domingo, 24 de marzo de 2013

Punto P


Hace unos días leí un interesante artículo donde se hablaba del Punto P de los hombres, que vendría siendo el símil del Punto G femenino. Esa zona erógena máxima de ellos y que comprueba que el 100% del placer masculino no radica 100% en el pene donde muchos piensan, incluso ellos mismos.

El Punto P se encuentra en la próstata, de ahí viene su letra inicial. La próstata es una glándula que se encuentra exactamente debajo de la vejiga y delante del recto.

Seguramente todos los hombres se entregarían de lleno a una práctica que les asegura gran placer y un orgasmo increíble, pero hay un detalle. Un Gran detalle para quienes son heterosexuales: se accede a este punto: a través del tacto o palpación rectal. (Miren cuán técnica ando hoy ja!).

Y ahora que he dado la explicación seudo científica y ocupado los tecnicismos que corresponden, hablaré como mujer normal. A los hombres (no todos, la mayoría), les provoca un gran rechazo que alguien les toque el trasero, ya que sienten que los toman por maricones, por degenerados o peor aún, si lo hacen y aún peor, si les queda gustando, es porque eran realidad son gay.

Es tan imbécil como pensar que a las mujeres que les gusta que les hagan sexo oral son todas putas o ninfómanas. Ese es el nivel de idiotez.

Pero bueno, hay hartos prejuicios, pero ojo que no sólo son los hombres los quisquillosos, hay mujeres que también rechazarían la sola idea de tocarles el ano a su pareja con un dedo y ni hablar de posar la lengua ahí. Supongo que es mitad asco y mitad prejuicio.

Aunque la verdad, por lo menos la verdad del sexo, es que no hay nada prohibido siempre y cuando las dos personas estén de acuerdo. Y para estar de acuerdo hay que conversarlo, tener comunicación y sobre todo mucha confianza.

Supongo que es válido que a un hombre no le guste que le hagan esto o que a una mujer le dé nervio hacerlo, pero supongo que la tontera es no hacerlo por prejuicios, distinto es si no lo haces porque no te gusta.

Ahora, para los interesados, hay distintas formas de estimular esa área. No se trata de poner al hombre en 4 y meterle quizás qué cosa jajaajja. No! Esto tiene su ciencia. Es como a nosotras, si alguien va y te empieza a tocar bruscamente uno siente cualquier cosa menos agrado, para ellos es igual. Hay que ser delicada, ponerle ganas y creatividad. ¡Digo yo!




Go with the flow


Yo pienso que una de las tareas más difíciles que viene de la mano con existir en este mundo es ser capaz de adaptarse a los cambios que te depara la vida. Es como el cliché que dice que la vida puede cambiar en un segundo. Es verdad y hay que estar preparados de una u otra forma, aún cuando sea difícil.

Supongo que a todos nos gustaría que la vida se quedara estática en un momento, uno bueno obvio. Cuando hablo de momento no me refiero a un día, sino que a una etapa. ¿Se han fijado que hay ciertas etapas de la vida en que todo está bien, en que todo pareciera perfecto? En el último tiempo he tenido hartos de esos instantes en que he respirado hondo y con asombro y alivio he descubierto que todo marcha bien en mi vida, en que no hay grandes preocupaciones, en que todo está tal cual quiero que esté. Genial.

Creo que la gran lección es aprender a dilucidar esos momentos y disfrutarlos y no atormentarte con perderlo todo en cualquier momento o apremiarte con la idea de que nada dura para siempre, aún cuando esto sea una máxima de la vida. Disfrutar el hoy. Difícil.

Yo en estos momentos vuelvo a sentir en mis entrañas que se vienen más cambios. Y siento que tengo la oportunidad para prepararme dentro de mis posibilidades. No puedo ser tan soberbia como creerme telépata, pero algo puedo hacer. El tema es que me baja la ansiedad y me pongo nerviosa, temiendo volver a una cierta etapa de mi vida descrita en este blog donde todo era difícil en todo sentido. No es que me crea la gran cosa ahora, pero siento que construido mucho desde aquél entonces, he cambiado. Y como que no estoy dispuesta a volver a foja cero. ¿Se entiende?

