viernes, 4 de febrero de 2011

Un año atrás...


Hoy acostada en el pasto, mientras me fumaba un cigarro, me empecé a acordar en qué estaba hace exactamente un año atrás. Y me dio una risa, porque jamás, pero es que jamás, me habría imaginado el año pasado que yo estaría 365 días después recostada en el Parque Araucano, trabajando en una revista, con mi relación de años terminada y más encima pensando románticamente en mi amigo M.

O sea, me lo hubieras dicho el año pasado y yo me habría reído hasta morir. ¡Imposible!! Habría dicho, y bueno, estamos ya claras que casi nada es imposible.

El año pasado llevaba casi dos años trabajando en el sitio de Internet, pateando la perra porque la gente era tóxica, porque el pago era malo, porque trabajaba como yegua, los horarios eran una mierda y porque tenía que trabajar a veces los fines de semana. Estaba envuelta y revuelta con mi relación amorosa de 3 años, con sus altos, pero más bajos, hastiada que las cosas no resultaran para nosotros en la cama ni en ninguna otra parte, pero aún dispuesta a agotar hasta la última posibilidad, aferrada con mis uñas a la última posibilidad.

También estaba con mi sueño de irme de Santiago a Los Vilos a poner mi tiendita de ropa, para salir del hoyo tóxico en que estaba…. No quería más periodismo, no quería más Santiago, no quería más nada.

Pero eso último no me resultó.Mirando para atrás me doy cuenta que realmente mi sueño de los Vilos era más bien un huida, una escapada a mis problemas y la vida se encargó de ponerme en mi lugar y de obligarme a resolverlos. Y así como me cerró esa puerta, me abrió esta otra.


Nunca pensé que casi por el destino llegaría a la revista donde actualmente trabajo y hago un reemplazo. Ha sido mi salvación monetaria, pero también laboral, acá he entendido que no todas las pegas son una mierda, que puedo trabajar en una oficina con horario sin morir de aburrimiento, que puedo querer establecerme en un lugar, que puedo ser nice con otros en la pega, que puedo ser libre a pesar de tener un jefe.


Por otro lado, es que si yo me hubiese ido de Santiago, quizás, sólo quizás, jamás hubiese terminado con J, porque el modo de vida que íbamos a tener (él acá en Santiago en la semana y los fines de semana conmigo) permitía un espacio soportable y tolerable. Habría sido quizás hasta cómodo. Pero no pasó y terminamos, yo di por finalizada nuestra relación, ya desgastada, ya difusa y confusa.

De haberme ido tampoco me habría reencontrado con M, no nos hubiésemos vuelto a ver (supongo) y bajo ningún contexto habríamos tenido nada. Yo no estaría acá escribiendo esto, ni nada!! Incluso, hace un año, yo vivía sola, hoy, en cambio, vivo con mi mejor amiga.

Así cambia la vida de un año a otro. Así cambia la vida de un segundo a otro. De hecho, ahora siempre digo esto: una semana, una vida. Últimamente mi existencia es agitada y pasa algo distinto todos los días. Igual me gusta así, y ha sido así desde el día en que me fui de mi pega anterior, desde que comencé a tomar el control de mi vida. Es como lo dije alguna vez, como si todas las piezas se estuvieran moviendo y encajando de a poco…. Ay! Vaya una a saber en qué estaré en un año exacto o qué irá a suceder de aquí a un par de meses o de aquí al lunes!!! (y no es talla).

No hay comentarios: