A nosotras
las mujeres, por lo menos de mi generación – estas últimas generaciones son
bastante menos acartonadas – desde chiquititas nos meten en la cabeza que la
palabra masturbación es como cochina, fea, poco glam. Y el acto en sí, es algo
secreto, medio dark.
En cambio los hombres en eso tienen más libertad. Entiendo por lo demás que los hombres
hasta se enorgullecen que se masturban, lo ven como una necesidad, como algo
lógico, casi de machos. Cero rollo. Manuel Neira y su masturbación grabada, es
un claro ejemplo de ello.
Pero la
verdad de las cosas es que la masturbación es algo natural para los dos géneros
por igual y durante toda la vida, no sólo en la pubertad o adolescencia. Y en
todos los estados, no sólo en la soltería y no sólo en la soledad, sino que de
a dos también. Lamentablemente eso una lo aprende en el camino, viviendo, nadie
te lo dice.
Siempre he
pensado que si uno no sabe cómo tocarse o qué cosas a una le gustan, ¿cómo
cresta le vas a poder indicar al otro? El sexo pienso, que es algo que parte
por casa. Lo mismo que los orgasmos, hay que hacerse cargo de ellos y no dejar esta responsabilidad en el otro. Y eso es, creo yo, una de las funciones del
autoerotismo.
Hoy los
expertos hasta recomiendan hacerlo para quienes padecen de fobias sexuales,
disfunciones o problemas de sexo en pareja. Así de sano es. Por lo que creo que
el llamado es a perderle el miedo y a sacarle todos los tabúes y mitos
ridículos relacionados al tema.
Nunca
olvidaré cuando un ex pololo me contó que su profesor de biología le dijo
que no era bueno masturbarse tanto porque de lo contrario, quedabas estéril. A una le
dicen que si lo haces mucho, después no podrás gozar en pareja porque la masturbación
es un acto egoísta y un sinfín de gueás que es mejor borrar del disco duro.
De hecho el
otro día leí una columna notable en el que la persona aseguraba con fundamentos
casi irrefutables, que hoy al hombre no se le conquista a través del estómago
o cocina como aseguraba nuestra abuelita, sino que en la cama y con técnicas de
excelencia en el manejo de la masturbación masculina.
Y es
cierto, hoy un hombre no cae rendidos a nuestros pies porque hacemos una rica
cazuela, hoy un hombre queda embobado si somos buenas amantes, lúdicas, sin
complejos y con técnica (entre otras cosas, obvio, si el sexo no lo es todo).
Por otro
lado, en el mercado actualmente existen una gran variedad de juguetes sexuales
para mujeres. No para solteronas tristes o que les falta pico – como se estila
decir – sino que para mujeres que se hacen cargo de su sexualidad, que no
tienen miedo a probar, y a probar solas primero.
La
autoestimulación es tan normal y sana como comer o ir al baño. Y, al contrario
de lo que pensaban hace tan sólo unos pocos años atrás, mejora nuestra vida
sexual. Porque una mujer que sabe lo que quiere, cómo lo quiere, y dónde lo
quiere, hoy es altamente cotizada.
3 comentarios:
me encanta masturbarme y más me gusta cuando mi pareja me cuenta que l ohace cuando no estamos juntos...obvio me me dice que piensa en mi..tendré que creerle jaja...eso de una mujer lo sepa hacer a un hombre es un buen tema..en mi caso no recuerdo a ninguna que se haya atrevido a hacerme una paja y con éxito...siempre suele ser algo torpe y causando dolor por más que uno les intente decir como...pierden la paciencia rápido.
Si pue, es todo un desafío!! jajaja, pero tb es importante que el otro aporte en cómo le gusta. Pasa lo mismo con nosotras, no falta el que jura que nos gusta fuerte, rápido, como si fuera fin de mundo! y tb incomoda y duele, pero... hay que orientar.
Saludos!!
Si pue, es todo un desafío!! jajaja, pero tb es importante que el otro aporte en cómo le gusta. Pasa lo mismo con nosotras, no falta el que jura que nos gusta fuerte, rápido, como si fuera fin de mundo! y tb incomoda y duele, pero... hay que orientar.
Saludos!!
Publicar un comentario