 100% sexual.

En cuanto a mis parejas, ellos, aún partiendo quizás como amigos con ventaja o como amantes, han terminado queriéndome y pensando en la casita con reja blanca. Me pasó con mi anterior ex, me pasó con mi más reciente ex jajajajja. Así es que se podría hablar de una tendencia.

¿Por qué? Bueno, dudo que sólo sea la cara de niña buena, porque aclaro aquí mismo que con ningunos de los dos guardé mucho la florcita tampoco, e hice todas las posturas sexuales que se nos dio la gana, así es que al parecer tampoco eso es tan exacto…. Yo creo, que está más relacionado a la actitud. Yo tiendo a ser tremendamente orgullosa, es una cosa de carácter y no de estrategia. Yo tiendo a no andar “buscando” al sujeto en cuestión. Onda, si no llamó, no llamó no más. Si no me buscó…. Bueno… por algo será. No soy de las que se acuesta y al otro día anda persiguiendo al espécimen. Y tiendo también a partir una relación más esquiva que enamorada loca. ¿Será eso?

Otra cosa es cuando ya estoy involucrada en una relación y comprometida. Ahí eso de si no me llamó, yo no lo llamo, no funciona. Es ridículo, pero cuando parto algo, primero me gusta ver dónde estoy pisando antes de entregarme por completo.

También hay otra tendencia en mi vida amorosa. Siempre ha pasado que es la otra persona la que toma la iniciativa para “indagar” en algo más. Quizás soy insegura en ese sentido y por eso necesito primero saber que le gusto al sujeto para pensar en alguna posibilidad. Nunca me ha pasado tampoco que me ha gustado alguien, siendo yo la que ha tomado la iniciativa para decírselo. A mí me conquistan y yo, como damisela en problemas, jajaaja reacciono ante eso no más.

Pero insisto esto es por mi carácter, más que por estrategia. Aunque estoy segura que si una lo ocupara como plan para conquistar a un hombre, da buenos resultados.
Y los hombres, nos guste o no, siguen haciendo este sexista listado de “mujeres para amar” y “mujeres para tirar”. He conversado con hombres buenos que me han dicho tajantemente que tal o cual mujer, si bien rinde bien en la cama, ni locos, pensarían en ella como otra cosa. He escuchado cosas insólitas como “sí, es buena mujer, pero no confío en ella”, aún cuando han hecho todas las posturas kamasutra.

Y pasa mucho, la mayoría de las veces, que estas mujeres que cumplen esta función en la vida de ellos, termina embalándose y jurando que llegarán al corazón de este hombre esquivo a través de un buen orgasmo o revolcón. Y la cosa al parecer, no funciona así. Como que uno llega al corazón del otro, no sólo así, sino que con otros aditivos, que están relacionadas, creo, más bien con el respeto, con el mostrarte más que un pedazo de buena carne que está dispuesta a hacer de todo en la cama.

Mi relación con M partió cuando él me dijo que yo le gustaba. Después de decirle que no jajaaaja tajantemente, le di una vuelta al tema y deduje que en realidad, como estaba falta de actividad sexual, él podía ser una buena opción, mejor que con un tipo que no conocía (éramos amigos de antes). Y yo le propuse cuál contrato, que navegáramos por esas aguas, aclarando desde un principio que yo ni él estábamos para algo más.

¿Quién hubiese pensado que algo así hubiese terminado en pololeo? Nadie. Y creo que si no hubiera habido un cariño de antes, si no nos hubiésemos conocido de antes, quizás habría quedado en eso no más. ¡Creo! También tuvo que ver por una cosa de actitud, o sea, al principio nos habremos juntado para eso, pero yo tampoco tomé el rol de tapete jajajaja. Pero tengo la sensación que incluso en ese momento lo que hubo no fue sólo sexo, nunca fue sólo sexo.

Con mi anterior ex, también pasó algo similar. Partimos siendo amantes. Yo casada y él como el patas negras. ¿Quién habría pensado que eso hubiese terminado en una relación de pareja de 3 años? Nadie. Ahí fue distinto porque no fuimos amigos antes ni nada similar. Pero él me dobló la mano a mi primera intención, cuando nos juntamos la primera vez y en vez de ir a tener sexo, me invitó a tomar juguito y a andar en teleférico. Luego fuimos a la casa de Neruda y me invitó a almorzar. Eso fue más una cita que una junta de amantes. Eso más su “eres más que una calentura para mí”.

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