domingo, 31 de octubre de 2010

Comer, rezar, amar


Hace algunas semanas que se estrenó esta película, pero no había podido verla hasta ayer. Quería verla porque la trama – la de una mujer en busca de su felicidad y su destino – me pareció interesante.

Y vaya, claro que tenía que ir a verla, porque hay increíbles similitudes de que lo que vive “Liz”, (Julia Roberts) con los sucesos que he protagonizado este año.

Porque si bien, a diferencia de Liz, no tengo plata para viajar a Italia y a Bali y tampoco me he visto atraída por alguna gurú India ni he logrado dejar mi mente en blanco, sí durante estos seis meses de alejamiento del mundo laboral me ha permitido escucharme y entender cosas que jamás, pero JAMÁS, habría comprendido si es que hubiese tenido que atender, entre muchas otras cosas, el horario de oficina.

Hay cosas que amé de la película y que me hicieron tanto sentido. Por ejemplo cuando Liz viaja a Roma, los italianos le enseñan lo que ellos denominan “Dolce fare niente” que en castellano es igual a “el placer de no hacer nada”. No he conocido, hasta ahora, ninguna mujer, que me haya dicho que lo pasó chancho durante el tiempo que tuvo que quedarse en casa por cesantía, por pre y post natal o por lo que sea, todas me dicen siempre que se aburren y que no hayan la hora de volver a trabajar.

Yo, en cambio, en estos meses de cesantía impuesta y posterior trabajo freelance, lo he pasado increíble. No me aburro prácticamente nunca. Siempre se me ocurre algo que hacer como ir a algún lugar que no conocía, caminar, disfrutar a mi Marley a concho, ver alguna película buena, comer rico, encontrarme con alguna amiga o amigo, escribir…. Hay tantas cosas por hacer que son incluso más importantes que encerrarse en una oficina y ser productiva. Durante estos meses he podido verme, escucharme y escuchar a otros, como nunca, porque para ser sincera, cuando se trabaja, uno tiende a cerrarse en ese mundo y no ver más allá. Me siento afortunada de poder hacerlo y no, como una floja o desdichada que no tiene la pega del año.

Otra parte de la película que me pareció notable es una escena en que aparece “Liz” junto a una amiga sueca que le confiesa sentirse culpable de degustar tanto comida sabrosa, ya que sus pantalones ya no le cruzan. Ella le dice que si bien no pretende convertirse en obesa mórbida, eso tiene una solución, comprarse una talla de pantalones más grandes y ¡ya!

Hay otra gran lección del filme y que tiene que ver con perdonarse, siempre somos tan culposas. El personaje sentía culpa por haberse divorciado, por haberle roto el corazón a su marido. Y yo, también me sentí una mala mujer por lo mismo durante mucho tiempo. “Si me amas, sigue amándome, si me extrañas, sigue extrañándome. Cada vez que pienses en mí, envíame a amor, enciende una luz, y déjame ir”. Es el consejo que va para quienes nos aman sin que les correspondamos o a quienes amamos sin que nos correspondan.

De acuerdo a la cinta, y también a la espiritualidad hindú debemos ver a todos como maestros, incluso quienes no nos parecen tan buenas personas, todos tienen algo que aportarnos, y podemos aprender de ellos.

Por último y creo que fue lo que más me hizo sentido, es el miedo que a veces no da volver a amar después que nos han roto el corazón. “La única cura para esto es volver a amar”. En la cinta se dice que quien tiene un corazón roto, es alguien que se arriesgó……

A ratos me da pánico volver a amar, me da pánico entregar mi corazón para que después alguien venga y me hiera. Pero, pensándolo mejor, prefiero mil veces que eso suceda antes de convertirme en alguien que no siente o en alguien que huye constantemente, creo que eso te hace perder oportunidades para aprender y para seguir creciendo.

Y por último, pero no menos importante, es una frase maravillosa que dice “perder el equilibrio por amor es parte de tener una vida equilibrada”. Hoy me siento en paz y me da miedo perder eso si es que llegase a enamorarme de nuevo, incluso me da miedo perderme nuevamente debido a un trabajo estable con horario y sus exigencias, pero eso es parte de la vida y no puedo huir por siempre, la clave está en saber enfrentarlo.

En lo personal volvería a renunciar a mi trabajo estable mil y una veces. Volvería a recorrer el mismo camino mil y una veces. Tal como dice la película, muchas veces preferimos la seguridad de la infelicidad, antes que las transformaciones y los cambios… dan miedo. Pero nada dura para siempre….. Nada, por lo que debemos prepararnos para los cambios. Y en eso estoy.

Si fuera mi película mis mandamientos serían: comer, rezar, perdonar, amar....

4 comentarios:

RED dijo...

Adoro esta película. Creo que nunca vi alguna que enseñe tanto o más que ésta. ¡Es increíble!

alos30 dijo...

¿Cierto que sí? es muyyy buena esta peli.

Anónimo dijo...

Ayer vi esta película por segunda vez, realmente ando pasando por una situación similar a la película o a lo que tu viviste de las culpas, esto lo detecté hace un tiempo pero, es apenas ahora que tengo el valor o llegó el momento de reconstruir y finalmente dejar de ser quien está en mi y siento que no soy. La película me hizo recordar como me sentí hace unos 4 años que estuve unos meses sola, me podía comer el mundo, disfrutaba totalmente de mi estructura superpoderosa, irradiaba una luz profundamente penetrable a cualquier corazón y recordé cuanto se necesita de la soledad para ubicarse con cuatro pies y un corazón (Es cierto eso q dice "desde los 15 siempre he estado con alguien" igual nos pasa a nosotras con facilidad, siempre pensamos en estar acompañadas y primero debemos sentirnos bien con nuestra propia compañia). La película, este blog y algunas otras cosas que han llegado a mi en los ultimos días solo me dan razones para fortalecer mi decisión de cambiar y dejar a un lado la vida conformista y facilista ("la seguridad de la infelicidad") por miedo a la transformación. DC.

Alos30 dijo...

Pucha, me alegro que este blog te aporte en algo en tu proceso. Es un honor y lo digo con mucha humildad. Y es cierto eso que nosotras las mujeres tenemos la costumbre de imaginarnos siempre el mundo y la felicidad en pareja, jamás solas....
Saludos y gracias por pasar :)