martes, 31 de mayo de 2011

Impulsos


Hoy me siento como la reina de las gueonas jajaajaj. Sí, supongo que todos nos hemos sentido un poco así alguna vez y a mí me tocó pasar el último día del mes, así.

Fuera de broma, me siento mal, creo que la cagué, como que metí la patita no a fondo, pero un poquito, como que estuve tentada en meterla a fondo, liderada obvio por estos impulsos demoníacos de mala onda y rabia que a veces me poseen. Es falta de sabiduría, claramente, pero estoy media cansada de ello.

Ayer me tocó sesión para tratar mi coco. Y ya hablando con mi sicóloga andaba media malas pulgas, me empezó a dar rabia el tener que hablar de algo que creo que nunca he hablado: la relación con Paris, cómo me hace sentir a veces o como yo me siento alrededor de ella a veces.

Me dio rabia que en un inicio ella no comprendiera que era para mí difícil el contarle a mis papás que estaba pololeando, tuve que entrar a dar detalles nefastos, sobre cómo ellos, principalmente ella, siempre logra echarme para abajo mis relaciones afectivas con comentarios sutiles pero muy efectivos, tanto que a ratos pareciera que me los creo. No voy a dar detalles de esos comentarios, porque me vuelve la rabia.

Salí de terapia algo silenciosa. Luego di una vuelta por ahí y llegué a casa echándole la foca a mi amiga P, porque me había puesto el pestillo en la puerta. Creo que ahí, en ese mismo instante, debí ponerme el piyama e irme a dormir. Pero no, quería guerra. Así es que le dije a M que nos conectáramos y bueno, todo bien en un inicio pero a medida que fue avanzando la conversación y que fui entrando en detalles de esto con Paris me fui de nuevo emputeciendo.

Emputecida con él por sus rollos y aquello que aún no logra superar, emputecida con mi amiga por lo del pestillo y emputecida conmigo por estar emputecida. Genial. La mezcla derivó en pura mala onda y puros “en fin” míos que sé que le molestan, porque los ocupo justamente cuando quiero dar final a una conversación o a un tema.

Hasta que dejó de hablarme y ahí apareció la gata engrifada, al estilo “Ya, ¿vas a seguir hablándome o no?”. Y él “Me dio sueño, voy a dormir”. Lo cual evidentemente era mentira y era un forma de apagar el fuego, pero claro.. no con agua jajaja, sino que con bencina.

¿Mis últimas declaraciones? “Ya, chao”, y me desconecté y me fui acostar echando pericos. Me duró unos 15 minutos hasta que me calmé y lo llamé. Pero no contestó. Lo llamé varias veces y nada, le mandé mensajes de “perdón”, nada. Y ahí me di cuenta que la había cagado.

Estuve la noche pensando en muchas cosas, dándome vuelta para un lado y otro. Logré dormir, pero a ratos no más y tuve dos sueños. Uno relacionado con la pega (yo creo que más que premonitorio, era más bien compensatorio, como me explica mi amiga P), en fin, pero el otro era con M.

Soñé que estaba en su casa. Estaba todo patas para arriba, todo desordenado. Había luz de día, mucho sol. Miraba por la ventana de su living. Y fue ahí que desperté con la sensación de que eso es lo que tengo que hacer. Por lo que voy a emprender vuelo rumbo a su casa, sin previo aviso, lo que lo hace más adrenalínico, romántico, pero obviamente aterrador jajajaj.

Esto es toda una estrategia, calcular hora, tiempo, primeras palabras. Esto es otro de mis impulsos, uno más positivo que el de ayer y claro, esta vez me toca a mí tragarme el orgullo y no acordarme de que no me quiso contestar el teléfono ni contestar los mensajes ni devolverme el llamado ni dar señales de vida hasta ahora. Uf! Ok, me lo trago, me lo trago.

Va a quedar para adentro!! Ojalá que sea un para adentro bueno y no para adentro ¡qué haces acá, fuera! Jajajaaj. Igual respiro hondo, porque mi lado más inseguro me hace pensar que cagó todo, y eso es prácticamente imposible. Pero en mi cabeza de coco, lo visualizo igual y me entra el miedito.

Ahora, está la posibilidad de que vaya y no esté (poco probable por el horario en que voy, pero nunca se sabe las cosas del destino) o lo que es peor, que esté y no quiera abrir o que esté y no escuche el timbre o qué sé yo. Esto es realmente multifactorial. Puede que esté también y tenga miles de cosas que hacer y no sé, pero yo voy a una sola cosa: a decir lo siento, que me perdone y a ver cómo está, porque me tinca que le dio un soponcio de esos grandotes anoche, me siento incluso media culpable. Vamos a ver cómo me va.

Podría hacerla más fácil y más corta y llamarlo de nuevo o mandarle algún mensaje o esperar llanamente a que él aparezca, pero algo me dice en mi corazón, que no, que hoy hay que actuar, esto fue lo mismo que sentí cuando esa tarde llegué hasta su casa sin recordar si quiera jajaja cuál era el número de su departamento, hoy por lo menos voy mejor equipada, ojalá lo tome bien.

domingo, 29 de mayo de 2011

31 años


Si me pongo a pensar es harto tiempo para estar en este planeta. Es curioso cómo va envejeciendo la cáscara, pero no el corazón ni el espíritu. Ambos se van transformando y cambiando, pero siempre siguen jóvenes, bueno o por lo menos así soy yo o así me gusta que sea.

Hoy es mi cumpleaños y mis celebraciones comenzaron ayer jajaja esa onda. No podría pedir más, porque lo pasé con todas las personas que más me importan en este mundo, mi amiga P, M, Marley, Paris y Frank. Los habitantes de mi círculo vital sin ellos, mi mundo sería triste y perdido.
Y hoy, luego de que M el viernes instalara una inquietud en mi corazón, le conté a mis papás que nuevamente era la polola de alguien, de M, mi amigo, ese de la Universidad.

Es cierto, ya estoy bien viejita para que me ande importando lo que opinen mis papás sobre mis novios o vida amorosa, pero igual me gusta que estén al tanto, por lo menos de manera general, sobre mis pasos. Con ellos nunca se sabe qué reacción tendrán sobre temas emocionales, pero a pesar de mis pronósticos un poco pesimistas, me encontré con apoyo y buenos deseos.

Cuando dije “estoy pololeando”, Frank dijo “¿es con el que pensamos?” jajajaja y obvio que era M el que pensaban. Y luego agregó algo que me dejó el corazón tranquilo: “La primera vez que lo conocí (hace más de 10 años) dije ‘él la quiere y él estoy seguro que aún te quiere’”.

¡Esa onda! Quizás es así como dice mi padre, no sé cómo nunca me enteré. Así de ciega es una a veces. Lo que viene es evidente, alguna visita a la casa con él, ¿cuándo? Les pedí que se calmaran jajajaja, son medios apurones y yo ahora no estoy para andar corriendo. Lo entienden, por suerte.
El paso de hoy es GRANDE y en definitiva va en dirección “hacia adelante”, voy con paso firme, no sé a dónde, pero segura de que es a un lugar bueno. Mi sueño de ir con él a la casa de mis papás, aterrada y con ganas de devolverme y él incitándome a ir y diciéndome “avanza”, era premonitorio. Esa es nuestra posición de hoy. Ni idea cómo llegamos acá, pero llegamos y lo mejor es que vamos de la mano, vamos a la par.

A pesar que me ha costado trabajo esto de aprender a ser pareja, debo decir que el decir hoy “estoy pololeando” fuerte y claro, me hizo sentir bien. Fue una declaración pública, de rebeldía como diría mi sicóloga. Porque aunque parezca loco, yo estoy en rebeldía cuando me propongo que quiero una relación amorosa bonita y sana, cuando me la juego con el corazón y cuando me entrego, eso es ir en contra de muchas cosas que aprendí en el camino, es ir en contra de miles de mandatos escuchados reiteradamente por muchos años. Y por qué no decirlo, me siento orgullosa de poder hacerlo hoy. Tengo la fuerza y también la determinación.

Y en este camino me acompaña el hombre preciso, destino, quizás. Casualidad, tal vez, suerte, quién sabe. Pero sí sé que estoy en el lugar indicado y con la persona indicada para vivir esta parte de mi vida que se llama Sanar. Un camino que tal vez comenzó hace más de 10 años en una sala de clases y que tal vez se hizo más claro cuando nos volvimos a encontrar el año pasado, con experiencias, alegrías y tristezas a cuestas. Quién sabe.
Sólo sé que estoy lista para seguir en este camino. Estoy lista para comenzar mis 31 años.

viernes, 27 de mayo de 2011

A dos días de distancia de mi cumpleaños


El domingo cumplo 31 años (paso el dato jajaja). No, pero hablando más en serio, estando, tal como dice el título, a 2 días de esta fecha tan personal, tengo algunas acotaciones de lo que ha sido mi arribo a la década de los 30.

Ha sido un viaje memorable y que lo ha cambiado todo. No sé si será porque coincidió con mis transformaciones y crisis personales o porque efectivamente esta edad de pronto te hace cambiar. No lo sé, es como preguntarse qué vino primero el huevo o la gallina, pero sólo sé que los 30 años han sido decidores, por lo menos para mí.

Y tanto cambio no tiene nada que ver con estas crisis medias ridículas estilo “oh, tengo 30 años y se me va a ir el tren” o “oh, tengo 30 años y no tengo nada”. No, creo que ese es un complejo que no tengo, sino que tiene que ver con otras etapas, con tomarse ciertas cosas de la vida con más humor y otras con más seriedad. Lo que quizás a los 20 años resultaba vital, hoy parece ser un mero detalle, y lo que antes era prescindible, hoy pareciera que cobra mucha fuerza.

Y pasa con el amor, con las relaciones con el mundo, con la familia, con el trabajo, con el sexo, con todo.

Adportas de cumplir 31 años, puedo decir con propiedad que hoy me gusta mi vida y me gusta mucho quienes hoy forman parte de mi núcleo vital, la gente importante, los VIP, la gente con la que cuento en las buenas y en las malas. Me gusta como soy hoy, y bueno, cierto, puedo estar hecha un desastre a veces, pero al final del día, entro en razón y hago lo que tengo que hacer.

Quizás porque se viene mi cumpleaños o porque simplemente andaba cerca, ayer me di una vuelta por la que fue mi Universidad. Procuré hacer el mismo recorrido que hacía para llegar hasta allá todas las mañanas. Y mientras caminaba escuchando mi MP3 podía casi verme desde afuera, como antaño, con mi pelo crespo más largo y oscuro, mucho más flaca, con mi ropita de color, muy combinada, mi mochila ploma colgando de un hombro y escuchando mi personal stereo (sí, se me cayó el casette jajjaa).

Esa niña que iba a la U, tan aplicada y matea, tan ordenadita, existe sólo en parte hoy. Y no sólo lo digo por los cambios físicos y de look, sino que por las transformaciones que dan los años, todas las experiencias acumuladas, los sueños realizados y frustrados, las personas amadas y perdidas.

Al encontrarme con mi Universidad, hoy mucho más moderna y grande, sentí cierta nostalgia por aquella época en que prácticamente todo era novedad, donde tenía el corazón un poco menos dañado, donde todo era principio. Sin embargo, me dio algo de alivio el entender que hoy soy mucho más sabia que aquél entonces, hoy amo mucho más y soy capaz de dar mucho más, aún cuando siento a ratos que aún me cuesta.

Por otro lado me pongo a pensar en cómo cambia la vida de un año a otro. Al cumplir 30 yo estaba con la idea de irme a Los Vilos a poner mi tienda de ropa, estaba aún con J… mi vida era mucho más triste, jamás pensé que iba a estar donde estoy hoy, ¡jamás! Totalmente impensando y mucho menos que iba estar con M, eso sí que es cosa del destino.

Cuento aparte, anoche mi amiga P me sacó el tarot y como siempre, me habló solito del amor. Esta vez apareció que yo en estos momentos estaba en un proceso importante donde esperaba, si bien algo ilusionada, también triste. Como que si de pronto mi mente era la que me jugaba en contra por cuestionarme. Que el consejo era dejarme ir, entregarme y dejar de pensar tanto. Que se venía una nueva transformación ¡otro cambio más!

