No es una tarea fácil ni simple en especial
cuando se es parte de un mundo lleno de ruido y de redes sociales. Añoro la
época en que uno no sabía nada que uno no quisiera saber y que el único modo
tecnológico de comunicación era el teléfono.
Porque ahora está el Facebook, el Twitter, el
whatsapp, el Instagram, el mensaje de texto ¡uf! Y hay que aplicar “bloqueo” a
todo para poder estar en paz, sin ruido, sin malos entendidos, sin comentarios
raros y a veces hasta mal intencionados. Esa es la realidad.
Pero bueno. Cuando uno consigue hacer todo
esto, recién comienza el proceso “normal”, el resto es puro cachuereo del cual
uno se va alimentando, que no sirve de nada, y que sólo entorpece y nubla la
verdad que te susurra el corazón.
Yo siempre he sido de seguir impulsos por
curiosos que parezcan. De hecho, me defino como una mujer bastante particular
para vivir mis procesos y para entablar relaciones. Hasta el día de hoy la
gente me pregunta por mi amistad con J, quien fue mi ex, la gente no la entiende, muchos la juzgan y
hasta ven debajo del agua.
Yo ya me acostumbré que así sea. Y no me
molestan las preguntas. Yo, en esa pasada seguí mi impulso de transformar esa
relación de amor, que estaba desgastada, a otro tipo de relación, mucho más
sana y más positiva. Y…. acerté.
Incluso creo que los grandes aciertos de mi
vida, han sido cuando he seguido mi corazón. En la pega me pasa igual. Todo el
mundo me miró con los ojos bien abiertos
cuando hace unos años, tomé la decisión de renunciar a un trabajo estable en
busca de mis sueños. Ok, no sucedió lo que yo esperaba, pero sí pasó algo mucho
mejor. Gracias a esa decisión, quizás impertinente para muchos, hoy soy la
editora de una revista. Una cosa, llevó a la otra. Fue un camino que fui
construyendo, pero me llevó a un mejor lugar.

Agradezco los tips jejejej, me imagino que son
con la intención de que esté aún más feliz, pero la verdad es que mi impulso de
este momento está dirigido a otras cosas que poco o nada tienen que ver con
meter a un hombre en mi cama o en mi corazón.
No es que esté cerrada al amor ni al sexo, en
lo absoluto, me encantan ambas cosas, sólo que en este minuto de mi vida, nada
de esto calza. Ahora, los temas son otros, el conocerme, el pararme
cada vez mejor en el mundo, el descubrir cosas nuevas, el ser feliz conmigo y
con lo que tengo.
Mi intuición me dice que ese es el camino de
ahora y que no debo salirme de ahí, debo trotar como esos caballitos que sólo
miran hacia adelante. Todo lo demás, es ruido, es confusión. Y aún me queda por
avanzar en esta carrera de auto descubrimiento .
He aprendido tantas cosas en el camino, como
por ejemplo, que no todo lo que parece es… no todo lo que brilla es oro, no
todo lo que se ve en la superficie es
real. Y también sé que estas cosas una las logra dilucidar cuando no hay
ruido.
En silencio puedo ver clarito clarito, que lo
que estoy viviendo ahora es quizás uno de los procesos más importantes de mi
vida. Que acá conseguiré herramientas que después voy a necesitar, seguramente
en alguna nueva relación, pero más que todo, en la vida misma.
Para ser súper honesta también, a diferencia de
lo que pude haber pensado en antaño, no me genera ninguna angustia el pensar en
mi futuro amoroso. Y eso es bastante, ya que he visto a harta mina –especialmente las
que pasan los 30- preocupadas por lo de la ausencia del mino. Aferradas a lo que sea, con tal de no estar solas o con tal de "agarrar" algo llamado "matrimonio" o "guagua". Terrible sensación debe ser esa....
Aclaro también que no es que no me interese, es sólo que para mí –
mujer que casi nació pololeando – la gracia es no estar en pareja y no con… y
también es porque yo sé que no terminaré sola, rodeada de gatos… como lo piensan
algunas traumadas. ¿Por qué lo sé? Lo dice la estadística y me lo dice el
corazón. Por lo mismo, le hago caso, porque es mucho más astuto que mi cabezota
que a veces me tira puras ideas lesas.