martes, 5 de octubre de 2010

Hombres Freaky: ¡atrás!


Advertencia: estos hombres aún anda sueltos por las calles, por lo que cualquier semejanza con la realidad debe ser tomada muy en serio. ¡HUYAN!

Inspirada en una tragi cómica historia que me contó mi amiga P, y de la que sólo puedo decir que están involucrados elementos tan dispares como el tarot y las orgías sexuales, quise hacerle un homenaje a mi maestría en hombres cagados del mate que alguna vez obtuve con honores y distinción.

El primero que se me viene a la mente es el recuerdo de un sujeto que tuve la desgracia de conocer en uno de mis cumpleaños (no diré más). Comenzamos a hablar por MSN y una cosa llevó a la otra y terminamos envueltos en una relación rarísima, digna de algún guión de David Lynch o de David Cronenberg.

Entre que le gustaba jugar con mi mente y que le pegara cachetadas en la intimidad, terminó por trastornarme un poco, aunque debo aclarar que ya debí estar bien trastornada por sólo permitir el ingreso de un tipo así en mi vida. Pero eso no es todo lo freak, el espécimen en cuestión tenía doble y hasta triple personalidad. De hecho, su amiga más cercana, que de hecho también conocía, me hablaba de él como si fuera un pobrecito, con tan mala suerte en el amor, pero que buscaba de manera incesante alguna chiquilla casi virginal para esposarse ¿aló?

También recuerdo a uno que estaba embelecado con la idea de que iba a tirar con una mina casada (yo). Tan así que cuando estábamos en medio del acto me dice – y lo que es peor, en serio – “ah nunca antes le había tocado el seno a una mujer casada”. ¡¡¡¡¡¡Next!!!!!!

No puedo dejar afuera a un tipejo que conocí en una comida donde habían varios abogados conocidos, unos que incluso salen en la tele. El tipo, seguramente con el cerebro aguado por el alcohol, tomó mi mano y comenzó a leerla. Sí, cual gitano. Y era del tono “veo a un hombre en tu futuro que te hará feliz” jajajajaja, aún me da risa.

¡Ah! Está el freakísimo, oriundo de una ciudad del norte de nuestro bello país. Ahora, que miro para atrás, me tinca que era sexópata, o mitómano, no lo sé. El tipo tiraba con cualquier cosa que se moviera, bueno, y que no se moviera también. No sé en qué pensaba cuando le di mi número, pero era bien crazy, incluso una vez me dejó llena de chupetones el muy picante. Y ahí mi amiga P llegó al rescate y me colocó un bistec en lo chupetones y me los maquillo. Qué tiempos esos…

Y para coronar este listado de hombres con serios problemas mentales, recuerdo uno que me propuso alguna vez hacer un trío con su señora, pero lo más chistoso es que el tipo quería hacer primero un “control de calidad”, onda, que tirara sólo con él primero para ver si funcionábamos. Súper considerado con la mujer…. Para que quede claro que tan loca no estaba, salí huyendo de ahí.

Mmmmm, nota para mí: objetivo 2011: ¡no más freaks!

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