jueves, 22 de noviembre de 2012

Síndrome Loco por Mary


El otro día por casualidad me topé en un canal del cable con la notable película “Loco por Mary”, pero la verdad es que hacía tiempo que quería escribir sobre un fenómeno que aparece en la cinta. Y no, no tiene nada que ver con el semen en el pelo de Cameron Díaz. Dios. Sólo puse esa imagen porque es la más clásica del filme. 

Como sabrán ya, todos los ex de Mary aún la amaban y hacía lo imposible por volver con ella; como si ellos, a pesar de los años, hubiesen mantenido intacta la imagen de Mary como un recuerdo inmaculado; como que encontraran en ella la cura de todos los males.

Eso pasa a menudo, o por lo menos a mí me pasa harto. No quiero que suene soberbio ni nada, pero pensaba que era mi maldición, onda hombre que estaba conmigo quedaba medio cagado y terminaba siempre volviendo (aún cuando él fuera el de la decisión de terminar), pero ahora le llamo Síndrome Loco por Mary. No es que me pase porque soy tan regia y estupenda, sino porque ocurre lo que l Ben Stiller les dice al resto de los ex de Mary en un momento clave de la película:  “ustedes no la amaban, sino que amaban cómo ella los hacía sentir”. Porque claro, amor es otra cosa.

Vaya qué verdad, y es un clásico mal masculino. Por alguna razón los hombres como que tienden a añorar el pasado… ese pasado junto a una mujer que los quería, un pasado que ilusamente sienten como mejor. Pero como que les da amnesia y no se acuerdan de que por algo se terminó la relación o les dieron la PLR o ellos dieron la PLR.

Ahora no sólo les pasa a los hombres, hay mujeres que también sucumben a este curioso fenómeno donde la mente juega malas pasadas. En lo personal yo paso en este trastorno (en alguno que pase ¿no? Jajajaa). Yo puedo querer mucho a un ex, pero una vez pasada esa barrera de “se acabó” ese personaje deja de serme apetecible y sólo puedo recordar las canas verdes que me sacó.

Pienso en esa cosa media bíblica donde se decía a los salvados de Sodoma y Gomorra que no miraran para atrás, porque de hacerlo se convertían en estatua de sal. En la vida es lo mismo, no hay que mirar para atrás, sólo para adelante.

2 comentarios:

Don Andrés dijo...

Wena poh, Cameron Díaz!
Saludos

Alos30 dijo...

jajajaja, saludos!