jueves, 7 de octubre de 2010

El tiempo pasa…. Y no en vano, dicen


Ayer por la tarde estuve sintonizando “10 años menos”, uno de mis programas fetiches que dan por Discovery Home and Health. Para los que nunca lo han visto, el fin es hacer que una mujer o un hombre – que de entrada luce vieja (o), se viste pésimo y tiene más arrugas que pata de elefante – luzca 10 años más joven de lo que en realidad se ve. Usualmente la edad en que queda es la edad que realmente tiene.

En fin. Me divertí con un episodio especial de una mujer que iba a ir al reencuentro con sus ex compañeras de colegio a quienes no veía hacía 20 años, por lo que quería lucir increíble y, por supuesto, joven. El programa lo logra con maestría: un buen maquillaje, un notable peinado y unas buenas pilchas y ¡listo!

Y me puse a pensar. ¿Cómo me encontrarían mis ex compañeras de aula? Uf! Ya no mantengo contacto con ninguna, mal que mal salí del colegio hace…. Dios, 12 años, qué cruel son los números a veces.

Así es que me puse a indagar. Primero busqué el anuario de cuando salí del colegio, ahí por el año 1998. Me vi y claro, ahí tengo mucha más cara de pendeja y mi cabello es negro, y largo…. Pero tampoco es como para decir ahora ¡Dios, qué me ha pasado! Supongo que la gente me seguiría reconociendo… siempre he sido tan positiva.

De ahí se me ocurrió la genial idea de buscar a mis ex compañeritas por Facebook. Ojo, yo no tengo Facebook, porque sé que soy muy tentada y curiosa y probablemente estaría pegada viendo la vida de mis ex amores, amantes etcétera, así es que lo he evitado con éxito hasta el momento.

Pero aún así, Face… te permite buscar a la gente y ver por lo menos su foto de perfil. Bueno, buscando con anuario y dos apellidos en mano, me encontré con varias ex compañeras. Vaya… hay algunas que, no es por ser mala,, pero como que les pasó un tractor encima. Otras podrían ser perfectamente mis madres o por lo menos mis hermanas mayores y otras ¡se hicieron de nuevo! Por lo que podrían para por mis hijas.

Hay una en particular que me dejó para adentro, era una mezcla rara entre las pechugas de Luciana Salazar y la boca de la Presidenta de Argentina, Miss Botox, de hecho me dio un poco de susto.

Pero también estaban las que se veían prácticamente iguales, o sea, un par de kilitos más quizás, pero hasta tenían el mismo peinado y cara de niñita salida de colegio de monja, ojo, dije sólo la cara.

Obvio que busqué también a las más populares o que se creían bakán en esos tiempos. Muchas de ellas hoy tienen hijos, otras las pilló la comida chatarra y sólo un par mantiene esa pose de “hey, yo soy popular”.

Me dio risa igual, un poco maldadosa, pero risa al fin y al cabo. También me percaté de otro fenómeno, que las más feas de cara o no tenían foto en su perfil, o tenían pero así como un perrito o una flor, “mejor”, pensé yo también.

Estoy segura que si yo tuviera Facebook más de alguna se habría reído de mi actual apariencia onda “ayyy de a dónde colorina, mira, está mucho más gorda”, etcétera, pero eso me da igual, además que no tengo Face, así es que van a tener que seguir imaginándose cómo estoy.

Ah, y obvio que rastreé a viejos amores, pero para mi mala suerte, o no me acordaba del segundo apellido – quizás nunca lo supe – o tampoco tenían Facebook o lo que es peor, no me acordaba ni siquiera del nombre jajajajaja.

Sí encontré a un par, uno estaba de papito corazón y el otro, aparecía en un bar con dos minas al lado, así de extremos han sido siempre mis gustos. ¡Amén!

No hay comentarios: