jueves, 22 de septiembre de 2011
Mi día “D”
D como de definitivo, como de Divorcio. Señores y señoras, al parecer (digo al parecer porque han pasado cosas antes que lo han impedido) mañana es el día de mi divorcio. O sea, el día en que junto a mi ex marido y los testigos respectivos acudimos hasta el tribunal de familia para dar término a algo que en la práctico se terminó hace años ya (4 para ser exacta) en la prácticas, pero que en el papel sigue vigente.
Reconozco que estoy algo nerviosa, porque la última vez que fuimos para allá tuve un canapé de cómo es el asunto. Espera eterna en el pasillo, junto al que fue mi marido, junto al testigo suyo, un amigo de él que me odia…. No muy cómodo que digamos.
Luego se entra a una sala fría, igualita a la de las películas gringas, con un juez o jueza en el centro, con martillo en mano. Yo a un lado con mi abogado y él al otro lado con su abogado. El o la juez pregunta cosas insólitas, como si testificamos que realmente estamos casados jajajja, y la confirmación si es que realmente queremos el divorcio o si hay alguna posibilidad de reconciliación. Uf! Suena imbécil, pero he sabido de personas que en ese minuto se arrepienten…
El o la juez lee la razón de la solicitud del divorcio (diferencias irreconciliables en nuestro caso) y luego hace pasar a los testigos a los que se les pregunta otras cosas insólitas, como si confirma que estamos separados de hecho, que vivimos en casas separadas. Como si eso fuera poco también pregunta si testifica que no ha habido ninguna reincidencia…. Jajaajja Dios mío.
Hasta ahí llegamos la otra vez porque estúpidamente nos faltaban como dos meses desde que notificamos que nos habíamos separado de hecho ante notaría, siendo que ese trámite lo hicimos tarde porque en verdad nos habíamos separado mucho antes, pero eso da igual, el papel es lo que vale, da lo mismo la palabra de uno. El divorcio, a la chilena.. ustedes saben, pura burocracia… sólo me queda imaginar cómo debe ser cuando es unilateral…
Incluso el juez hace preguntas de fechas jajaja, con suerte me acuerdo ya de la fecha en que nos casamos y en que nos separamos.
Como verán es un trago amargo, es como retroceder 100 años en la escala de mi evolución. Es como volver a retomar por un rato una historia antigua que ya ni me define, pero que es necesario poner fin legalmente. Es estresante, creo que incluso para los testigos. Una lata, pero que hay que hacer.
Ambos hemos rehecho nuestras vidas y dejado nuestro recuerdo en el pasado. Espero que eso ayude para que no haya tanta mala onda. Debe ser terrible encontrarse con el ex llena de rabia, resentimiento… creo que no es el caso, y eso pasa porque ha pasado mucho tiempo. Quizás inconscientemente pateamos este trámite por lo mismo. No lo sé.
En honor a este día tan emblemático, el otro día me puse a hurguetear (literalmente) en mi maleta de los recuerdos. Ahí me encontré con la libreta de matrimonio empolvada, el parte de matrimonio, y un par de cartas de amor eterno de él hacia mí. Melosas como pocas, algo infantiles, donde retrataban o describían a una Jessica que NO existe y que probablemente sólo existió en su cabeza. Él quería que yo fuera una princesa inmaculada, su salvadora de todas sus penas y desilusiones del amor. Él se inventó el caballo y todo eso…. Yo creo que me amó, pero más amó aquello que quiso que yo fuera, más que amarme a mí…. Poco o nada me conoció. Por lo mismo, las veces que nos hemos encontrado para este mismo asunto, he tenido la sensación de que somos dos extraños. Yo tampoco nunca lo conocí.
Lamento profundamente todos los errores que cometí estando casada con él. Si pudiera retroceder el tiempo, me habría abstenido de hacer muchas leseras, pero también pienso que era parte mi de proceso, parte de la lección, sólo que lamentablemente a él le tocó estar con esa parte de mi vida donde yo estaba perdida, donde era pendeja e inconsciente. Si es que tuve que pagar por mis errores, yo ya pagué mi deuda con la vida en ese sentido, ya me perdoné y de paso lo perdoné a él también….
Porque hay que aclarar que él tampoco era el marido ideal, nunca me escuchó y nunca se dio el tiempo de mirar bien, pero muy bien a la mujer con la que dormía todas las noches. Prefirió la fantasía.
Yo lo quise, por su puesto que sí, por algo me casé con él, pero era de esos amores de cabra chica, que se los lleva el menor viento. Como sea, mañana es el día. Espero!
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3 comentarios:
Ufff, sí, divorciarse en Chile no sólo es una lata, sino que tiene mucho de teatro del absurdo: De partida, no basta con que ya no quieras seguir casada con alguien para divorciarte, sino que es indispensable que acredites que ya no vives junto a tu marido o esposa -ex en la práctica-, además de que, como dices, no has tenido ninguna recaída durante ese tiempo -de uno a tres años, dependiendo del tipo de divorcio-. He visto situaciones tan absurdas como que a dos personas que llevan décadas separadas, le pregunten si hay posibilidades de recomponer el vínculo (!). Absurdo.
En fin, espero que tengas suerte con este trámite, para que así de una buena vez le pongas punto final al tema judicial :P
Suerte y animo imagina que tienes a Jim Carrey como abogado aquel de "mentiroso, mentiroso" para pasar el momento...
jjajja buena la de Jim Carrey, me gustó. Amigos blogueros, ¿me van a creer que de nuevo se suspendió? jajaja parece chiste, esta vez fue porque la abogada que me iba a representar.. le dio un ataque diabético y está en el hospital! sí... no sólo pasa en las películas. Así es que sigo casada, y con más ganas de separarme que nunca.... el matrimonio pareciera ser una MALDICIÓN jajaja en mi caso, literal. Saludos! y gracias por la buena onda.
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