viernes, 5 de agosto de 2011

¿Qué le pasa a mi país?


Anoche en medio de los cacerolazos y bocinazos y expresiones varias en apoyo al tema de los estudiantes y mientras me fumaba un cigarro con la ventana abierta me preguntaba eso.

Estoy súper de acuerdo que las personas tienen que alegar, pelear por sus derechos y no dejarse pisotear. Pero a la vez lo que pasó anoche no me emocionó ni me hizo sentir feliz, ni nada por el estilo, por el contrario, me dio mucha pena. Pena porque mi país, está triste, cansado, chato de tanto abuso.

Y es heavy, porque pensé que si yo tuviera que hacer un cacerolazo por cada frustración en mi vida, por cada vez que he sido víctima o testigo de algún abuso en cualquiera de sus dimensiones, pucha, estaría años con una olla en la mano. Y creo que no sería la única.

Un cacerolazo sería para la mierda del Transantiago que no funciona, y eso lo sabemos todos los que andamos en él todos los días en horario punta. Otro cacerolazo sería por los sueldos injustos e infames de nuestro país, donde un heladero (con mucho respeto para el señor que vende helados) a veces gana más que un profesional, donde un rostro de televisión gana más que un Ministro de la República o donde una persona de esfuerzo gana un sueldo mensual indigno sólo porque nació pobre.

Un cacerolazo para la mierda de la política (valga la redundancia porque hoy mierda y política son sinónimos), porque al final dan lo mismo los partidos, todos son igual de chantas y se mueven por el poder y el dinero. Da lo mismo por quién uno vota, al final es el mismo fango.

Un cacerolazo para los flaites, delincuentes y sinvergüenzas que han hecho dudar acerca de esto ser honesto en la vida, si total hoy en Chile matar a alguien no es nada, si igual sales altiro a seguir delinqueando, si total robar un poquito no es tan malo porque no hay castigo de por medio, y una se pregunta ¿entonces para qué mierda soy honesta?

Un cacerolazo por la administración de mi edificio (11 de septiembre 1765) que tiene a toda su comunidad SIN ASCENSONRES, habiendo ancianos y personas enfermas que viven en pisos altos. A nadie le importa. Y nadie hace nada. Yo saldría con 10 cacerolas ahí y se lo tocaría a la vieja infame responsable.

Y así, podría seguir y seguir. Chile, mi país, es un país triste hoy. Quizás hace años que lo es, sólo que ahora, la tristeza se ha vuelto rabia. Rabia contra el sistema, rabia contra los que dirigen o dicen dirigir el país. Rabia y más rabia…. el problema es que cuando uno anda con la cabeza caliente hace puras gueás…. Pero bueno…es el país en el que vivo hoy y yo soy parte también de toda la triste y frustración.

2 comentarios:

Real Fenix dijo...

totalmente de acuerdo contigo...Fantuzi se haría rico con tanto cacerolazo...

alos30 dijo...

jajajajajajjaj ¡exacto!