domingo, 1 de julio de 2012

Un suspiro

Anoche conversando con N de la vida y de nuestros respectivos padres,  recordé que mi papá cumplió 70 años hace tan sólo unos días.  Él se lo celebró comprándose un notebook y yo de regalo le tuve un mouse con un pad combinable y un tazón térmico.

Mi padre, quien antes poseía un PC del año cero, estaba como cabro chico en Navidad con su nueva adquisición. Claro que tuve que ayudarle con algunas instrucciones y conexiones…. Fue ahí que vi que su vista está cada vez peor.

Mi papá tiene esa tendencia de enfurecerse un poco por no ser ya el de antes, me refiero a cosas de la edad, como el deterioro de su visión o la lentitud de movimiento, incluso de la mente. Creo que lo deprime también un poco y a quién no le deprimiría algo así…

Pero conversando con N… anoche salté y dije “70 años… no me quedan más de 10 o 15 años de papá” y ahí me quedé. Porque 10 ó 15 años no son nada… son un suspiro. Demasiado poco tiempo, y ahora cuando lo pienso, incluso me emociono.

A partir de otra historia que me contó N sobre otra persona, cuya mamá se había muerto de cáncer y cuyo papá jamás conoció, comencé a pensar o tratar de imaginarme cómo es o sería la vida sin padres.  Y me quedé en blanco.

Porque aún cuando mi papá o también mi mamá se hayan equivocado en muchas cosas conmigo, aún cuando se siguen equivocando a veces, ellos son mis padres y sé que me aman, y yo los amo de vuelta.

También me acordé de mis continuos alegatos de porqué les gusta tanto que los vaya a ver todas las semanas, siendo que siempre he pensado que semana de por medio es mucho más interesante. Pero cuando me di cuenta que estamos hablando de 10 ó 15 años, me di cuenta de cuán importante es, que es tiempo vital, y que no quisiera dejar pasar momentos…

Y es curioso cómo a raíz de todo lo anterior, también entiendo más la relación que N tiene con sus propios padres… de sus ideas y preocupaciones. Anoche lo escuchaba hablar acerca de lo que él piensa que podría ser una buena idea hacer cuando sus padres estén más viejitos… en otro minuto algo así me habría dado cierto soponcio o tal vez, ciertos deseos de salir arrancando, pero en esta oportunidad sólo pensé en que él es realmente un buen hombre, con un corazón gigante. O sea, siempre lo he sabido, pero ahora no lo digo como su amiga, sino que como su pareja.

Admiro a este hombre que tengo  a mi lado y que mi madre, jura de guata que es el resultado de sus continuos rezos a Santa Rita jajajaa. Lo dedujo una vez que se él le contó que también creía en la santa jajaj. Bueno, sea o no el enviado de Santa Rita, la verdad es que él me enseña a ser mejor persona.

No hay comentarios: