jueves, 22 de julio de 2010

Ser feliz

Hace un tiempo decidí ponerme una de las metas más difíciles que uno se puede poner: vivir con sentido. Sí, y de paso erradicar de mi existencia todo aquello que se hace de manera robótica, inconciente y sólo “porque sí”.

Ni les cuento lo complicado que es, supongo que eso pasa cuando uno lleva mucho tiempo haciendo todo lo contrario, viviendo una vida cómoda o realizando un trabajo sólo porque es lo que hay o porque tienes miedo de dejarlo y aventurarte a algo nuevo e inesperado.

Hoy busco algo completamente loco y audaz para los tiempos de hoy: ser feliz. Ya no me importa encontrar un trabajo que me permita tener tremendos lujos, ni me importa llegar a ser líder y jefa de una mega empresa. Lo único que me importa es tener un motivo lo suficientemente grande y poderoso para mí que me haga levantarme todos los días temprano sin importar el frío o el sueño.

Algunos podrán decirme que soy altruista, o utópica, que no existe el trabajo perfecto, pero una amiga me dijo algo tan sabio el otro día “una es quien lo hace perfecto”. Y eso busco, sentirme orgullosa, más allá de lo monetario o del prestigio de no sé qué. Ahora, esto sé y me guste o no, tengo que combinarlo con algo que me permita vivir y comer, si tampoco soy una carmelita descalza.

Vieran todas las tentaciones que tengo para hacer completamente lo contrario. Y vieras lo difícil que es decir que “no”, a algunas ofertas para volver a una vida sin sentido. Es un riesgo que he decidido tomar, el riesgo de ser realmente feliz y de no seguir huyendo de este mundo.

No hay comentarios: