domingo, 1 de abril de 2012

Amor y desamor en las redes sociales


Aún cuando este tema haya sido archi abordado, estudiado y analizado, nunca antes le había tomado el peso hasta que tuve que vivirlo en primera persona.

Las redes sociales – todas incluyendo este mismo blog – son a mi parecer, un arma de doble filo. Por un lado, una maravilla que te permiten conectarte desde la distancia con el resto del mundo, amigos, amores, familiares y que además tienen
la gracia de que te permiten tener información prácticamente al momento que algo acontece, ganándole así por goleada a los medios tradicionales.

Pero por otro lado, un arma que la carga el diablo cuando se barajan sentimientos relacionados con el amor. Porque si las relaciones amorosas ya eran complejas y medias complicadas antes de Facebook y o Twitter, con la incorporación de estas dos redes sociales, este tipo de interacciones amorosas agregan un condimento algo cuestionable y difuso: la exposición sin fronteras ni límites.

Supongo que pienso así porque sinceramente creo que hay cosas que uno NO quisiera saber después de que se termina una relación. ¿Me aporta en algo el saber que un ex mío ande con tal o cual fulanita? ¿Me aporta en algo saber que me pela públicamente? ¿Me aporta en algo el enterarme que de un sopetón cambió su estado sentimental? Yo creo que no.

Y para las o los ex sicóticas y sicóticos, las redes sociales se convierten en una droga tan poderosa como la heroína…. El saber lo que el otro está haciendo, pensando, sintiendo etc etc etc se transforma en algo tan cotidiano como revisar el correo. Antes, cuando las relaciones se terminaban, con suerte al mes una se enteraba por algún conocido copuchento que el sujeto ya andaba consolándose en otras partes. Pero ahora no, se sabe altiro.

Y también están los casos de bloqueo masivo, a veces hasta sin explicación alguna. De pronto un sentimiento o una relación que se suponía importante, se desecha fácilmente con un “Eliminar”, “Bloquear” y ¡listo! ¡fuera de tu vida! Es sin duda, la era de las relaciones desechables, pero hay gente que se pasa… Antes – y no me importa sonar como abuelita – si una no quería saber más de un sujeto insistente – uno contestaba el llamado y muy mujercita una le decía “por favor, no me llames más, gracias”. Pero ahora, no, ahora es cosa de apretar un botón o hacer un clic. Total, si te arrepientes, después haces el mismo ejercicio en reversa, desbloquear, volver a agregar etc.

En el caso contrario, es decir, en el inicio de una relación, pasa otro fenómeno en las redes sociales que a mi me parece de alto impacto. Es cosa de cambiar el estado neutral o de “soltera” al de “en un relación” en Facebook para que de pronto, te conviertas en la noticia del día. Y para qué decir si colocas a la persona con la que tienes la relación. Claramente el Mouse se dirige de manera ipso facto a revisar el perfil y las fotos de la otra persona. Y vienen los comentarios, algunos maliciosos, otros en buena onda, y en fin… tu vida amorosa queda expuesta como panfleto publicitario.

Debajo de todo este fenómeno social, del cual yo también soy parte, siento que hay una necesidad tremenda de contarle al mundo que uno existe, que uno siente, que uno ama, que uno piensa y opina. Hay una necesidad también de gritarle al mundo los éxitos y la felicidad propia, quizás como una forma de buscar aceptación del resto.

Tiene su parte bella también, o sea el que un hombre, le diga al mundo (literalmente) que está con una y que te encuentra “extraordinaria”, eso no se da todos los días. Pero también hay que tener ojo con darle una llave al mundo para que opine sobre algo que es en verdad íntimo. Aunque… ahora que me pongo a pensar, y ahora que soy parte de todo esto, en realidad la gente comenta igual con o sin permiso xD. Así es que ¡qué mas da! :)

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