Hoy el no
ser “nada” o el “andar” sólo con alguien como que la lleva en la población que
tiene arriba de 28 años y que se extiende (en los casos quizás más patológicos)
hasta los 40 años.
El otro día
no más alguien me decía que no pololeaba porque era demasiado compromiso. Y es
curioso, porque al final quienes huyen a mil por hora de la idea, al “andar”
con alguien hacen prácticamente lo mismo con la otra persona, la única
diferencia es que la relación permanece sin nombre.
Yo, podré
ser muy open mind para mis cosas, pero en lo que sí soy old school es en esto
de las relaciones y sus apelativos. Yo no creo que en las relaciones sin
nombre. Ni en “andar” a los 30 y algo. ¿qué es eso? Te creo a los 15 años, pero
a los 30, uno no “anda” con alguien con quien te acuestas tupido y parejo,
sales a comer, al cine etc.
Aunque
suene chapado a la antigua o muy de mina, yo creo en las cosas con nombre. Porque siento
que al colocarle nombre y apellido, uno le entrega vida a la relación. Siempre
he pensado que si N no me hubiese pedido sorpresivamente pololeo – y yo
sorpresivamente aceptado – estaríamos como en el limbo aún. Yo habría terminado
haciendo puras leseras, asustándome y él seguramente se habría aburrido
también.
Suene o no
talibán para mí uno o está con alguien de verdad o no está. De lo contrario
empiezan a aparecer puros problemas gueones. Como ¿cómo lo saludo con beso en
la boca o en la mejijlla, si no somos nada? ¿qué digo cuándo me preguntan quién
es él, cómo lo presento? ¿lo invito o no con mis amigos siendo que no es
oficial? ¿qué digo cuando me preguntan si estoy pololeando?
Y esas
preguntas en el mundo de las minas, se transforman en problemas y en
cuestionamientos odiosos del tipo ¿y qué somos? ¿somos exclusivos o él anda con
otra? Porque mal que mal si no tenemos un compromiso, se supone que cada uno
puede hacer lo que se plazca, etc etc.
Yo digo,
para ahorrarse todos estos cachos y conversaciones lateras, mejor pololear y
ver qué pasa. Si total, pololear no implica una sentencia a muerte, sino una
apuesta, una especie de inversión de la que podría salir cosas inesperadas.
Me carga
estar en el limbo, o sea, un rato prudente se acepta y entiende, nadie a estas
alturas de la vida, se da un beso y cree que está pololeando. Nadie cuerdo por
lo menos. Hay que darle tiempo al tiempo, pero estar más de 5 meses en un
limbo, dando bote y sin saber en qué estás, creo que es poco sano.
De hecho la
única vez en mi vida en que he estado así ha sido con M. Claro, después
pololeamos, pero creo que fue por darme en el gusto a mí un rato porque ya me
estaba generando anticuerpos el estar en una relación, que parecía relación,
pero que en realidad no lo era.
Pero para
que vean que esto de pololear no es garantía de nada, ya que a pesar de estar
pololeando, seguíamos dando vuelta en el mismo lodo, sólo que tenía un bonito
nombre no más.
Por lo
mismo, no se trata de ponerle el nombre a una relación no más, sino que de
verdad ponerle pino. Ahora, supongo que los que rehúyen de esto son quienes
sólo quieren los derechos que incluyen estar con alguien y no los deberes. Pero
la vida No funciona así…..
6 comentarios:
Los títulos son excusas que nos ponemos. El no ponerse título también es una excusa.
¿A qué te refieres con esto de la excusa? Saludos! y gracias por comentar :)
hola soy naty neira voy para los 30 tengo 24 y no me casare nunca es que me gusta mucho el negocio y el carrete y ser libre
soy naty neira tengo 24 no me gusta nadie y no me gusta el compromiso ni nunca me casare jamas me casare moriré sola
soy naty neira tengo 24 no me gusta el sexo ni pololear ni nada no tendre hijos nunca nunca me casare
voy para los 25 y nunca me casare ni tendre hijos nunca no me gusta nada soy feliz asi
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