Y que el final de ese camino iba a ser, todo lo que yo he podido cosechar, que si cosechaba sólo cosas mentales y de cálculo, eso iba a tener, pero si cosechaba entrega y amor, eso era lo que iba a obtener. Que la sanación de mis heridas y miedos, estaban ahí, en la entrega. Supongo que en eso estoy… y en eso estaré por mucho tiempo jajajja.

A todo esto, la ruta de mi cumpleaños de este año es distinta que la de años anteriores donde optaba por una celebración organizada. Esta vez, las cosas salieron solas y parto los festejos el sábado, esa onda. Lo que me encanta es saber que estaré con los más vitales y eso como que me pone alegre el corazón. A mis 31 años ya no necesito tanto ruido, hoy necesito cariño y paz.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Ser polola


Supongo que debería haber una especie de 10 mandamientos de la polola, pero si es lo hubiese, probablemente serían 10 boludeces que no haré, así es que da igual.

Tengo el honor de comunicarles (esto parece una conferencia de prensa) que soy hoy oficialmente polola. Una vez más, en gloria y majestad habemus ¡pololeo! Pero es curioso lo que me pasa con esto, porque a los 30 años la palabra “polola” me suena a ir a comer helado, compartir una bombilla y regalarse para San Valentín jajajaa.

Supongo que la palabra polola me recuerda a esos tiempos y por lo mismo me da un poco de risa, porque no tiene nada que ver con mi actual concepto de estar con alguien, pero es sólo una palabra, la verdad es que soy pareja de M hace rato, hace rato que somos “pololos” o como quieran llamarlo.

Hoy la única diferencia es que se ha verbalizado una realidad. Y cuando alguien me pregunte por mi estado civil, yo podré decir sin cuestionarme, que sí, que estoy pololeando, que estoy con alguien. Y eso no puede ser otra cosa que sano, y eso es darle consistencia.

Y es curioso que para llegar a esta conclusión y a este punto, él me tuvo que zamarrear un poco (por favor en lo figurativo y no en lo literal), me tuvo que hacer ver que tenemos que aprender a pasarlo bien sin sexo, que el sexo es importante, pero no lo único en una relación, y que tenemos que poder estar juntos un día sin terminar en la cama, porque él me quiere… me quiere…. ¡Uf! me lo repitió varias veces de nuevo.

Mi reacción en vez de ser de felicidad, fue de “no, qué fome, no” jajajaaj y me amurré y me resistí harto rato, por lo menos su media hora. Media hora perdida en mi estupidez, en fin. No obstante, él con una paciencia que no sé de dónde sacó, esperó a que entrara en razón y aunque me costó, la verdad me pegó como un palo en la cabeza.

La verdad de que yo me escondo en el sexo, me escondo ahí para no avanzar, porque me da mucho miedo la posibilidad de avanzar y qué mejor que usar esos artilugios para tener un buen motivo para no salir de la cama y vivir de a dos.

Me di cuenta de que aún tengo este complejo de mujer fatal, como si lo único que yo pudiese entregar es un buen rato en la cama, como si fuese imposible que alguien me pudiese querer por otras razones también.

Pensé y dije todo esto mientras él estaba haciéndome cariño en el living de mi casa. Y mientras Marley tonteaba de puro celoso. “¿Quieres avanzar?”, me preguntó y yo le dije que sí, pero que me daba miedo, y eso fue el GRAN paso hacia aquello desconocido llamado POLOLEO.

Le enumeré algunas cosas que creía que debían hacerse para darle “consistencia” a lo que teníamos. Y dentro de estas, estaba el definir lo que éramos, aunque yo tenía claro que éramos pareja… y se desarrolló THE TALK…. “¿Quieres pololear conmigo?”, me preguntó todo tierno mientras a mí casi se me cayó el pelo. A la primera no respondí jajajaj ya a la segunda, me reí y dije “lo voy a pensar… bueno ya! Puedo ser tu polola”.

Así se desarrolló esa tarde, en que efectivamente hubo besos y agarrones apasionados, pero no hubo sexo, sino que hubo algo mucho mejor, hubo compañerismo, hubo conversación y hubo sinceridad.

No tengo ni pico idea si puedo ser una buena “polola” y si puedo lentamente comenzar a dominar el arte de ser pareja y caminar de a dos. Pero quiero aprender, lo quiero, quiero avanzar, quiero estar con él, quiero ser mejor persona…. Y creo que en ese querer, está la clave.

sábado, 21 de mayo de 2011

Juguetillos


Últimamente he andado más profunda y seria, por si no se han dado cuenta en mis últimas entradas, pero ya, para alivianar un poquito tanto tema duro, estuve pensando en sexo jajaja y dentro de mis últimas aficiones en este aspecto son los juguetes sexuales.

O sea, yo hace más de 1 año que tengo en mi velador a mi incondicional amigo Little Paul, un vibrador que tiene forma de gusanito rosado (tiene hasta una carita sonriente) y que me ha traído grandes alegrías (por ponerlo de alguna forma más delicada para no asustar a los más conservadores).

De ahí que partió mi gusto y curiosidad por ocupar juguetillos. Antes de eso, ya había probado esas cremas que se untan en el cuerpo del otro y que son comestible, bueno, no así como para comérselo a cucharadas jajajaaj como alguna vez pensé con mi ex pareja jajaajaj. Sí, ríanse, pero ¿qué va a pensar una si te dicen que es una crema comestible? ¡que se come!

Luego seguí con unos aceites que si uno sopla como que se siente una quemazón agradable en la piel.
Ahora,  debo aclarar que hace años la sola idea de meterme algo de plástico me producía el más rotundo rechazo, pero bueno, una va cambiando con los años y la necesidad tiene cara de hereje, para qué vamos a andar con cosas.

Tras la llegada de Little Paul pude confirmar que todo lo que se dicen de los vibradores, es cierto. No es exagerado ni tampoco es un mito, efectivamente son estimulantes.

Luego, vinieron los famosos dilatadores anales (sí, tienen un nombre horrible, incluso al escribirlos me imagino de inmediato un elemento de tortura con púas), pero no. Vienen en tamaños también bonitos y colores nice como morado, no asustan y ¿saben? Son bastante estimulantes también para usarlos en pareja. Son un complemento al deseo, a la lujuria…. ¡en serio! Y no duelen, salvo, que el otro sea un bruto, obvio.

