jueves, 6 de enero de 2011
Divagaciones en la micro
Anoche con mi amiga J, inauguré oficialmente mi estado solteril 2011 con un conversado happy tour que por lo menos ayer me ayudó a sacudirme por un rato de algunas ideas y angustias nefastas que no me aportan.
Es curioso, pero de a poquitito esa sensación rara de vacío y presión en mi garganta ha ido disminuyendo, o sea, no se ha ido del todo, pero por lo menos ahora respiro más tranquila. Sigo fumando como china, sí, pero decidí que mis inyecciones diarias de nicotina deben ir también disminuyendo.
Sobre M, no tengo noticias que dar, salvo que ayer no hablamos, no apareció y yo tampoco lo busqué a través de ninguna plataforma tecnológica. De hecho, determiné que en la eventualidad que su desaparición se prolongara por mucho más tiempo o por siempre, (sería LO freak, pero no me cierro a ninguna posibilidad) mi postura seguiría siendo la misma: distancia.
En la micro camino a la pega me vine pensando en eso, en realidad me pregunté si estaba enojada o algo así y me di cuenta que en verdad, no lo estoy, ni siquiera un poquito molesta, lo que sí algo preocupada por él. Porque es raro, pero sé que yo le importo y le gusto y todo eso, sólo que su cabecita no lo deja pensar con claridad, pero eso ya es rollo suyo, yo paso.
Por lo que no me quedaría más que decir y hacer lo mismo que “Liz” en la película “Comer, rezar, amar” (notable película): “Cada vez que pienses en mí, envíame amor, enciende una luz y déjame ir”. Qué linda frase y qué lindo dejar ir algo que en verdad fue bonito mientras duró.
¿Y si aparece? …. Pienso de corazón que tenemos una conversación pendiente sobre esto y sobre los límites, pienso que debiésemos delimitarnos a un contexto y no salir de ahí, por lo pronto, auque sea tentador.
Pienso que no debiésemos hablar más de supuestos ni de ilusiones, ni del futuro, ni hacernos promesas que quizás ninguno de los dos pueda cumplir, por más ganas que hayan. Pienso que no debiésemos hacer planes, ni construir pequeños rituales o costumbres.
Pienso que no debemos auto engañarnos, pienso que no debemos jugar a la pareja para sentir alivio. Y descubrí que eso no tiene nada de malo, el problema es que no sé si él pueda, el problema también es que no sé si eso sea lo mejor para mí ahora o si eso es lo que me interesa en verdad.
Y seguí con mis divagaciones en la micro y hasta pensé que lo que pasó con él fue reparador y sanador para mí, que en este corto tiempo pude enmendar varios aspectos relacionados con mi sexualidad que estaban todos revueltos. Si sigue o no sigue, eso ya no es lo importante.
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