jueves, 11 de noviembre de 2010

Congelada


Soy de esas personas que de tanto intento, de tanto esfuerzo, generalmente logra las cosas que quiere, y eso va también para las que no son buenas ni tampoco sanas.

A veces debo reconocer que me desconcierta lo que muchas mujeres - me incluyo - están dispuestas a ceder, a tolerary a postergar en nombre del amor por un hombre. Supongo que la vida al final es ensayo – error, y de este tipo de cosas uno aprende, crece y evoluciona, a eso vinimos.

Como sea, aunque me da un poco de pudor confesarlo, yo, en nombre del amor, y con mucho esfuerzo mental y entrenamiento, le puse “pausa” a mi vida sexual a tal punto de que de pronto, sin si quiera darme cuenta, dejé de “tener ganas”, dejé de buscarlo, dejé de sentir deseos. El sexo de pronto, dejó de ser parte de mi vida a pesar que desde que nacemos todos, sin excepción alguna, somos seres sexuales.

Ya no lo extrañaba y así como me despedí del sexo, me despedí también de las caricias, los abrazos bien dados y hasta de los besos. A pesar de todo lo anterior, algo en mi interior, sabía que habían dos caminos, o me resignaba a una vida mutilada, feliz en algunos aspectos, pero castrada en otros o con el corazón en la mano, me armaba de valor y terminaba con esa seudo relación de pareja.

Después de mucho tiempo, opté con la garganta apretada – aunque parezca increíble – por la segunda opción. Sin embargo, por haber intentado tanto tiempo controlar el deseo, mi parte sexual, se adormeció tanto que temí nunca más volvería a despertar.

Me pasó hace unos días cuando en un momento me sentí congelada. “No siento mucho”, pensé en un instante donde tendría que haber sentido de todo. Aterrada, volví a intentarlo y felizmente comencé a sentir….

El camino del descongelamiento es largo y lleno de aprendizaje, dejar de ver el sexo como un apartado extraño de mi vida, dejar de sentir besos apasionados como ajenos y lejanos, será un proceso, dejar de sentirme incómoda con caricias será también una gran misión.

Pero lo importante es que nunca más voy a permitir hacerme tamaña injusticia.

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