viernes, 30 de julio de 2010

A mis amigos...


Ayer me junté con un amigo de la U al cual no veía hace cuatro años. Fue bonito y divertido volver a vernos, hablar sobre todo lo bueno, malo, bonito y feo que nos ha pasado en todo estos años, pero lo mejor fue darme cuenta que sin importar la distancia y el tiempo, seguían intactos la confianza y el cariño.

Aunque algunos se puedan engañar en una primera impresión, yo soy de esas personas con poco amigos. No por antisocial, ermitaña, o tímida, sino porque, me cuesta mucho confiar en las personas y porque en algunas ocasiones, las decepciones me han dolido lo suficiente como para jurar – en vano - que “nunca más” voy a volver a confiar en nadie.

Sin embargo, cuando confío, lo hago como una niña de tres años, con manos al fuego, ciega, sorda y muda si es que es necesario. Quizás por lo mismo me cuesta tanto “darme”, porque teniendo en cuenta esto, me es muy difícil reponerme de una traición.

Quizás por lo mismo, valoro tanto a los amigos que he ido conociendo a lo largo de mi vida. Ellos son un apéndice de mi corazón, siempre están en mis pensamientos y siempre están en las buenas y en las malas.

Cuando era muchísimo más joven supongo que no entendía la importancia de la amistad, lo veía como un aspecto poco relevante o reemplazable. Por lo mismo, a lo largo de mi vida, fui perdiendo a personas en el camino, muchas de ellas, seguramente muy buenas personas.

Pero hoy sé mejor, los porrazos me han hecho entender que uno no se las puede en esta vida solo, que los amigos son esa mágica red de amor que está de manera incondicional. Son ellos los que están cuando se rompe una ilusión, cuando alguien te rompe el corazón y son ellos los que siempre te van a escuchar.

Por lo mismo, a mis amigos, los atesoro en una parte especial, son intocables, y los defiendo como una loba. Tal cual yo sé que ellos me defenderían a mí. Aunque me dé miedo reconocerlo, yo no puedo vivir sin ninguno de ellos. Y hoy sé que una relación de pareja quizás puede terminar, pero una amistad del alma es para siempre. Y eso, me hace respirar tan aliviada…

No hay comentarios: