lunes, 5 de septiembre de 2011

La muerte


Qué rara y misteriosa es. Hacía días que no escribía acá absorta en mis cosas, mis incertidumbres, mis sentimientos e ideas…… cosas en mi cabeza que fueron interrumpidas el viernes cuando con asombro me enteré de casualidad en casa de M de la noticia de la caída del avión de la FACH, con 21 pasajeros, entre ellos, Felipe Camiroaga.

Para ser bien sincera, nunca me cayó muy bien Camiroaga, lo digo como personaje televisivo, porque nunca lo llegué a conocer en persona, tampoco me tocó entrevistarlo. Pero lo encontraba medio egocéntrico y pinta monos, pero reconocía que todo el mundo lo amaba y eso me quedó súper claro con los gestos de personas anónimas que lo han llorado como si fuera un pariente cercano.

Me impactó el poder de la tele, el poder que tiene un personaje de tele, más aún, un rostro importante de la televisión. Wow… que responsabilidad de aquellos que se paran todos los días delante de la pantalla.

Cuando me enteré que no habían sobrevivientes la noche del sábado fue como “no puedo creerlo, Camiroaga está muerto”, y pensé en sus familiares, y en los familiares del resto de los otros 20 pasajeros. Cuánto dolor, qué muerte más terrible… más aún si es que existe la gran posibilidad de que sus cuerpos no puedan ser encontrados. Debe ser terrible, no poder enterrar y despedirse bien de un ser querido, siempre estará esa angustia, esa incertidumbre. Ojalá que puedan encontrar la más cantidad posible.

Todo esto me ha hecho pensar en la muerte, algo que pareciera tan lejano a mis 31 años. Pero Camiroaga iba a cumplir 45… supongo que en su mapa mental tampoco estaba morirse tan joven y mucho menos de esa manera.

Dicen que el accidente fue tan rápido que nadie tuvo tiempo para reaccionar. Seguramente fueron segundos y seguramente la muerte fue inmediata (por un lado, ojalá haya sido así). Porque me pregunté qué cosas uno podría pensar si sabes que vas a morir, que la muerte está al otro lado la esquina…. ¿Los momentos lindos de la vida?, ¿aquello que no hiciste o no dijiste?, ¿aquello que dejaste inconcluso? ¿en tus seres queridos?… no lo sé.

¿Y qué sentido tiene morirse así? Supongo que necesitamos buscarle un sentido, una razón para no trastornarnos o para no maldecir a Dios o al destino. Soy una convencida de que hay mucho de destino en la muerte, es como si a uno le llegó la hora, da lo mismo lo que uno haga, la muerte igual te encontrará.

¿Y qué pasa después? No tengo idea y qué ganas de saberlo. Justamente el viernes estaba viendo en el matinal de Canal 13 un reportaje sobre la reencarnación donde expertos hablaban de que uno podía evolucionar desde una planta, un animal o hasta un insecto. Que en todas las vidas nos íbamos encontrando con las mismas personas y que en todas las vidas se nos iban presentando los mismos problemas hasta que los pudiésemos solucionar o aprender la lección que vinimos a aprender en este mundo. Unos se demoran más que otros, eso está claro.

Decidí que quiero creer en eso. Que esta vida es tan sólo un paso, no es como que nacimos, vivimos, nos morimos y chao. Eso es muy triste, siento que volvemos una y otra vez. Siento que esta idea nos ayuda a entender la muerte y mitiga el dolor que implica la partida de un ser querido, porque así podemos guardar la esperanza de que esa persona que hoy ya no está, la volveremos a ver más adelante.

Y pienso otra cosa, que la vida es demasiado frágil como para tomarla a la ligera y no hacer lo que tenemos que hacer por miedo, pereza o desilusión. Que la vida es un regalo y que hay que aprovecharla al máximo, cosa que si nos toca partir de esta vida de manera abrupta, no nos quede en el alma que dejamos demasiadas cosas sin hacer, que debimos amar más, pelear más, abrazar o besar más. En eso estoy…

2 comentarios:

sud dijo...

Hace un tiempo atrás comencé a leer acerca del karma y las sucesivas reencarnaciones, y me hizo sentido, onda "todo calza pollo". De verdad, desde que conocí este concepto, me hizo mayor sentido el sufrimiento, por qué hay gente con vidas tan golpeadas, la importancia de las buenas acciones, de la bondad, del amor, etc. No sé, creo que lo entiendo como una suerte de justicia divina, y me hizo comprender que, tal como dices, la vida es un regalo, y que no hay que detenerse por pereza o miedo.

Saludos!!!

Alos30 dijo...

Gracias Sud por tus palabritas, gracias por pasar. :)