martes, 17 de junio de 2014

Tu mentira rosada

A Cecilia Bolocco le pasó. Una mujer inteligente, la más bella del universo, con buen apellido, buenos contactos, entonces ¿por qué a mí no me podía pasar también? Bueno, lo de Cecilia fue más trágico porque ella se llegó a casar con el personaje que después resultó ser gay.

Esta es la primera vez que trato este tema de manera pública. Lo he conversado miles de veces con amigos, con mi familia y con mi almohada, pero no es hasta hoy, a casi un año desde su “confusión” que he decidido comentar aquello que pareciera ser tabú, es como que todos saben, pero nadie lo dice, bueno yo lo digo, el hombre con quien estuve un año  y medio, el mismo con el que yo me proyecté, con el cual yo habría traído hijos al mundo y toda la parafernalia, al parecer es gay.

Digo al “parecer”, porque yo no lo he visto dándose un beso con otro hombre, ni acostándose con otros, ni durante nuestra relación lo pillé viendo ni porno ni haciendo comentarios sobre otros hombres y tampoco noté nada extraño en el sexo conmigo. Tampoco él ha salido del clóset ni lo he escuchado decir que es gay. No quiero ser injusta con él pero tampoco quiero ser más injusta conmigo y no decir la verdad.

Porque yo muchas veces tuve que “defender” su heterosexualidad durante y hasta después de la relación. “Si me lo preguntas a mí, él no es gay”. ¿Qué fuente más fidedigna que yo? Pero creo que fui ciega o mejor dicho, no quise mirar. ¿Para qué, si todo era tan re perfecto? O por lo menos eso pensaba hasta hace un año más o menos.

Él y sus trajes de marcas rimbombantes, él y sus putas corbatas de colores rimbombantes, él y sus viajes – escapadas de la realidad-  él y su obsesión con andar combinado de pies a cabeza, él y su locura por dejar la ropa lista para la mañana siguiente aunque hayan sido las 4 am, él y su programación tipo carta Gantt, él y sus tapper preparados por su mamá porque era incapaz de hacerse un huevo para el almuerzo, él  y sus mentiras me hicieron a mí vivir en una mentira por un año y medio.

Porque a mí lo que me da rabia no es que el hombre posiblemente sea homosexual, yo respeto tremendamente a los homosexuales, tengo amistades gays, cero rollos, pero eso es una cosa, y otra muy distinta que el otro en su “confusión” aparente algo que no eres y de pasadita, me pase a llevar con sus rollos.

Cuando un día dije “me siento estafada”, no estaba tonteando. Y ahora te hablo a ti: Tú, tú me estafaste. Sí, tú, el que todo el mundo quiere como si fueras el viejo pascuero, como si fueras algo así como súper estrella, cuando no eres más que un mentiroso, un hipócrita que no quiere a nadie, más que a sí mismo. Tú que sólo tienes a un millón de amigos porque te pudres por dentro al estar solo, porque no puedes mirarte al espejo, porque no te aceptas, porque no quieres verte. Sólo te quieres a ti mismo. Ni a tu un millón de amigos quieres, porque con cero prudencia escuché hablar de ellos. “Bipolar”, “loca”, “mediocre”, “poca cosa”, fueron algunos de los comentarios que me hiciste sobre algunos, los más queridos.

Ahí, en ese mismo minuto yo debí saber con quién me estaba enfrentando: un saco de gueás con recomendación. Un hombre que vivirá su vida entera aparentando cosas que no son. Me mentiste, y me dejaste sola cuando más te necesité, porque vuelvo a decir, tu sólo te quieres a ti mismo. ¿Buena persona? Una buena persona no me dice con soberbia “no saco nada con llorar sobre la leche derramada, porque ya fue”, cuando yo, dolida te enfrenté porque cuando pasó lo de mi mamá no estuviste cerca. Y mucho menos, una “buena persona”, me explica a mí que nunca se acercó (más que un mail de buena onda) a mí porque “quería hacer una diferencia entre el pololeo y el término”. Vanidoso, egocéntrico, narcisista. Poca cosa.  

Yo ya me cansé. Me cansé de permitir que tú le hagas pensar al resto que eres tan bueno, y el mejor ex, tan civilizado y bueno…. No eres más que un saco de mentiras rosadas y tragos de colores a quien yo amé sin condiciones. Porque yo amé a este personaje ficticio y conseguí algo con lo cual hoy lucho todos los días: reamar mi vida en base a la verdad y a la realidad.

A mí no me duele la verdad, prefiero conocer a alguien que tenga unos defectos abismantes, pero que sea capaz de mirarme a la cara y de frentón decirme “hola, soy un looser”, porque eso me da la opción de elegir si estoy o no con él, pero tú no me diste opción. Me pintaste algo que no era y claro, como dicen, uno puede mentir mucho tiempo, pero nunca para siempre.

Convertiste una parte de mi vida en mentira. Y eso ha sido un golpe tremendo, porque me obligó a mirarme también y rearmarme en un mundo que no es nada de rosado te contaré, donde no hay tragos de colores sino que destilados, donde la gente está dañada en serio , donde a veces no hay vuelta atrás, donde a veces uno no está con alguien por amor sino que por deseo o soledad, donde uno no siempre está cantando bajo la lluvia ni en los mejores lugares, ni con los mejores amigos, ni con los mejores tragos, donde uno a veces tiene que comer mierda un rato, porque la vida es así. ¡La vida es así! Es altos y bajo no es una puta canción eterna de David Guetta.

Mi CM preferido. ¡Buenos días! ¡Buenas noches! ¡Saludos! ¡Un abrazo Jessi! ¿un abrazo por correo electrónico cuando mi mamá tenía cáncer? ¿Un posteo de saludos cuando yo me estaba muriendo de pena? ¡Todo es para mejor! Cuando tú jugaste a las barbies y al kent con mi vida ¿really? Y después… tu buena onda de amigos…. ¡MENTIRA! Todo lo tuyo es mentira. Y eso es lo que yo no perdono. Porque que me hayas dejado de querer es comprensible, pero el resto, no es digno de “una buena persona” como te  encanta venderte.

Y lo más triste es que soy la única que lo dirá y lo gritará, tú no eres buena persona. Y lo digo una y otra vez. Pero hay algo mágico en todo este proceso, y eso es que yo – con mucho tesón – he ido reencantándome de nuevo con la vida y el amor, pero con la vida y el amor real. En fin. Buen viaje, no tengo nada más que decir sobre este tema, ya me exorcicé. Te saqué de mi vida ya y te saco de mi rabia también desde el momento exacto en que publico esta entrada. 



No hay comentarios: