lunes, 26 de septiembre de 2011

Cuando una relación se termina


Duele como agujas en el corazón y mi relación con M, mi famoso M, terminó. Curioso que yo haya sido la que apoyó esta moción de finiquito, curioso que haya sido yo la que con el corazón apretado fuera hasta su casa para poner límites a aquello que ya me tenía enferma de pena, a sabiendas que había una alta probabilidad que él fuera incapaz de ayudarme en eso.

Aún así, fui para allá. Me presenté como un soldado que presenta su renuncia. Como alguien que con una gran certeza confiesa que ya no puede seguir así….. dos semanas buenas, luego dos semanas horribles, él sin ganas de nada y yo, esperando, siempre esperando para que él esté mejor y quiera verme.

Pensé que podía seguir el ritmo de este bailecito absurdo, pero el bailecito comenzó afectar de tal forma que comencé a ser alguien que No soy, pesimista, desilusionada de todo y de todos…. Ese fue el precio que tuve que pagar por los días buenos que tuvimos juntos, que tampoco fueran tan pocos, pero no lo suficiente como para convertirnos en una pareja feliz, que construye y que se proyecta.

En medio de sus “no puedo verte porque estoy mal”, se fueron apagando cosas en mi corazón y decidí finalizar esto antes que un día despertara, mirara alrededor y me diera cuenta que ya no quedaba nada, nada de pie, nada de ganas. Nada. Eso lo aprendí de mi anterior relación y tal como le dije, no voy a estar años aferrada a una posibilidad. No tengo ya tantos años. Y no me lo merezco.

Cuando pude sacar todo para afuera, sentí una especie de alivio. Y luego que él comenzó a hablar, sobre lo agradecido que estaba que no lo mandara a la cresta antes, que me entendía vino un largo bla, bla, bla que realmente no escuché mucho.

Cual ratoncito de laboratorio, que espera ser tomado para experimentos, esperé lo que necesitaba escuchar hace rato, y eso es que él NO puede dar más de lo que ya hay, que podía mejorar en meses, pero que no podía garantizarme nada, porque también podía ser que nunca pudiese lograrlo.

Ahí volví a escuchar y me quedé en silencio y paralizada un rato. Le dije con el corazón apretado que realmente lo mejor era terminar, dejar las cosas hasta ahí para no enlodar los momentos lindos, tal como él explicaba tan catedráticamente.

Y luego, tomé aire para hacer lo impensable. Le dije “ahora me voy a ir”, tomé mi cartera, me paré y con la vista fija en la puerta me dirigí a ella sin mirarlo ni mirar para atrás. De mi boca sólo salió un escueto y casi frío “adiós”. Abrí esa puerta, la misma que tantas veces me recibió y me fui.

Fue así que se terminó esta historia de amor. Una bien linda, no puedo negarlo. Pero una que fue truncada por su momento complicado y su incapacidad, hay que decirlo, de abrir bien su corazón. A veces esas cosas pasan, no pasan a todos, historias bellas que fueron a destiempo, que no resultaron porque uno no estuvo dispuesto amar con la guata, con las entrañas. Me ha pasado a mí, y nos pasa a todos.

A veces pienso que M vino a una misión a mi vida, a sanarme el corazón y lo hizo con sus besos y abrazos. Con las bromas y los buenos momentos. Pero también es triste pensar que esa lección no fue para usarla con él, sino que con otro. Eso duele, porque pensé que era para él…. Me equivoqué.

Tengo la tranquilidad de mente y corazón que en esta pasada di, mucho más de lo que pensé que podía dar. Amé, quise, deseé como loca y me quisieron de vuelta y me desearon, como si yo fuera la mina más rica del mundo. Me sentí su lado la mujer más linda del planeta y eso se queda con una…. No se va.

Supongo que la vida es así no más, da y luego quita, pero en medio del proceso es donde uno aprende las cosas que vino una a aprender en esta vida.
Y claro que lo voy a extrañar, más allá de la pena y un poquito la rabia de que las cosas no salieron como yo hubiese querido o como alguna vez soñé. Pero también sé que hay que aprender a soltar, a dejar ir. Quiero pensar que al final del camino va a haber alguien que me ame con la intensidad que necesito y que pueda amar de vuelta de la misma forma.

Pienso que también me extrañará y aún con pena, le deseo lo mejor, que logre realmente ser feliz, solo o con alguien más. Quiero pensar que este tiempo junto a mí también le servirá más adelante.

Sinceramente no tengo ni puta idea de lo que pueda pasar en el futuro. Sí debo indicar que medio en broma medio en serio, pienso que nuevamente perdí a mi amigo, ya que nuestra relación de años ha estado marcada por estos lapsus, por distanciamientos que nuevamente nos junta. La diferencia es que ahora tuvimos una relación, y no fuimos sólo amigos, por lo que no me atrevería a pronosticar nada.

Y sé que habrán noches donde acostada en mi cama, me preguntaré en qué estará…. Y sé que él también se preguntará lo mismo… así es el cariño que trasciende este tipo de cosas. Pero por lo pronto, la distancia es la mejor medicina para los dos, especialmente para mí.

Y sí, habrán días donde yo me cuestione esta decisión, aún sabiendo que fue lo más sabio que pude haber hecho. Y vendrá la puta nostalgia, esa que confunde y hace cometer tonteras…. Pero sé que después de eso viene la conformidad, la sensación de haber hecho bien las cosas y por último, el olvido.

4 comentarios:

sud dijo...

pucha, qué triste que tu relación haya llegado a su término :(... Arriba los corazones! El tiempo es el mejor aliado en estos casos (Y)

Un abrazo!!!

Alos30 dijo...

Eso pienso tb!.... gracias por la buena onda. :)

Anónimo dijo...

Hace un año me paso lo mismo... son decisiones que se toma un poco obligada por las circunstancias, porque realmente uno merece otra cosa y llega un punto en que es insano vivir en la expectativa. Al menos yo, si me involucro me gusta que sea al 100% y hace daño que te entreguen de vuelta el 50% no más.... tal vez como dijiste son historias lindas a destiempo, no sé.... yo ahora me siento bien, feliz, con mucha paz y sabiendo que fue lo correcto. Dejé de sentir pena al fin y eso para mi es maravilloso. Lo importante es saber que uno hzo todo lo posible y que se entregó por entera, nada da tanta tranquiliudad como eso y es eso mismo lo que hace que uno pueda seguir adelante tambien. Un abrazo y paciencia, proceso lento, pero te aseguro que vas a estar bien! fuiste valiente!

La Rulo

Alos30 dijo...

Gracias.... tb espero lo mismo! :)