jueves, 12 de mayo de 2011

Las tres C’s


A veces me pongo a pensar en aquello que sé que en verdad no proviene de la lógica, pero me encanta tener respuestas, así es que igual lo hago.

Me pregunto el origen del fuego con M, así como describía el otro día. Conversando con él me dio lo que según él eran los ingredientes claves: Confianza, Cariño, Calentura. Después pensándolo, concluí que eran las tres C’ s jajaja, claves fundamentales en nuestra cama y que incendian nuestras sábanas.

Pero yo postulo que hay algo más, algo relacionado con la química sexual o derechamente química sexual. Algo que al combinarse con emociones se transforma en un volcán. Algo que no se da todos los días, algo que no se encuentra tan fácilmente con otras personas, algo que a mí en lo personal jamás me había pasado antes y por lo que él me ha dicho, tampoco. Incluso me ha confesado que yo a él le provoco sentir y hacer cosas de las que nunca se había atrevido sentir o hacer antes con ninguna otra. Y eso, adivinen jajaaj, me calienta.

De hecho, yo he deseado a otros hombres en el pasado, obvio. Quienes fueron mis parejas también fueron para mí en su momento una fuente de placer, pero no de esta manera, en que con sólo algunas palabras o besos se me ponen los pelos de punta.

Por otro lado, por fin siento que con él puedo ser tal cual soy (dentro y fuera de la cama) que no me las tengo que andar dando de niñita virginal ni de nada, porque él me conoce…. porque somos amigos. Y me siento súper deseada, como nunca pensé que un hombre pudiese desearme.

Y a él le pasa lo mismo, me ha comentado que nunca nadie lo ha deseado tanto como yo y que no ha deseado nunca a nadie así como me desea a mí. Y así nos llevamos entre fantasías con cuotas de realismo o netamente ficticias, entre palabras subidas de tono, entre conversaciones online o por teléfono triple X, preámbulos de varios días para finalmente vernos con el pensamiento y todos los sentidos incendiados. Ahora que lo pienso, quizás por eso podemos darle durante tantas horas, si estamos pre – calentándonos durante varios días antes jajajaaja.

Y a veces me confunde un poco la potencia de este deseo, que tiene la fuerza de un huracán. Me confunde porque aunque pareciera a primera vista que nuestra relación está regida y gobernada por el sexo, que lo único que nos importa es lo que hacemos en la cama, de pronto, en momentos claves y necesarios, surge el corazón con la misma fuerza.

Surge la inquietud de que él esté bien, que yo esté bien, que lo de nosotros funcione. Surge la inquietud de acompañar al otro en lo que sea, de no juzgar y solo estar. La inquietud de hacer otras actividades fuera de la cama, de compartir en algún momento con otra gente, de escuchar y tratar de ayudar en lo posible. Surge la comprensión y el cariño a ultranza. Surgen los abrazos de apoyo.

Quizás esto no tenga nada de confuso, sino todo lo contrario, tenga todo de claro. Pero tanta claridad a veces me confunde también jajaajaja. Dejémoslo así no más, por el momento.

2 comentarios:

Real Fenix dijo...

mmm en todo caso buenas esas tres C, coincido en todas, pero siempre e dicho que el mejor afrodisiaco es el amor, quizá por allí va la cosa

Alos30 dijo...

Totalmente de acuerdo, por ahí va la cosa :)