El otro día pensando en la vida, me di cuenta
de algo que no me había percatado hasta ahora.
Cuando marcaba el reloj las 12 de la noche del 31 de diciembre de 2011
para dar paso al 2012, yo como un ritual que venía haciendo desde el 2010, deseé con fuerza lo siguiente:
“quiero tener una relación de pareja”.
Es que me había dado cuenta de la fuerza de las
palabras y de los decretos, cuando el 2010 pedí “quiero tener mucho sexo”. Sí,
eso pedí, tenía mis motivos para que ese fuera mi deseo de año nuevo. Claro que
tal como dice el refrán, hay que tener cuidado con lo que uno pide, porque
puede hacerse realidad.
Efectivamente el 2010 fue un año de
descubrimientos en esa faceta, pero…. Nunca me imaginé que en el camino iba a
querer una relación de pareja. Así que eso fue lo que pedí para el 2012, digamos
que fui más específica. Bueno, y también decreté otra cosa, ya saliendo del
2011, un año muy bueno, pero que terminó de manera difícil y aleccionadora,
cuando se me acabó el reemplazo que estaba haciendo y me quedé sin pega. Y dije
así, cual Scarlett O’Hara en "Lo que el viento se llevó": “Nunca más volveré a ser pobre, nunca más me quedaré
sin nada”.
Bueno, cual cuento de hadas (y no estoy
mintiendo, ni poniéndole color) a fines del mes de enero, una noche en que me
dio frío, partió mi historia con N. Y sin analizarlo, ni pensarlo demasiado, de
pronto llegó a mi vida el tipo de relación que quise. De manera prácticamente
paralela, llegó a mí una pega que me arregló la vida. Y todo ha ido mejorando hasta ahora…
De pronto, siento que tengo todo lo que he
querido. A veces me da miedo porque me pongo fatalista y me pregunto ¿y hasta
cuándo me dura? Supongo que me da susto perder todo esto tan bueno… pero creo
que por lo menos en cuanto a la cosa laboral, estaré estable este 2012 dentro
de mi aparente inestabilidad.
Como sea, a lo que voy es la importancia de
soñar, y de decretar aquello que añoramos. Hace un tiempo le escuché decir a
Madonna una frase relacionada a esto y era algo así como que muchas personas no
lograban lo que querían, porque tenían miedo a pedirlas. Yo estoy convencida
que a veces uno mismo se bloquea los sueños, uno mismo se pone trabas y se auto
boicotea, por lo mismo hay que aprender que todo es posible, TODO, cuando uno
realmente se lo propone.
Mi nuevo decreto tiene relación con la
extensión de esta felicidad tan nueva para mí. Decreto que no sólo esto bueno (laboral
y personal) persistirá en el tiempo, sino que MEJORARÁ. Ese seguramente será mi
deseo de año nuevo 2013. Estoy segura que ese será
Estoy es también como la maravillosa película “El
Mago de Oz”, una cinta que volví hace un año atrás, ya con mis 30 años a
cuestas, y que encontré que tenía un mensaje maravilloso, relacionado a los
camino que hay que recorrer, las lecciones que hay que aprender y que al final,
todo lo que uno busca está en uno….. en este espectro los zapatos rojos
brillosos de Dorothy es su fuerza del decreto “There’s no place like home”..
etc. Así que a usar esos zapatos y a empezar a decretar.
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