Esa es mi pelea interna. Yo sé que no saco nada con preocuparme por anticipado. Pero tampoco puedo dejar de escuchar mi instinto que me indica que es tiempo de un “refreshment” en temas laborales específicamente. Así que en eso estoy, tirando algunas líneas para ver las opciones. Siempre he sentido que tener opciones en la vida es el tesoro más grande que uno puede tener, el poder elegir, decidir. 

Ahora, también sé que hay una parte de uno que debe permitir que se hagan los cambios, e intentar, como dicen los gringos sabiamente (y también los reggaetoneros ja!): “Go with the flow”.

Por experiencia propia también sé que los cambios por radicales y hasta tristes, siempre, pero es que siempre son para mejor. Después, al tiempo uno se da cuenta de eso. Te das cuenta que si no hubiera sido por esa puerta que se cerró, no se hubiese abierto esa ventana que hoy te hace tan feliz…. Pero cuesta.

También supongo que con la vida, y con las lecciones aprendidas uno va ganando sabiduría y herramientas para afrontar tanto lo bueno como lo malo. Yo sólo me aferro a mi propia máxima: que lo mejor está por venir…   

miércoles, 20 de marzo de 2013

A placé


La vida es una oportunidad constante. Pienso que durante los 365 días del año se nos presentan diversas posibilidades, opciones, instancias y es una la que decide tomarlas o no. Por lo mismo, no creo mucho en el destino, en esta cosa supuestamente preescrito, donde uno es algo así como el títere de la vida, y espera por ese destino.

No. Pienso que hay cosas escritas, ciertas tendencias que uno pudiese seguir por la historia personal, familiar, por el carácter, pero siento que uno siempre puede decidir cambiar el rumbo de las cosas, lo digo yo, quizás predestinada a cuánta cosa mala u oscura por ciertos hechos o acciones, pero acá estoy, viviendo y siendo lo más feliz que puedo.

Hay gente que no lo entiende así, que piensa que la vida es estática, que no importa lo que hagamos o no hagamos, que no importa si no valoramos a alguien en su minuto, que no importa nada más que el tiempo propio, el famoso “estar listo” para una determinada situación.

Enumero varias: Estoy lista ahora “para tener una relación”, “para amarte”, “para tener un trabajo mejor”, “para valorarte”, “para aceptar esa oferta laboral”, “para trabajar”, “para vivir”… estoy lista “para ser feliz”, etc.

Pero nos guste o no, la vida no funciona así. No funciona al ritmo de nuestros miedos. La vida pasa no más, y está en una saber amoldarse, saber enfrentarla con valentía, “estar lista” aún cuando hay miedo… la vida no pregunta si una está lista para tener una guagua, ni para vivir la cesantía, ni para enfrentar un dolor grande…

Hace unos días recibí un curioso mail, de alguien que fue muy querido en mi vida. M, se acuerdan? Estoy segura que los que han seguido este blog por un tiempo, saben a quién me refiero. Bueno, resulta que luego de varios meses de silencio, distancia y bloqueo masivo, ahora me dice que “está listo” para ser mi amigo. Después de todo lo que alguna vez le di, después de que durante un tiempo efectivamente intenté que fuéramos amigos, que tuviéramos buena onda, a pesar de toda su mala onda, y sus depresiones y sus “mood swings”.

Al leer el mail, ni siquiera me inmuté, porque ya había captado que quería hablar conmigo de nuevo por las redes sociales…. Leí lo que tenía que decirme sin la atención que en antaño me habría provocado una señal suya, pero esta vez me quedé sin nada que decirle. Me vino una sensación rara entre risa (parece chiste), pena y rabia.