Supongo que hay gente que debe oponerse al uso de este tipo de juguetes a solas o en pareja. Debe haber incluso hombres que se sienten agredidos y amenazados con un pico vibrador en la cama. O sea, ¡no! Pero creo que hay tomarlo como un jugueteo, incluso es posible encontrar hoy en el mercado un simpático patito vibrador que sirve para usarlo bajo el agua. Esto es como para pasar más piola.

Ahora sí quiero aclarar que no hay como el contacto real, no hay como un cuerpo real y una piel real. Eso no lo cambiaría por nada del mundo.

Sábado y en casita


Siglos desde que no me quedaba así: Sola con Marley, en piyama y acostada. Sólo me he levantado para hacerme algo de comer y pasear al Marley a primera hora. Pretendía hacer aseo, pero me dio lata y además que desperté con un dolorcillo desagradable de cabeza, así es quedó eso sólo en ganas…. Ya mañana habrá tiempo para eso.

No sólo he aprovechado este día para descansar y ver tele, sino que también para pensar harto. Mi cabeza de coco sigue dando vueltas, más aún que anoche en otra conversación online con M, me sigue convenciendo de que está convencido de que The Talk debe desarrollarse, me habla de que tenemos una “relación” y que el sexo por muy bueno que sea no sostiene a larga una relación…. Que tenemos que avanzar.
Si hasta ocupó el sueño que tuve con que íbamos a la casa de mis papás para decir “bueno, eso en algún minuto creo que va a tener que pasar”. ¿¿??

Y lo que es más destellante aún es que habla en serio porque no es puro blabla, mañana nos vamos a juntar, pero vamos a hacer cosas nuevas, nuevos escenarios, para no llegar y terminar en la cama altiro. O sea, seguramente igual terminaremos ahí jajajaja, pero antes, vamos por esos recuerdos nuevos que se supone, según él mismo expone, van a enriquecer lo que ya tenemos.

Sí, sí sé que tiene razón. Y después de pensarlo harto, creo que yo también quiero más consistencia y quiero dar pasos hacia adelante, es sólo que me debe dar susto, nada más, pero también supongo que hace rato que tenemos una relación y que somos pareja. Hace rato que tenemos forma de a dos, sólo que el sexo y el miedo nos embriagan, nos aferramos a estas dos cosas, pero parece que ya es hora ya.
De hecho anoche, hablamos 80% de cosas serias y sólo fue el resto para sexo y cosas hot.

De hecho anoche sentí que ya la transformación había comenzado, no sé, es una sensación. Y claro, una parte de mí se asusta, y le encantaría seguir igual, porque supongo que es lo que conozco junto a él, pero otra parte, también está feliz de que él me proponga avanzar en un camino juntos. Es bonito en verdad.

Y es como el sueño, camino a casa de mis papás, yo me quiero devolver, retroceder todo el rato, y es él quien me incita a avanzar, y al final me convence. Creo que ese sueño efectivamente es una clave y la respuesta a mis preguntas.
Supongo que cualquier que me conozca y que conociera nuestra historia, me estaría diciendo que esta transformación era obvia y lógica, de hecho, seguramente si yo viera esto desde afuera, también estaría riendo de lo obvio y de lo necia que somos los dos en verdad jajaajaja. El cabeza de zapallo y yo cabeza de coco, por Dios si hasta tenemos apodos amorocitos ahora jajaajaja. Bueno, también tenemos unos bien hot, jajaja eso es lo importante, no perder el norte.

Por otro lado me gusta que vayamos lentito (aunque a veces exageramos, lo sé), pero me gusta el poder recordar cada uno de los detalles de nuestras diferentes etapas. Cuando se vuela, generalmente uno se pierde de hartos pasajes, recuerdos o anécdotas, pero así, caminando y observando, uno aprecio cada uno de los rincones de la relación, lo bueno y lo malo.

Y sigo pensando… en aquello que quiero con él… ¿una relación formal fuera del closet? ¿quiero que de una buena vez definamos lo que somos? ¿quiero visitas a la casa de mis papás con él? ¿conocer a sus papás? ¿a sus amigos? ¿lo quiero más presente en mi mundo? Porque si eso es lo que quiero voy a tener que decírselo. Dios!!!

Pero mejor ir paso a paso, lo primero es lidiar con el cambio de escenario, de ahí veré lo otro jajajja.

viernes, 20 de mayo de 2011

THE TALK


He tenido tantas cosas que hacer y en qué pensar que por primera vez desde hace un año que partí este blog, he dejado más de una semana sin escribir (atró), trataré que no ocurra ¡más!

Bueno, han pasado hartas cosas, buenas, malas y más o menos. Lo malo es que durante algunos días anduve nuevamente angustiada, con la garganta apretada, como si las palabras se me atascaran. Sensación horrible. Luego, me enteré en medio de mi sesión terapeútica que quien me tiene del cogote es Paris, mi madre, a quien amo, pero que a veces se equivoca conmigo.

Esclarecido el origen de este estrangulamiento (que ya es hora de parar) me sentí mucho más aliviada y casi, pero casi ya no lo siento, salvo que claro, me pongo a pensar en ella o en otras cosas. Y todo iba con M más o menos ordenadito, como se diría hasta que ayer cambiamos del tema divertido, hot a LA CONVERSACIÓN, o “the talk”, para los que les guste decir las cosas en inglés.

De hecho hace unos días vi una serie (no era muy conocida, no recuerdo su nombre) en el cable donde una pareja de amigos terminaban en una relación de amigos con ventaja y tenían una amiga en común que les pedía casi a gritos que por favor tuvieran “The talk”, esa donde uno se sienta y se pregunta qué mierda se espera de la relación, de uno, del otro y el clásico ¿qué somos? ¿para dónde vamos? ¿qué quieres? Dios santo.

Bueno, The Talk se acaba de instalar y que quede claro que ¡yo no fui! Jajaj seguramente por mí habría seguido esquivándola, pero bueno. ¡Será! Todo se originó por una discusión sobre un tema doméstico y fue ahí que me piqué y le dije algo atorado, relacionado con que si bien se supone que soy yo la exigente y demandante de la relación, él cada vez me pide y demanda más cosas (unas bien difíciles) y que yo poco menos que tengo que salir corriendo a darle en el gusto y que cuando yo pido algo, soy exigente y queda la cagá. Detesto las injusticias, me enojan , y claro como no lo había dicho, salió con ventilador.

Fue así que se asomó desde las profundidades el tema de fondo: Nosotros, sí, así como en conjunto, así como pareja, así como “estamos juntos”. Después de mi pataleta y de la suya, hablamos por teléfono ya más calmados. Y ahí vino lo que yo jamás me esperé.

“Quiero una relación consistente, quiero el sexo, pero también lo otro. Tu no eres una mujer para darle…. Y vamos a tener que hablar, es lo que hace la gente que está junta, podemos estar teniendo todo el tiempo sexo y pasarlo chancho, y claro no tendríamos ningún problema nunca, pero sería como el Plan B y yo no quiero eso (pausa o interrupción mía) Escúchame, yo te quiero, te quiero”.

Con lo último me dieron ganas de esconderme debajo de mi sillón. O sea, yo sé que él me quiere y yo también lo quiero, pero no sé, ayer me lo dijo distinto y convencido de lo que quería. Y hace rato que me habla de nosotros “como pareja”. De hecho ayer me habló por la tarde de otra cosa… porque yo me reía del concepto de “hacer el amor”, que yo no me veo diciéndole algo así a él… y me sale con que “uno nunca sabe, eso es para ocasiones especiales, cursi, pero yo no descarto nada”.

Me quedé pensando en eso. ¿Qué habrá querido decirme? Jajajaja. En fin. Haciendo una encuesta entre mis exponentes masculinos más cercanos de hoy, todos me dijeron que con eso me estaba diciendo que quería algo con mayor compromiso conmigo y que me quería de veras.

Y está bien. Pero se me hace un nudo en la guata. Anoche hasta tuve un sueño que creo que es mitad premonitorio y mitad clave.

Soñé qué íbamos a la casa de mis papás. Me veía caminando con él y cada cierto tramo me quería devolver jajaajja y él me instaba a seguir. Llegábamos pero a una especie de reunión familiar. Habían parientes míos que no veo hace años. De pronto me encontraba con mi mamá y le decía “mira con quién vine” y ella lo miraba, pero como que no lo reconocía. Ella decía “mmm tu cara me parece conocida…” y yo como impactada “pero mamá ¡es Mauricio! De la universidad…” y de ahí como que lo reconocía…

De ahí veía que nos íbamos lueguito, no alcanzábamos a ver mi papá. Pero la sensación no era mala en todo caso, salvo cuando mi madre se le olvidaba quién era él. Dios. Supongo que la parte de la clave del sueño es mi sensación que ella no entiende nada y no escuchada nada. No reconoce las cosas que realmente pasan conmigo. No las reconoce y tampoco las valida.

Y la parte premonitoria tiene que ver con que para allá vamos. Sí, yo no quiero ir, tal como en el sueño, intento devolverme varias veces, pero es él quien me lleva y finalmente cedo. Llegamos a donde tenemos que llegar y esto es … ¡¡¡¡¡Dios!!!! A ser pareja, de veritas, reconocida y fuera del closet jajaaj.

O sea, igual creo que somos pareja hace ratito ya, nada nuevo bajo el sol, salvo esto de reconocerlo. Y pensar que se supone que yo iba más avanzada en el sentimiento que él jajaajja, yo creo que soy un fraude emocional, pero lo digo en buena.

Ahora, THE TALK, se comenzó a desarrollar ayer por la noche, la segunda parte de esa conversación será cara a cara. Qué horror, traté de ver si podía zafarme de eso ayer, pero ni mis insinuaciones triple X sirvieron jajajaaja. Y eso es decir harto.

Vaya una a saber si nos veremos este fin de semana, si tendremos la conversación, si anoche efectivamente hizo lo que tenía que hacer…. Vaya a saber si tengo que pagar una apuesta jajaajaja. Vaya una a saber algo de algo.

jueves, 12 de mayo de 2011

Las tres C’s


A veces me pongo a pensar en aquello que sé que en verdad no proviene de la lógica, pero me encanta tener respuestas, así es que igual lo hago.

Me pregunto el origen del fuego con M, así como describía el otro día. Conversando con él me dio lo que según él eran los ingredientes claves: Confianza, Cariño, Calentura. Después pensándolo, concluí que eran las tres C’ s jajaja, claves fundamentales en nuestra cama y que incendian nuestras sábanas.

Pero yo postulo que hay algo más, algo relacionado con la química sexual o derechamente química sexual. Algo que al combinarse con emociones se transforma en un volcán. Algo que no se da todos los días, algo que no se encuentra tan fácilmente con otras personas, algo que a mí en lo personal jamás me había pasado antes y por lo que él me ha dicho, tampoco. Incluso me ha confesado que yo a él le provoco sentir y hacer cosas de las que nunca se había atrevido sentir o hacer antes con ninguna otra. Y eso, adivinen jajaaj, me calienta.

De hecho, yo he deseado a otros hombres en el pasado, obvio. Quienes fueron mis parejas también fueron para mí en su momento una fuente de placer, pero no de esta manera, en que con sólo algunas palabras o besos se me ponen los pelos de punta.

Por otro lado, por fin siento que con él puedo ser tal cual soy (dentro y fuera de la cama) que no me las tengo que andar dando de niñita virginal ni de nada, porque él me conoce…. porque somos amigos. Y me siento súper deseada, como nunca pensé que un hombre pudiese desearme.

Y a él le pasa lo mismo, me ha comentado que nunca nadie lo ha deseado tanto como yo y que no ha deseado nunca a nadie así como me desea a mí. Y así nos llevamos entre fantasías con cuotas de realismo o netamente ficticias, entre palabras subidas de tono, entre conversaciones online o por teléfono triple X, preámbulos de varios días para finalmente vernos con el pensamiento y todos los sentidos incendiados. Ahora que lo pienso, quizás por eso podemos darle durante tantas horas, si estamos pre – calentándonos durante varios días antes jajajaaja.

Y a veces me confunde un poco la potencia de este deseo, que tiene la fuerza de un huracán. Me confunde porque aunque pareciera a primera vista que nuestra relación está regida y gobernada por el sexo, que lo único que nos importa es lo que hacemos en la cama, de pronto, en momentos claves y necesarios, surge el corazón con la misma fuerza.

