viernes, 10 de junio de 2011

Mi primo


Durante varios años tuve un pololo que era celópata, sí, ni siquiera podía decir que era celoso, porque hasta de mis amigas sospechaba, según él poco menos que todas eran lesbianas y querían darme.

Me quedé bien sola en esa época porque el gil me hacía problemas por todo y si quería ir a cualquier parte (llámese carretes, fiestas, juntas) era siempre pelea… aunque al final no sólo iba, sino que además me lo cagaba jajajaj y pensaba “bueno, para que tenga motivos reales para hacerme atados”.

Reconozco que yo también era la gil que le aguantaba sus berrinches, pendeja, si igual en esa época era sub 20 y era mi primera relación importante y de larga duración (5 años duró el calvario, ay perdón, la relación jajaja). Y hay un “detallito” que no he contado jajaja y que no me gusta contarlo tanto, pero él era mi primo. Sí, hijo de mi tía, hermana de mi padre. Dios.

Nos conocimos de bebés, obvio. Él en pañales y yo arriba de mi caballito con ruedas. Cuentan que desde siempre hice lo que quería con él jajaja, onda típico que le robaba los juguetes, pero para que no llorara, le daba uno mío. Así, hacía mi fechoría sin que nadie me retara jajaaj.

Éramos bien yuntas y jugábamos harto de niños hasta que a los 5 o 6 años de edad me fui con mi familia a vivir a USA. Ahí se cortó el lazo hasta que volví, tipo 11 años. Nos volvimos a ver y volvimos a jugar. Pero fue ahí que, por alguna razón que desconozco, él se enamoró de mí. De hecho, años después me detalló cómo andaba vestida esa tarde de verano cuando nos volvimos a reencontrar…. Mis calcetines cortos blancos con vuelitos, mi short rosadito.. increíble.

Pasaron los años y ya de adolescentes intensificamos nuestra amistad. De repente hasta salíamos juntos, yo le contaba mis secretos, sobre mis pololos, mis aventuras en fiestas, etc etc etc. Incluso me iba de vacaciones con mi tía, mis primas y él a su casa de la playa en Cartagena. Lo pasaba chancho, me compraba chucherías en la feria artesanal (un clásico), comíamos churros, jugábamos cartas, veíamos películas y nos reíamos mucho. Yo no cachaba que yo le gustaba, en lo absoluto.

Hasta que una tarde, cuando fui de visita a su casa con mis papás (el exacto día en que murió Lady Di, miren qué top ajjaaja), él me besó en la boca y a mí casi me dio un colapso nervioso.

No obstante con el tiempo la idea me fue acomodando, nos llevábamos tan bien, nos conocíamos o por lo menos eso creía. Nuestro pololeo fue dulce e inocentón en un inicio. Mucho regalo, mucho cumple mes etc etc, pero al poco tiempo mi primito comenzó a mostrar las garras. O sea, yo sabía que él era antisocial, que le cargaban los carretes, que no fumaba ni tomaba alcohol, peor él pretendía convertirme en mormona igual que él, parece.

Me hacía sentir mal a veces, como mala por querer compartir con más personas, o por querer hacer cosas propias de una chica de 20 años: PASARLO BIEN, ponte tu jajajaa. Igual, insisto, yo pava por estar con él durante 5 años.
Si se están preguntando si me acosté con él bajo el riesgo de tener una guagua de 7 cabezas jajja, la respuesta es no. O sea, igual recuerdo haber incursionado con él, incluso íbamos a moteles (qué loco esto), pero más que besitos y tocadas acá y allá, no pasó más.

Recuerdo que lo nuestro se acabó letalmente cuando yo partí a cubrir por una semana el Festival de Viña por mi práctica profesional. Con suerte se despidió de mí, me llamó con cuea una vez durante todo ese tiempo y cuando volví estaba convertido en un imbécil, todo porque juraba que yo bailaba todas las noches sobre una mesa con esta nueva libertad…. Patético. Lo patié.

Me estuvo sicopateando un buen tiempo, lo recuerdo. Me mandaba emails, y hasta creo que me asechaba (él me confesó en un correo que me veía pasar cuando tomaba el metro), miedo. Cuando ya la cagó fue cuando me mandó un correo extraño casi celebrando en solitario el día que nos dimos el primer beso… ahí lo mandé a la mierda.

Nunca más tuve ningún tipo de contacto con él, pero como es mi primo (Dios) mis papás lo han seguido viendo y todo, incluso creo que me mandaba saludos, hasta hace poco. Hoy sé que está casado con una niña que se llama igual que yo, también es papá de una niñita y entiendo, que está feliz.

A pesar que me hizo un poco insoportable la vida, yo me alegro que esté bien, desde la distancia, claramente. No era mal hombre y claramente le tuve mucho cariño, sé que él me quiso también, de manera equivocada, cierto, pero está perdonado por ser pendejo. Cosas de la vida…

4 comentarios:

Real Fenix dijo...

Primos y primas hay no llegue al extremo de tener una como polola pero si me encantaban dos una por cada lado de la familia jeje...solo las admiraba y deseaba en silencio, algo escuche de colitas de chancho de hijos entre primos jaja

Alos30 dijo...

Sí colitas de chancho! todo el rato.... no, todo mal con meterse con el primo, aunque sé que hay quienes se llegan a casar y viven felices comiendo perdices... hay de todo!

Anónimo dijo...

La vida da muchas vueltas, al final cualquiera puede quedar como el malo de la película, cuando las realidades tienen ópticas distintas, el tiempo es el único que decide. Gracias a Dios, hoy soy feliz, y espero que tu también, tu primo.

Alos30 dijo...

????? jajajajja ¿es broma cierto?