Es curioso, pero en el último tiempo he escuchado decir
tanto a hombres como mujeres (sub 30) que ellos prefieren salir un determinado
número de veces con alguien antes de tener sexo con esa persona.
Es un comportamiento al que yo he denominado como conducta
sexual vintage y que parte de la base de la máxima (en el caso de ella) si te
acuestas altiro, eres una maraca, por lo que él jamás te tomará en serio y (en
el caso de él) que para saciar el deseo sexual están las putas, porque para
pololear uno debe buscar una dama sin libido.
Y no es que yo esté inventando este argumento o lo esté
suponiendo. Nop. Es el argumento que se entrega para explicar por qué uno debe
demorarse un poquito antes de meterse en la cama con la otra persona.
Cada persona tiene un número de salidas o tiempo mínimo. Por
ejemplo, hay quienes dicen, un mínimo de 3 ó 4 salidas en el mes, otros que hay
que dejar pasar el mes y los más extremos, que dos meses es más óptimo.
¿Qué pienso yo? Que todo es muy relativo. Dudo que la
ecuación sea: No me acuesto con él por un mes, ¿resultado? Me pide matrimonio.
Y tampoco es como Dios, me acosté con él a la primera, cagué, sólo querrá eso
conmigo.
O sea, yo creo que pasan esas cosas, así como también pasa
que aunque hayas esperado un mes para acostarte con un sujeto, después éste, no
te llama más.
Para ser bien franca, creo que es una soberana burrada el andar armando estrategias en torno a esto. De
hecho ahora que lo pienso, a mí nunca me ha pasado que por acostarme prontito,
me han dejado de llamar, o me han llamado prostituta ni me han tratado como
tal. Incluso, esos hombres se han convertido en parejas estables.
Yo no sé si será porque tengo un ojo selectivo para elegir a
mis parejas (no me atraen los guéas), si es porque a pesar del tema de la cama,
sigo dando esta especie de “aura de novia”, si es porque soy buena para la
cama, o si es porque derechamente tengo cuea. Me tinca que es por un poquito de
todas las alternativas anteriores.
Porque efectivamente hay casos reincidentes de minas que no
hay caso, que ningún galla las toman en serio y ellas lo único que quieren es
un pololo. ¿En qué irá eso? A veces pienso que tiene que ver con cómo y qué
proyectas. Ni siquiera creo que tiene que ver con la ropa, ni el look. Es como
una cosa de proyección. Acaso ¿no han escuchado decir a los hombres cosas como ‘tiene
cara que le gusta poco’ ‘tiene cara de caliente’?
Yo en cambio tengo cara de niña de bien. Y lo soy, pero…
santa, ¡jamás! Jajjaa.
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