Surge la inquietud de que él esté bien, que yo esté bien, que lo de nosotros funcione. Surge la inquietud de acompañar al otro en lo que sea, de no juzgar y solo estar. La inquietud de hacer otras actividades fuera de la cama, de compartir en algún momento con otra gente, de escuchar y tratar de ayudar en lo posible. Surge la comprensión y el cariño a ultranza. Surgen los abrazos de apoyo.

Quizás esto no tenga nada de confuso, sino todo lo contrario, tenga todo de claro. Pero tanta claridad a veces me confunde también jajaajaja. Dejémoslo así no más, por el momento.

martes, 10 de mayo de 2011

Y todo camina solito


Cuando suelto el timón y se lo entrego a la vida. Cuando dejo de paralizarme por el miedo. Cuando me dejo llevar. Cuando pienso, pero no me hago caldo de cabeza, cuando dejo todo en manos del tiempo y del destino. Vaya a saber una para dónde me dirigirá, pero tengo que la certeza que sea donde sea, va a ser el lugar donde debo estar, y en el momento preciso.

Me ha costado darme cuenta de esto que quizás para cualquiera puede ser la regla básica de vivir. Bueno, para mí no lo es y estoy aprendiendo. Todos los días aprendo algo. Me ha costado permitirme que la vida me sorprenda. Y hoy me sorprende todos los días, y M, me sorprende.

El otro día me dijo “me reencantaste”, e hizo referencia a “estaba más agarrado de lo que pensaba” y yo me quedé pensando….. y concluí que él seguramente se siente así porque hoy tiene espacio para sentirse así, porque no estoy ahí al frente del buque, dando instrucciones, siempre tan segura, siempre tan estoica…. No soy ni tan segura ni menos tan estoica. No tengo idea de nada en verdad. Hoy, tengo la humildad suficiente para decirlo. Y hasta me gusta no saber nada, ser una ignorante, pero con buenas intenciones, me alivia…

Ayer me habló (más en serio que nunca) que debíamos “desencapsularnos”, vale decir, comenzar a compartir con el mundo. Y es curioso que eso me genere cierto miedo, digo curioso para alguien que había estado forzando para que la cosa fuera para ese lado….

Conocer a sus amigos, salir con otras personas, y eventualmente conocer a su familia ¡Uf! es algo que sé que va a tener que suceder en algún momento. Y es raro, porque me alegra que él lo quiera, y yo también lo quiero, pero…. pareciera que estuviera esperando por algo…. creo que ese algo es estar lista. Y lo quiero estar, eso es lo importante. Y voy a trabajar para aquello. En construcción…

viernes, 6 de mayo de 2011

Hace exactamente una semana….


Todo estaba patas para arriba. De hecho, hace una semana me dieron la PLR de la peor forma que pudieron haberlo hecho. Hace una semana estaba muy confundida y profundamente angustiada y triste.

Hace una semana pensé que se había acabado mi relación con M en todo el sentido de la palabra. Y lloré y me enojé y estuve pésimo.

¿Y hoy cómo estoy? Mucho más tranquila y con más claridad de mente y corazón. Aunque debo admitir que hoy amanecí con un nudo molesto en mi garganta, muy propia de la pre angustia. Lo bueno es que el lunes tengo terapia, así es que hay una buena chance a que pueda detener que esto vaya a agrandarse o salirse de control.

Debo admitir que igual me preocupa esta sensación que tengo. Porque de pronto, si bien hoy tengo mi plan de ir a ver a Julieta Venegas al Teatro Caupolicán, como que por mí me quedaría en casa y no iría a ninguna parte. Me da latita y frío y sé que también es porque me cuesta un mundo hacer cosas sola, por y para mí. Quizás eso no lo voy a poder hacer de un día para otro, tomará más tiempo de lo que pensaba…

Pucha, ahora me bajó toda la nostalgia post semana traumática… no puede ser que una semana se me esté cayendo el mundo en mi cabeza, y a la otra, todo esté bien. Necesito un poquito de estabilidad mental y del corazón y bueno… en eso estoy. Ha sido una semana tranquila y ciertamente feliz, pero hoy como que no sé, amanecí un poco tristona.

En verdad como que me volvió un poquito la pena de la semana pasada, cuando subiendo al ascensor, se me ocurrió ver la hora en mi celular y me encontré con ese mensaje de texto nefasto y doloroso. Será que me pasa porque fue en un día como hoy…. Hay una parte de mí que está bastante arrepentida de todo lo que siguió a mis mojitos tristes y me pongo más triste y me asusto cuando pienso que si no hubiese sido porque él fue sensato todo se hubiese ido al carajo, yo hubiese mandado todo al carajo. Y aún me acuerdo de esta imagen mía simbólica, caminando e incendiándose todo a mi paso…. Todo destruyéndose mientras sigo caminando sin titubear. Esa soy yo en esos momentos…. Esos momentos en que puedo cometer muchos (demasiados) errores.

Me da pena eso. Me da pena aún pensar que yo estaba dispuesta a incendiarlo todo, por un ardid, por un dolor, porque no tenía lo que quería y cómo yo lo quería, o eso, al menos pensaba en ese momento, porque aún más lamentable es ahora darme cuenta que sí lo tenía… y que yo estaba pisoteándolo.

Mmmmm, supongo que en días como hoy me siento como la foto de esta entrada, como algo ajeno y solo en un contexto nada que ver. No tengo porqué estar ahí, pero ahí estoy.

jueves, 5 de mayo de 2011

Fuego


Es como dice la canción “hay amores en la vida que nunca pueden olvidarse”, yo agrego a esto que también “hay sexo en la vida que nunca puede olvidarse”.

A mis 30 años, en mis 30 años en este planeta, puedo decir sin arrugarme, ni dudar, que hoy estoy teniendo el mejor sexo de mi vida. Ahora, tampoco (y perdóneme exes) la vara no era tan re alta jajajaj. Sorry. O sea, hubo buenas cachitas en el pasado con algunos, pero si yo las comparo en calidad y en cantidad a lo que tengo hoy, todos quedan al debe.

¿Podré tener mejor sexo con otra persona que con M? El mundo me dice que sí, que siempre hay algo mejor. Ok, puede ser, pero si me lo preguntan ahora, sinceramente no quiero averiguarlo. Si hay que optar me quedo lejos con lo que tenemos hoy, con el fuego, porque eso es lo que es, fuego, una llamarada gigante que se enciende ¡por horas! Y no estoy exagerando… ¡se los juro!

Yo nunca puedo tener suficiente de él, de sus besos, sus caricias y es recíproco. Él me mira, yo lo miro y estamos. Sé que la pasión desenfrenada es habitual en los inicios de una relación, pero esto es algo distinto, créanme, no es el clásico entusiasmo inicial y pasajero que típico desemboca en lata o desgano, o sea, igual puede desembocar a eso quizás, pero a lo que voy es que esto es especial.

Es química pura, pero adosada a cariño y ternura. Sin estos dos últimos ingredientes sería tan sólo buen sexo, rico, pero vacío, nada por lo cual apostar, nada para quedarse. En cambio con los ingredientes se transforma en un volcán. Y ahora como que siento que es todo más intenso desde nuestra última crisis, como que cuando lo toco, recuerdo que por un instante, pensé que nunca más iba a poder tocarlo… y lo mismo cuando él me toca… cuando él me toca es como electricidad.

Este fuego hace que yo no quiera estar con ningún otro, que ningún otro me toque. Ese fuego lo convierte a él en mi fantasía favorita, este fuego hace que él me diga que yo soy su actriz porno favorita, que piensa en mí en ciertas situaciones triple X, que me desee con la fuerza de aquello que se descubre y revela único, como aquello que no hay en ninguna otra parte, como aquello que es un regalo y exclusivo. Como aquello que se da una sola vez en la vida y no vuelve….

Para mí él es una adicción (en el buen sentido de la palabra), un manjar del que no puedo resistirme. Y se ha dado el tiempo de escucharme y conocerme y yo de escucharlo y conocerlo tan bien…. Me encanta que él sea tan endemoniadamente caliente y me encanta que a él le calienten mis fantasías y erotismo.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Explicación del huevo rosado…



Para los que quedaron colgados con mi título (mi huevo rosado), no temáis, no es que me haya vuelto loca (por lo que no menos aún no soy clínicamente declarada demente). Es sólo parte de un sueño premonitorio de hace unas noches.

Soñé que me encontraba con un huevo rosado y me parecía tan increíble y fascinada con mi descubrimiento se lo mostraba a mi mamá.

El huevo representa por obviedad el inicio de algo, la gestación, el nacimiento de algo, un cambio. Y el rosado, obviamente es el color de la feminidad.

Curiosamente el sábado algo me impulsó a contarle a mi madre sobre M y nuestra historia. Y ella, me escuchó y no me juzgó, (cosa rarísima), al contrario, sentí apoyo. Ese es mi huevo rosado, ese el huevo rosado que le mostré a mi madre. Y siento que el haberlo hecho significó y significa muchas cosas…. Muchas más de las que incluso me doy cuenta hoy. Me siento bien con esa decisión, fue una buena decisión, aún cuando eso me implica el tener que responder a sus preocupaciones y revelarle que nos dimos una segunda oportunidad.

Otra novedad es que fui a terapia a regañadientes y varias otras verdades me fueron reveladas. También hubo advertencias no muy buenas, y otras conclusiones más alegres. Respecto a las advertencias, me limito a contar sólo que mi terapeuta me comentó si sentía que no podía controlar ciertos impulsos míos (esos negativos) íbamos a tener que recurrir a la amiga pastilla.

Sí, pastilla. Empastillada, la pastilla de la felicidad, aquella que hará que me haga preguntar más de una vez si hacer o no hacer tal cosa que sé que me hace mal o que es un error. Pero una de mis características es mi impulsividad. Soy así, llego y hago y sé que eso no es siempre malo, a veces mis impulsos me hacen tomar notables decisiones, pero a veces (como lo del Plan B) hace que yo la cague. Y la cague en mala. En fin.

Sólo puedo hablar por hoy, porque decir que estoy la raja, sería muy precipitado. Pero hoy por lo menos tengo una claridad que hacía tiempo no tenía y necesitaba con urgencia. Tengo claro mis sentimientos y cuáles son aquellos con los que me tengo que quedar. Tengo claro que M me quiere y que soy importante para él, que las definiciones o nombres que uno le pueda dar a un sentimiento o a una relación son intrascendentes, que lo que realmente es vital son los sentimientos y la relación.

Porque por mucho tiempo cometí el error de no valorar lo que teníamos, de siempre tacharlo de “sin forma” de “no estable” de “no formal”, de no ver el apoyo real que él me daba cuando yo ni lo pedía, de la oreja que me prestaba para que yo le hablara hasta la saciedad de mis rollos, de los abrazos que sí me dio, de lo lindo que teníamos (tenemos), de las risas, las anécdotas…

No sé cómo se me pude olvidar todo eso. Aún me lo pregunto. Mi postura ahora ya no es “es que necesito que tú”… “es que no estás cuando yo te necesito”… a partir de ahora, todo cambia, a partir de ahora ya no quiero sentir la “necesidad” de necesitarlo, sino que tan sólo el querer su compañía, el querer que los dos caminemos tranquilos, sin prisa, sin mirar el reloj, sin preguntarnos y cuestionarnos mil cosas mientras lo hacemos, porque es justamente eso lo que nos hace olvidar lo fundamental.

lunes, 2 de mayo de 2011

Mi huevo rosado (yo me entiendo, después les explico)


Este fin de semana hubo de todo, una especie de Melrose Place chilensis, pasión, tristeza, dolor, nostalgia, reconciliación, revelaciones jajajajajajaa. Realmente amo el drama al parecer.

El viernes me dieron la PLR, así es, tal cual y por mensaje de texto más encima. Cuando vi el mensaje creo que se me cortó la respiración y casi me morí, casi me morí primero de rabia y luego de pena.

No podía creerlo! En un inicio, luego lo entendí y luego me bajó un dolor tremendo. Lo llamé y nada, le mandé mensajes furiosos y luego amorosos y nada. Y ahí me quedé para adentro y confundida. Esa noche y el sábado fueron tremendos. De mucho pensar en él, en nuestras cosas, en lo que hubo, en lo que no hubo, en cómo estaba para el pico y no por miedo a estar sola, sino porque él ya no estaba… tremendo.

