martes, 29 de marzo de 2011

Mis primeras veces


Supongo que las primeras veces en todo tipo de cosas nos marcan, ya sea para bien o para mal. Comparto con ustedes un compilado de las mías.

- Mi primera película en el cine: Amo ir al cine desde siempre. Por eso jamás olvidaré que la primera película que fui a ver fue “Batman”, esa protagonizada por Michael Keaton (como Batman) y Jack Nicholson (como el guasón). Quedé encantada y maravillada. Era en la época que vivía en Estados Unidos y que con mis papás y mi hermana, instauramos la tradición del viernes de película.

- Mi primer paso de baile: Fue con "Vogue" de Madonna, bueno por lo menos el primer paso conciente, porque seguramente de bebé ya había intentado menearme. Con esta canción de la diva del pop aprendí a bailar, y bueno, guiada por mi hermana.

- Mi primer lento: Fue a los 13 años en una fiesta de colegio (sí, antes los colegios organizaban fiestas generalmente en sus gimnasios o salas grandes). La canción fue “Under the bridge” de Red hot Chilly Peppers son un niño de mi edad llamado Miguel Ángel (sí, como el pintor). El resultó ser el mejor amigo del primo de mi mejor amiga de entonces. Me enamoré de él como una niña de 13, obvio, nunca más hablamos ni creo que lo vi. Mi primer amor platónico, pero jamás me olvidaré de esa sensación de bailar un lento y de cerca con un niño. ¡Nervios!

- Mi primer beso: Esta historia es exótica, creo que bordea lo erótico o lo loco, no sé. A eso de los 13 años o 12 (no recuerdo bien) me empecé a preguntar si darse un beso en la boca con alguien eran tan increíble como me lo contaban mis compañeritas y amiguitas de colegio. Y como no tenía a ningún chico cerca, y no sabía si lo tendría luego, se me ocurrió una genial idea que llevé a la práctica. Cuando mis papás no estaban, me escapé de casa y me fui a sentar en una banca en un parque cerca de mi casa a “esperar”. Sí, a esperar a alguien a quien besar. No sé porqué, pero sabía que llegaría. Y así fue, al poco rato llegaron dos tipejos (mucho más grandes que yo, onda 18 o 20 años, no sé) empecé a hablar con uno y listo, lo besé jajajajaja. Y salí de la duda. Claro que me cargó, porque no sabía que había lengua involucrada en el asunto. Asqueroso lo encontré. Distinto fue mi segundo beso en una fiesta de colegio con un niño llamado Felipe. Ahí quedé para adentro y claro, me enamoré de nuevo.

- Mi primer concierto: Esto es vergonzoso, pero igual. Fue a ver a Los Pericos (sí, el ritual de la banana y toda esa chambonada) fui con mi hermana y yo lo pasé chancho. Fue mi primer show musical en vivo. Durante años guardé las entradas. Así de embalada.

- Mi primer pololeo: Fue a los 14 años y fue con un niño llamado Felipe (no fue el mismo del segundo beso, fue otro). A él lo conocí en una fiesta de un amigo de una amiga. Si lo viera en la calle no lo recordaría, pero me acuerdo que era moreno, alto, medio gordito, pelo liso y negro. Era bueno él, le gustaba harto también. Pololeamos al poco tiempo de conocernos en esa fiesta. Nos juramos amor eterno, me regaló un poema (mi primer poema o escrito de parte de un hombre), un cuerito de amor eterno que llevé en mi muñeca hasta que no dio de roñoso, y un colgante con forma de corazón que decía “Te amo”. Creo que él fue el primero al que le dije que lo amaba y viceversa. Lo tierno es que más que besos y abrazos no pasó nada. De ahí me pateó, yo lloré como magdalena por una hora y se me pasó. No sé que habrá sido de él.

- Mi primera vez lejos de mis padres: Fue a los 17 años para mi gira de estudios. Lo pasé chancho, recuerdo que de los 11 días que duró el viaje, 10 habré estado ebria. Me sentía libre, como que podía hacer todo lo que se me diera la real gana. Maravillosa sensación.

- Mi primera (y única) gran baja de peso: Fue a los 15 años y con un dieta ideada por mí logré bajar 10 kilos. Me veía regia (según yo) claro que tenía que andar contando calorías todo el día y me hacía un lío si es que me veía casi obligada a consumir más (leseras de pendeja). Pero jamás olvidaré la primera prenda que me compré luego de quedar flaca: fue una falda cortita escocesa, de esas que estuvieron tan de moda a mediados de los 90 y que se usaban con calcetas largas y zapatos bajos. Me creía la raja, con mi chaleco negro ceñido al cuerpo, ningún rollo, nada.

- Mi primera relación sexual: Una mierda, omitible absolutamente y si pudiera no lo habría hecho con el sujeto al que le regalé mi flor. Dolorosa, rápida, ni un brillo. Más encima este acto fue seguido a un PLR para mí, y sí, fue un maricón.

- Mi primera PLR: No estoy bien segura, pero creo que fue por teléfono, cuando tenía unos 14 años. Y fue mi primer pololo quien me la dio. Recuerdo que lloré cinco minutos y de ahí estaba pensando en la fiesta de colegio que se venía, cosas de niña.

- Mi primer trabajo: Sin contar la práctica profesional, fue en un conocido sitio noticioso online con el cual tuve un romancillo que duró años, un casamiento que duró un par y posterior divorcio, que fue ansiado, indoloro y rápido. Primero estuve en farándula. Jamás olvidaré que la primera pauta que cubrí fue la despedida de soltero del Negro Piñera en el Passapoga jajajaa, imagínense yo, una pollita, a las 1 am, en un night club, sin cachar mucho, mientras un tipo, ebrio me gritaba “oye, yo te conozco, he leído mucho de tus artículos”, siendo que jamás había publicado nada con mi nombre jajajajaa. O otros tipos con pinta de millonarios y acentos argentinos, que me invitaban a acercarme porque “querían conocerme”. Esa onda.

- Mi primer matrimonio: Jjajja esta la pongo, porque me tinca que me voy a casar una segunda vez. Sí, al puro estilo Liz. Bueno, mi primer matrimonio fue tierno, lleno de ilusión, medio infantil también. La boda en sí fue un lindo momento, por cliché que suene eso, de veras que será irrepetible. Mi primer matrimonio duró un par de años y la separación fue abrupta y dolorosa.

- Mi primera “cogida” sin amor: Fue a los 25 años, ya viejita y ya casada. Creo que el sujeto se llamaba Juan Pablo y era un ingeniero en algo. Jamás olvidaré el olor de su colonia, se echaba tanto el pobre. De hecho la he descubierto de nuevo en otros, ya sea en el metro o donde sea. Jamás me olvidaré que el hallazgo del sexo sin amor fue la pieza de un motel. Yo arriba, él abajo. Yo mirando por la ventana, viendo amanecer y escuchando los pajaritos y pensando “Wow, así es que esto es acostarse con alguien que ni conozco” jajaajjaja.

2 comentarios:

Real Fenix dijo...

genial tus primeras veces...que memoria...

Alos30 dijo...

Es que son cosas que me marcaron! oye y las tuyas? alguna primera vez en algo que rememores?