viernes, 30 de noviembre de 2012

Yo me masturbo, tu te masturbas, todos nos masturbamos


A nosotras las mujeres, por lo menos de mi generación – estas últimas generaciones son bastante menos acartonadas – desde chiquititas nos meten en la cabeza que la palabra masturbación es como cochina, fea, poco glam. Y el acto en sí, es algo secreto, medio dark.

En cambio los hombres en eso tienen más libertad. Entiendo por lo demás que los hombres hasta se enorgullecen que se masturban, lo ven como una necesidad, como algo lógico, casi de machos. Cero rollo. Manuel Neira y su masturbación grabada, es un claro ejemplo de ello.

Pero la verdad de las cosas es que la masturbación es algo natural para los dos géneros por igual y durante toda la vida, no sólo en la pubertad o adolescencia. Y en todos los estados, no sólo en la soltería y no sólo en la soledad, sino que de a dos también. Lamentablemente eso una lo aprende en el camino, viviendo, nadie te lo dice.

Siempre he pensado que si uno no sabe cómo tocarse o qué cosas a una le gustan, ¿cómo cresta le vas a poder indicar al otro? El sexo pienso, que es algo que parte por casa. Lo mismo que los orgasmos, hay que hacerse cargo de ellos y no dejar esta responsabilidad en el otro. Y eso es, creo yo, una de las funciones del autoerotismo.

Hoy los expertos hasta recomiendan hacerlo para quienes padecen de fobias sexuales, disfunciones o problemas de sexo en pareja. Así de sano es. Por lo que creo que el llamado es a perderle el miedo y a sacarle todos los tabúes y mitos ridículos relacionados al tema.

Nunca olvidaré cuando un ex pololo me contó que su profesor de biología le dijo que no era bueno masturbarse tanto porque de lo contrario, quedabas estéril. A una le dicen que si lo haces mucho, después no podrás gozar en pareja porque la masturbación es un acto egoísta y un sinfín de gueás que es mejor borrar del disco duro.

De hecho el otro día leí una columna notable en el que la persona aseguraba con fundamentos casi irrefutables, que hoy al hombre no se le conquista a través del estómago o cocina como aseguraba nuestra abuelita, sino que en la cama y con técnicas de excelencia en el manejo de la masturbación masculina.

Y es cierto, hoy un hombre no cae rendidos a nuestros pies porque hacemos una rica cazuela, hoy un hombre queda embobado si somos buenas amantes, lúdicas, sin complejos y con técnica (entre otras cosas, obvio, si el sexo no lo es todo).

Por otro lado, en el mercado actualmente existen una gran variedad de juguetes sexuales para mujeres. No para solteronas tristes o que les falta pico – como se estila decir – sino que para mujeres que se hacen cargo de su sexualidad, que no tienen miedo a probar, y a probar solas primero.

La autoestimulación es tan normal y sana como comer o ir al baño. Y, al contrario de lo que pensaban hace tan sólo unos pocos años atrás, mejora nuestra vida sexual. Porque una mujer que sabe lo que quiere, cómo lo quiere, y dónde lo quiere, hoy es altamente cotizada.




3 comentarios:

Real Fenix dijo...

me encanta masturbarme y más me gusta cuando mi pareja me cuenta que l ohace cuando no estamos juntos...obvio me me dice que piensa en mi..tendré que creerle jaja...eso de una mujer lo sepa hacer a un hombre es un buen tema..en mi caso no recuerdo a ninguna que se haya atrevido a hacerme una paja y con éxito...siempre suele ser algo torpe y causando dolor por más que uno les intente decir como...pierden la paciencia rápido.

Alos30 dijo...

Si pue, es todo un desafío!! jajaja, pero tb es importante que el otro aporte en cómo le gusta. Pasa lo mismo con nosotras, no falta el que jura que nos gusta fuerte, rápido, como si fuera fin de mundo! y tb incomoda y duele, pero... hay que orientar.
Saludos!!

Alos30 dijo...

Si pue, es todo un desafío!! jajaja, pero tb es importante que el otro aporte en cómo le gusta. Pasa lo mismo con nosotras, no falta el que jura que nos gusta fuerte, rápido, como si fuera fin de mundo! y tb incomoda y duele, pero... hay que orientar.
Saludos!!