martes, 19 de abril de 2011

Nostalgiatitis


Me carga tener algunos pensamientos rarírificos dando vueltas, siendo que en realidad debería andar con pajaritos en la cabeza o cantando, o no sé. No debería sentirme así y estoy pensando que quizás algo pasa, algo anda mal y me molesta como una piedra en el zapato, más aún cuando no tengo muy claro qué es.

Me siento culpable en parte y sé que en vez de andar latigándome por esto, debería dejarlo ser y guardar el látigo. Pero me cuesta hacer eso.

Hoy cuando iba camino a la pega y miré para afuera, me sentí de nuevo con ese hoyo en medio del alma y con esa angustia entrampada en mi garganta. Y me da pena, y rabia a la vez, el constatar de pronto, que este tipo de sensaciones y sentimientos no se han ido del todo. Aparecen menos que antes, pero siguen ahí.

Ando nuevamente en silencio, versión mute. Sin ganas de hablar mucho de lo que me pasa. Ni siquiera quiero hablar con M, prefiero no enterarme si es que hoy amaneció con la luna, sin la luna…. Porque tengo la sensación que si me entero de eso, voy a colapsar y en mala.

Es curioso, pero con este derroche de energía que ha tenido en estas últimas semanas, el mismo que he mirado con cautela y a la vez con sorpresa y porqué no decirlo, ilusión y emoción, creo que difícilmente puedo volver atrás, vale decir, volver a dar ánimo, volver a esperar que le den ganas de salir, volver a que le den ganas de verme… No. Y lo peor es que me siento culpable por eso también, sueno como un ogro, como el grinch de las relaciones…. Me siento egoísta (latigazo).

Y sé… sé que para estar con él debo estirar mi generosidad como un chicle. Dar sin mirar, entregar sin esperar. Pero en días como hoy, realmente me empieza a fastidiar el asunto de tratar de ser tan solidaria. Mmmm estoy enojada. Y cuando estoy así siempre hago y digo leseras.

Luego se viene otro pensamiento nefasto a mi cabecita, y es que por más que trato y trato, por más que le pongo color, por más que me ilusiono o sueño despierta, por más que construyo y armo…. Pareciera a ratos que no estoy lista para tener y asumir una nueva relación, como la gente. Y eso se me clava como un puñal en medio del corazón. Hay algo que obstaculiza eso, y capaz que sea yo, que sea yo y mis miedos y contradicciones. O capaz que sea mi tendencia al autoboicot o capaz que sea que busco justamente situarme en una relación donde la proyección es prácticamente imposible o que cuesta harto, por lo bajo.

Ayer de hecho me pasó algo rarísimo, un compañero de trabajo me empezó a hablar lo que había hecho con su polola el fin de semana, que fueron a comer y a no sé qué más y a mí me vino un vacío tremendo, tipo caída libre. Sentí como un agujero sin fondo en medio del alma y comenté “hacía esas cosas con mi ex…. a veces extraño hacer esas cosas”…. Y él me respondió “eso lo da el tiempo no más”, deduciendo que con M, no tenía eso.

Es cierto, no tengo eso… y no sé qué chucha me pasa, pero me duele. Tal vez lo que me pasa a mí es que no estoy hecha para “andar” con alguien, que me genera inseguridad y cierta angustia esta cosa que es, pero no es… esto de andar con miedo y dando pasos como caminando por un campo minado, un paso en falso y cago. Me tiene cansada esto de andar probando sin arriesgarse demasiado, esto de acercarse pero no tanto para que no duela, esto de estar ensayando cosas para ver si resultan o no. Una mierda.

Me duele no tener a alguien (pareja) con quien contar en serio, me duele no poder saber con certeza, (de esa ciega y casi sin explicación), que si yo ahora, en este preciso momento o un lunes de madrugada o un miércoles por la noche lo necesito, presente en cuerpo y/o en alma, va a estar y no, mirándose el ombligo, sin contestarme, perdido en medio de sus rollos.

Me duele no tener esa cosa de llamarlo y decirle espontáneamente “oye, veámonos, vamos por un café” o “acompáñame a esto o pasemos el día juntos, te quiero ver porque sí”. No lo tengo, por mil razones y me doy cuenta que todas esas apuntan a él….. que él no es espontáneo, que él está bajoneado, que él se siente absorbido. ¿Y yo? En nombre de la solidaridad, me recojo, retrocedo, como un animalito asustado, amenazado. Dejo de hacerlo porque ya han sido demasiados “no”, y como que el ego se me resiente y como que la vanidad y el amor propio alzan una banderita blanca.

Y ahí me quedo, esperando, hasta pensando que quizás soy yo la que está mal y que debo recapacitar. Estoy chata de recapacitar. Y creo a ratos que me merezco más…. Y me duele sentirlo y me duele decirlo porque tampoco es justo para él, porque sé que no puede más, por ahora… y digo por ahora, con una esperanza y una ilusión que me quema y me ata. ¿Y si nunca puede?

También estoy hastiada de medir las palabras, de tener un súper filtro, porque es tanto lo que me he reprimido en ocasiones que ya estoy dudando de lo que siento… porque claro, reprimir las palabras y las emociones, por la razones que sean, las van matando y enterrando de a poco. Y lo que es aún peor, se me van yendo las ganas… de decirlas o de sentirlas. Así de sincera. Es quizás un poco lo que me dijo una vez M “por algo aún no puedes decirlas”.

2 comentarios:

sandracat dijo...

Aunque suene archipronunciado...cuando las cosas ya no son pa´disfrutarlas, cuando empiezas a sentir que existen silencios molestosos...mejor dar el paso al lado.A veces, en esto de salir de una relación y embarcarse en otra...una se pierde...se pierde y se olvida de lo que realmente quiere.
Slds.

Alos30 dijo...

En lo último que dices tienes muchas razón. Yo vivo saltando de una relación a otra... lo hago conciente y también inconcientemente. Y cuánto sé que no hace bien... Quizás sea eso precisamente la piedra que llevo en el zapato y que me molesta al avanzar... gracias por tus palabras y gracias por pasar :)