domingo, 28 de noviembre de 2010

El duelo ha comenzado…. ¡bienvenido!


Supongo que a veces peco de soberbia, “tengo todo superado”, creo que dije hace un tiempo respecto mi término con J, con quien tuvo una relación importante que me dejó tantas lecciones así como asuntos por resolver. Sin embargo, ayer, al ver sólo un atisbo de la realidad, es decir, que en serio terminamos y que en un mes o algo más vamos a vivir separados, me hizo sentir tremendamente triste y mirando la que fue alguna vez nuestra cama, sentí una cosa rara en la garganta y me largué a llorar mientras Marley me miraba pidiéndome una explicación.

El llanto me pilló de sorpresa porque venía contenta, me sentía feliz y entusiasmada no sólo por mi nuevo trabajo, sino que también por esta relación especial que tengo con M que, debo acotar, me ha hecho renacer en aspectos muy importantes para mí.

Perofue en ese preciso momento, mientras me secaba las lágrimas, me di cuenta que realmente no tengo nada superado, que mi mente lo entiende perfectamente, pero aún tengo que convencer a mi corazón, que es bien testarudo.

En ese preciso instante supe que el proceso de duelo acababa de partir, que no estoy preparada ni en lo más mínimo para estar con alguien más como pareja, que no estoy lista para volver a amar y tener una relación linda y con proyección y que voy a tener que hacer uso del freno de mano que justamente pelaba unas entradas atrás. Me guste o no, hoy no puedo darme el “lujo” de enamorarme. No puedo, porque podría hacerme y hacer daño.

En ese instante también supe que este duelo voy a tener que vivirlo bien, no como el duelo que viví por mi separación, voy a tener que hacerlo solita, sin un hombre que esté recogiéndome del suelo, tal como J, lo hizo en su momento. O sea, necesito apoyo, pero no que alguien luche por mí o me solucione la vida, tengo que aprender a hacer eso solita, aprender a cuidarme y a hacer las cosas por mí.

J, la vio difícil cuando yo estuve hecha un bulto humano, me vio llorar a gritos por otro, me vio borracha, inconciente, me vio enrabiada con el mundo, con el amor, conmigo misma. Jamás olvidaré esa sensación por las mañanas de sentirme asqueada conmigo misma por sentirme feliz con otro hombre. NUNCA MÁS.

Se viene un tiempo difícil, mucho más de lo que había pronosticado, porque hay una parte de mí que se rehúsa a “soltar”, que se niega a dejarlo ir y él a su vez, tampoco lo hace más fácil….. pero la decisión ya está tomada y sólo queda ser valiente.

Su partida me tiene el corazón dividido en dos. Por un lado siento que será menos doloroso que tener que verlo todos los días y presenciar a cada rato cómo agonizamos como pareja, pero por otro lado, alejarme de él va a ser como sacarme el corazón con la mano, y voy a tener que hacerlo y nadie ni nada podrá ayudar en eso, ni siquiera lo lindo que tengo con M. Esta vez no permitiré ser rescatada.

Él lo entiende bien, porque somos amigos, porque me conoce, porque sabe lo que me pasa y por lo que he pasado, porque él ya tiene suficiente con sus propios demonios, con su propio pasado, porque no puede ni tiene por qué lidiar conmigo. Y viceversa. Y es curioso…. Pero creo que la vida lo volvió a poner en mi camino por lo mismo, porque esta es una lección que debo aprender.

Lo confieso, estoy muerta de miedo y supongo que tengo todo el derecho de estarlo, porque estoy en una especie de punto en mi vida en que hay decisiones que van a cambiar por mucho tiempo el rumbo de las cosas…. Estoy en un momento de nuevos comienzos y de finales tristes. Pero a pesar del miedo, sé que, como siempre, saldré parada y más sabia…

El otro día ironizaba con mi vida… tenía unas chalas regalonas a luca que amaba porque eran cómodas y lindas, sin embargo, el Marley las mordisqueó y quedaron por debajo horribles.

Pero igual las usaba, aunque, como decía M, “estuvieran hechas mierda”. Hasta que un día las miré y tenían hasta un hoyo en la suela. Encontré que era demasiado y las boté a la basura en un acto de psicomagia: “si están hechas mierda, ya no me sirven”. Sin embargo, las extraño, aún sabiendo que estaban para la cagada… pero sé que ya no podré tenerlas devuelta, y que tendré que comprarme unas nuevas que no dejaré que se estropeen tanto.

Las chalas hechas mierda es una bandera de lucha hoy en mi vida. Y al igual que a ellas, seguramente extrañaré a J, lo nuestro, por muy disfuncional que haya sido. De hecho, ya lo extraño…. El duelo ha comenzado: que venga lo que tenga venir, hoy estoy lista para enfrentarlo.

Y bueno, si bien sé que hoy no estoy lista para una nueva relación, quiero estarlo en un futuro, me debo mí misma ese amor rosado con gusto a chicle de fruta, un amor con proyección, de a dos, un amor lindo, romántico que me haga suspirar de felicidad y no de angustia.

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