Supongo que ya se ha hablado
hasta el hartazgo de las minas tipo “Cristina”, el nombre del personaje de la
teleserie “Soltera otra vez”, que debo confesar, sigo.
Que está lleno de Cristinas este
mundo, que la mina con el vestido de novia en la cartera, la que quiere una
relación, pero que se fija en puros pasteles, la que es hasta medio idiota y
aún sueña con el príncipe azul, etc.
Y la verdad es que me he dado
cuenta que también en esta selva de las relaciones humanas, también merecen un
lugar los Cristinos. Porque si bien aún subsiste ese prototipo del hombre
zorrón, súper cool, conquistador que le cargan los compromisos y pasan de cama
en cama, también está aquél hombre que SÍ quiere una relación, comprometerse,
proyectarse con alguien, pero que por alguna razón, se mete con puras minas pastelas y locas que quieren cualquier cosa menos una relación con proyección.
Esta entrada va en rescate de
este macho de buena cepa, pero que al parecer, igual que las Cristinas, mal enfocado en la vida. Apunta mal, pésimo y siempre termina enamorándose de la mina que no
es para él, de la loca, de la sociópata, sicópata, la maraca, y un GRAN ETC.
Curiosamente en el último tiempo
me he topado con un par así. Y veo que son hombres buenos, trabajadores,
ahí está el ideal para cualquier Cristina, pero por alguna razón las Cristinas
no los ven o los desecha por esta estupidez de la naturaleza femenina de
sentirse atraída por el chico malo, rebelde, el indomable…. No es mi caso en
verdad porque yo odio a ese estirpe de macho, a mí me tiende a atraer el hombre
bueno, pero trastornado, aquél con el dilema existencial. Igual de pastel en
todo caso para este tipo de definiciones.
Pero ¡basta! yo hago humilde llamado a darles una
oportunidad a los Cristinos y ver lo que ofrecen. Suelen ser hombres generosos
que como hace tanto que andan buscando una relación, y un amor bonito, a penas
lo ven (o creen verlo) tienden a ser
jugados a y valorar todo. Tienden a la fidelidad, a contener cuando se les necesita... a ser buenos compañeros de vida.
Algunas podrán decir que los
hombres muy buenos son una lata, o que son nerds (o hipster como ahora se
llaman), son fomes y que no hay como la
buena adrenalina que te ofrece el gil
winner que no te pesca ni en bajada y al que una debe domar a punta de
estrategias enumeradas en un libro que habla sobre cómo ser la mejor cabrona del mundo.
Personalmente, entrada ya a la
década de los 30, lo único que quiero es que si estoy en pareja, el hombre que
esté a mi lado me quiera, no me amargue la existencia, ni me dé más problemas….
Si a esta conjunción se le agrega una atracción y amor mutuo, una relación
decente y con proyección, creo que el resultado final son una cristina y
un cristino reunidos bajo el milagro del
momento oportuno….
Así que, Cristinos del mundo, no pierdan esperanzas, hay más
minas que la clásica Glenn Close de “Atracción fatal” o para ser más moderna,
más que la del tipo “Summer” de “500 días de Summer”, hay vida más allá, sólo que hay que saber
cuando decir cuando.
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