El sábado me levanté a patadas, no quería hacer nada, no quería ver a nadie, pero me hizo de ánimo y fui donde mis papás, tal como había pactado y, aunque parezca increíble, me animé y le conté Paris, sí, mi madre, lo de M, claro entre sollozos, pero se lo conté, nuestra historia y cómo fue, cómo me sentia… sólo le pedí que no hubiese sermones ¡plis! Y lo cumplió.

Mi amiga P, jugó un papel tan importante, ella estuvo todo el tiempo conmigo, durmió conmigo y me escuchó hasta la saciedad y me abrazó, sin ella creo que me hubiese muerto.

El tema es que el sábado cuando volví de donde mis papás y estaba sola con Marley en casa, se me ocurrió sentarme en el sillón, así de onda. Y al sentarme se me vino como una avalancha de recuerdos lindos. Fue como rarísimo y fue ahí que decidí pararme para buscar el diario de vida (sí, mantengo uno desde que tengo 12 años, imagínense cuántos tengo) donde aparecía la etapa inicial, esa donde tomamos la decisión de probar cómo nos iba.

Y ahí casi se me cayó el pelo. Me encontré con cosas que no recordaba y que no tengo idea cómo me pude olvidarme de todo eso. Cosas como que él fue el primero en decir que lo de nosotros no era solo sexo, ante mi sorpresa, los detalles de nuestra primera vez, mi torpeza y su ternura, cuando me tomó de la mano en público por primera vez y mi soponcio, de nuestras largas conversaciones, de cuando me dijo “encontrarme contigo ha cambiado mi vida”…. ¿qué pasó con todo eso? me pregunté.

Y de ahí fue empeorando la cosa mis pensamientos eran ¿en qué mierda estaba cuándo el propuse el Plan B?, ¿cómo pude pensar que lo de nosotros podía ser solo sexo si no lo fue nunca? Ahí me di cuenta de que lo hice de enojada, de herida, de vanidosa, de enrabiada, de confundida…. Ahí en ese preciso momento me di cuenta que la había cagado tremendamente y que pudo ser aún peor.

Releyendo esos pasajes sin filtro me fui dando cuenta cómo mis sentimientos hacia él fueron intensificándose, y a la vez cómo me fui aterrando, cómo me fue dando miedo y cómo fui presionando. Sí, presionando porque se me metió en la cabeza que yo quería que fuéramos lo que según mi parecer, necesitaba. Nuevamente tropezaba con la misma fucking piedra de eso de andar teniendo una relación absorbente, esa donde yo requiero que me necesiten y que requiero de atención peor que un recién nacido….. No me di cuenta hasta ese entonces que estaba haciendo lo mismo….

El domingo me sentí triste, pero un poquito más aliviada porque ahora tenía la película más clara. Se lo conté a mi amiga P y ahí me dijo que esto me servía como lección de vida. Toda la razón, pero cómo dolía el que lo haya tenido que aprender a patadas…
Y ahí le comenté que necesitaba decirle todo esto a él, debía saberlo….. pensé por mail.

Pero después de almuerzo algo se apoderó de mí y dije “otro mail más… ¿y si lo voy a ver?”…. después de pensarlo poquito, después de fumarme 10 cigarros y que me temblaran hasta las rodillas, fui a pedirle la opinión de P y me dijo ‘si sientes que tienes que hacerlo, hazlo”, así es que pesqué mis cosas y partí para allá.

A la nada…. Ni siquiera tenía un discurso preparado, nada. Como soy tan desorientada, ni siquiera me acordaba bien cómo llegar o el número del departamento (siempre me pasa a buscar en auto) podía ser todo para peor, podía no estar, podía no querer verme, podía ser tanta cosa…. Y eso pensaba en el metro y me daban ganas de bajarme en todas las estaciones jajaja que me parecieron eternas. Pero no me bajé y caminé por la calle con el corazón acelerado al ritmo de la canción “Rolling in the deep” a todo chancho en mi MP3. Cagá de susto, obvio.

Llegué a su edificio y tuve que preguntar por él y lo llamaron por citófono. Esa llamada para mí fue eterna…. Porque no contestó altiro, pero ¡contestó! Y ahí casi me morí cuando el conserje le dijo mi nombre…. Todo duró menos de 1 minuto, pero fue muy largo para mí…. Y dijo que subiera no más!!! Ahí también casi me morí.

Y subí con el corazón acelerado sin saber qué puta decir. Al llegar abrió la puerta altiro y lo único decente que pude decir fue “emmm, perdona, vine así no más…. Es que tenia que hablar contigo….”.

Esa frase tonta y nerviosa fue el principio de todo lo lindo que vino después. Lo inesperado, porque yo iba con cero expectativa. Le hablé con el corazón, le dije lo que me pasaba, que sabía ahora que me quería, que le importaba, que no sabía porqué había dudado tanto, que no sabía en qué minuto comenzó para mí a ser más fuerte o más importante lo que éramos o lo que no, para dónde íbamos, más que lo bonito que teníamos, las risas, el pasarlo bien…. El querer…. El cariño.

Él estaba visiblemente triste. Y me dijo que me extrañaba, que pensaba que iba a estar mejor, pero que no lo estaba, se sentía triste, mal…. Me habló de sus aprensiones futurísticas que jamás antes me había mencionado, de que se auto presionaba para darme en el gusto…. Y que me quería y que le importaba….

Y nos abrazamos mucho. Volver a abrazarlo fue, como haber encontrado algo que había perdido, como haber encontrado algo que andaba buscando hace tanto tiempo, fue como haber encontrado un tesoro maravilloso. Y en medio del primer abrazo me dijo “necesitaba que tú hicieras algo así”…. Ahí me sentí feliz.

Así estuvimos el resto de la tarde. Abrazándonos, haciéndonos cariño, besándonos y diciéndonos cosas lindas, mezcladas con algunas hot.. obvio. La guinda la torta cuando le pregunté directamente: “¿Crees realmente que lo de nosotros se acabó definitivamente?”…. él me dijo que no y que al contrario, quería darle una nueva oportunidad “quiero que lo de nosotros funcione”. Me dijo, y yo, con una sonrisa, le dije “Ok”.