¿Qué es tener buen sexo para ustedes? Es ¿tirar
todos los días? O tal vez ¿dos veces a
la semana? Es ¿tener muchos orgasmos por cada vez? ¿es tener un solo orgasmo?
¿multiorgasmos? ¿es gritar? ¿es hacerlo en lugares distintos? ¿es hacer todas
las posturas tipo kamasutra? ¿es hacerlo con el amor de tu vida o con un
desconocido?
Supongo que cada persona que lea esta entrada
tendrá una respuesta distinta para esta pregunta, tan personal. Porque lo que
para mí puede ser sexo increíble, para
otro, puede resultar una lata o una aberración.
De acuerdo a mi experiencia, el sexo, así como
el amor, va cambiando con el tiempo y va de acuerdo a la etapa por la cual pasa
cada persona de manera individual y también en pareja. Hay etapas de la vida
donde uno privilegia la cantidad por sobre la calidad, otras donde el orgasmo y
ojalá los multiorgasmos parecen ser la meta final.
Y hay otras etapas donde el orgasmo, aún siendo
importante, pasa a ser consecuencia de y no el único propósito. Una etapa donde
uno disfruta con ver disfrutar al otro, donde uno es generoso con el cuerpo,
con las sensaciones y con los gustos del otro también, pero, sin dejar de lado
las propias. Creo que es posible lograr ese equilibrio cuando se está con otra persona
que sintoniza en la misma frecuencia sexual de una.
Para mí, hoy el mejor sexo es aquél que uno practica con la persona que uno
quiere – no es un cliché, el sexo casual también es placentero, pero para mí no
hay como aquél que se hace con cariño y confianza – aquél que implica entrega
de verdad y que no sólo se practica por satisfacer una necesidad física, y aún
cuando se dé el caso – porque el cuerpo pide independiente de lo que opine el
corazón – es aquél que en la misma
lujuria sigue estando conectado a la realidad, a un sentimiento, es aquél que
construye y genera complicidad, que crea entre dos personas una especie de
secreto especial que sólo ellos dos saben y donde no hay cabida para nadie más en
ese mundo.
Lograr tener y combinar buen sexo con amor, ha
sido una de las grandes batallas de mi vida. Durante mucho tiempo pensé que era lo uno, o era lo otro. Pero con bastante
trabajo, reflexión, madurez y lecciones aprendidas en el cuerpo y en el corazón,
me di cuenta que sexo con amor, y buen sexo más encima, son totalmente
compatibles.
El resto: la cantidad, la intensidad de los orgasmos o
cuántas calorías se gastan en una pasada, son puras gueás. Así,
cortita. Pero eso lo enseña el tiempo no más.
1 comentario:
hola
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