martes, 26 de abril de 2011

¿Estás conmigo o no estás?


El amor vale callampa. Sí, así de positiva ando hoy. A la mierda lo políticamente correcto y la generosidad. Y sí, me voy a arrepentir de esta entrada, pero no, no pienso borrarla (jamás hago eso).

Bueno, quizás no sea el amor lo que valga callampa, si no tal vez sea la falta de él o la conciencia de que hay carencias en ese aspecto, porque si una no se da cuenta o te haces la loca, en realidad no te das cuenta y vives feliz.

Pero… ¡adivinen! No soy ni loca ni gueona, incluso hoy lo lamento un poco jaajajaja. En fin, quizás le estoy poniendo color. Pero ayer, ¿se acuerdan que me preguntaba si M iba a darme apoyo ahora que estaba en la dimensión desconocida? La respuesta no tardó mucho en llegar: NO.

Y es un no por mil razones, porque él tuvo una recaída, no porque no puede apoyarme cuando él estás así, no porque no tiene fuerzas, no, no, no. La respuesta sigue siendo no y anoche lo supe, cuando lo llamé (no se había aparecido en todo el día, sabiendo que no estaba muy bien) toda amorosa, y claro, lo encontré con voz rara, le pregunté qué le pasaba y me dijo que estaba todo bien, le creí.

Pero la realidad me pegó una bofetada cuando le dije en tono dulzón más encima “pucha, mañana aparece poh, porque te necesito ahora”. Su reacción fue de un silencio seguido a un desganado “ya”. Y obvio, yo reaccioné ante eso como sé no más, con un arañazo: “Bueno, si quieres no más”, ahí me volví a encontrar con una respuesta fría. Le corté emputecida. Le mandé un mensaje de texto, en que le decía que pensaba que yo le importaba, pero que parecía que no tanto, que me dolía eso y que lo liberaba de la “lata” de acompañarme en lo mío.

Me contestó, contándome la verdad, que estaba pal pico y que no quería contarme para no darme más problemas. Bien buena la fórmula. Hablamos después y nada… me di cuenta que camino sola, así es, sola. Que no cuento con él, o sea, sí, pero cuando puede, y eso, al parecer no me sirve, ¿a quién le sirve?

Sus rollos son como una amante codiciosa, loca y celosa, que lo tiene amarrado hace años, no lo deja y él como que se emboba con ella, no la quiere, pero no puede dejarla. No puedo competir con eso, y de pronto, una vez más, estoy echada a un lado. No hay espacio para mí, ni tiempo ni ganas. Y fíjense que yo podré ser muchas cosas, pero lo que nunca he sido es segundona.

Y me duele que él esté tan ciego, y que, tal como me dice mi amiga P, no haga el esfuerzo (de corazón) de acompañarme. Y sólo pido estar, ni siquiera físicamente, sino que cuando a mí se me derrumbe el mundo, yo al estirar mi mano, esté él, pero ayer lo hice y no había nada, no había nadie.

Eso no es estar conmigo, ni si quiera es andar conmigo….. es sólo ilusión y yo no estoy para amores juveniles de media temporada ni de medio tiempo. Yo lo quiero todo, quiero amor, compañía, alguien que me deje acurrucarme a su lado y me haga saber sin decirme nada, sin solucionarme nada, que estoy segura y protegida. Y quiero esto, porque así soy yo con mis parejas, así fui yo cuando él estuvo peor. Y pensar que me dijo hace poco que él jamás olvidaría eso… palabras, palabras… sólo palabras, bla bla. Estoy harta del bla bla. Hasta del mío.

2 comentarios:

sandracat dijo...

frenate ...
sabes lo que pasa, no es que ahora no este pa´ti...quizás nunca estuvo y no te habías dado cuenta.
No es malo darse un respiro, pa´pensar con claridad...pa´sentir con el corazón y no con la necesidad, de estar con alguien ,de estar con silencio...pero con alguien.
Slds.

alos30 dijo...

Toda la razón y es eso justamente lo que haré. Uf!! me duele esto... terrible, como un hoyo en el alma.... gracias por tus palabras.