domingo, 9 de diciembre de 2012

Mis piropos favoritos


Pensaba en lo siguiente:  con los años y las etapas que uno va quemando en la vida, los piropos o halagos que a uno le gusta escuchar de un hombre van cambiando.

A los 15 años uno podía derretirse porque te decían que eras linda, a los 20, porque eras sexy y deseable, pero a los 30 pasa algo con esto. O sea, no es que a una no le guste que le digan bonita o sensual, pero, por lo menos en mi caso, siento que soy mucho más que eso (dijo la humilde jajaja).

No, pero hablando en serio, a mí lo que hoy me derrite es un hombre que valore mi trabajo, que me diga que soy buena profesional, que le parezca atractiva mi parada en la vida, la forma en que enfrento la vida, más que soy bonita o tierna.

Nunca olvidaré que a mis 20 y tantos años, un tipo se le ocurrió decirme como máximo halago “me encanta tu pelo”. O sea, la etapa de mi atractivo en la cabeza (soy crespa y colorina) como que lo encuentro trillado. Y a estas alturas, creo que vomitaría si alguien va y me dice que le gustan mis ojos. O sea ¿es broma cierto?

Pero no había cómo escuchar que un hombre poco menos que aullara por los encantos sexuales y sensuales de una. Ya está bien, aún me gusta eso, pero tiene que ir acompañado por estos otros halagos a los que hago mención y que tienen que ver con el carácter de una.

Pasa lo mismo para el otro lado. A mis 15 años yo buscaba a un chiquillo que besara bien. A mis 20 años, buscaba a un jovenzuelo que follaraba bien, a mis 30 años, busco un hombre que me bese, me folle y me quiera bien. Más claro que eso, imposible… ahora quizás qué busque a los 40. Bueno, pero eso da para otro blog.

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