Esto es sólo un alargue de la historia. Él nunca estuvo “listo” para ser mi pareja y cuando yo me puse a pololear salió con que ahora sí estaba “listo”. Luego, nunca estuvo “listo” para ser mi amigo, pero cuando ya no me interesa, justo sale diciendo que “ahora sí”.

No tengo ánimo ni revanchista ni de picada, es sólo que siento que las cosas no funcionan así, que uno debe asumir las consecuencias de los actos propios y cuando uno no valora a quien tienes al lado, no puedes esperar que esa persona esté cerca  sólo porque estás “listo”. Hay que asumir el riesgo. Y él lo tomó y ahora, están los resultados.

Él estará listo, pero a mí ya no me interesa. Y no le guardo rencor, ni mala onda, nada, espero que él pueda por fin ser feliz. Pero yo ya no tengo nada que ver con ese cuadro. Y no porque hayan resabios del amor que le tuve, sino que justamente es porque ya no hay nada. Él se empecinó en eso y lo consiguió.

Llegó a placé. Y mientras está “listo” para ser una persona medianamente decente (supuestamente) yo estoy lista para darle el peor de las respuestas, aquellas que se llevan en el corazón por siempre: el silencio. 

lunes, 18 de marzo de 2013

La mujer y el hombre “pololeable”


No me lapiden por esta entrada, ni tampoco me tilden de machista, pero hay que decir las cosas como son. Al final pienso que no es una teoría cavernícola, sino que más bien algo que tiene relación con cómo uno se proyecta o más bien qué es lo que uno proyecta hacia afuera y que a veces, cae en contradicción con lo que una es o realmente se quiere.

¿Se han fijado que hay minas que siempre se quejan que ningún tipo las toman en serio, ni si quiera lo más pavos? ¿Que al final, siempre les pasa que después de un beso o una encamada, del sujeto nunca más se supo? Uno podría concluir que es simple mala cuea, o mal ojo, pero tengo la sensación que es algo un poquito más complejo.

Yo soy de la teoría  - equivocada o no – que hay mujeres y hombres pololeables y mujeres y hombres NO pololeables. En esta última categoría están, por ejemplo, esos personajes con los que una tendría un touch and go, una relación con ventaja, un romance furtivo y/ o clandestino, una situación de amantes, pero con el que NI CA, tendrías una relación formal. Para ser más claras, un tipo que ni amarrada llevarías a conocer a tus padres.

Y claro, pasa lo mismo con las mujeres no pololeables. Supongo que es mal visto que una mujer hable de esto, pero la verdad es que hay minas que espantan a los hombres de una u otra forma. Y ojo que no tiene nada que ver con la forma de vestirse, ni con ser una mujer pro que le gusta el sexo, tengo la sensación que tiene que ver con el entre líneas de esa mujer.

Por eso digo que tiene que ver con lo que uno proyecta. Por ejemplo, una puede ser muy inteligente pero no proyectar esa imagen. Y nunca nadie se enteró. O por el contrario ser un asno, pero parecer brillante, y nadie se enteró que eras una imbécil.

Pienso que con el tema de que te tomen en serio (va para hombres y mujeres esto) pasa lo mismo. Una puede ser una mina buena, que lo merece todo, pero por alguna razón extraña, proyectas todo lo contrario.

A lo largo de mi historial amoroso, debo confesar que intenté de manera infructuosa ser lo contrario a lo que proyecto: una mina para el rato. Suena estúpida mis ansias de que no me tomaran en serio, pero hubo un tiempo en mi vida que estaba cansada de ser la niñita de bien, buenita que el que se me cruzara por el camino quería casar y formalizar algo.

Y vaya que lo intenté jajajaa. Pero en el camino me encontré con amantes que si bien estipulaba desde un inicio que lo que había era sólo para el rato, terminaban queriendo más.  Me pidieron separarme, exclusividad, hasta abrazos y regaloneos post sexo. Lo encontraba insólito. Había uno que hasta se ponía ¡celoso! Nadie puede. Más tarde, me di cuenta que no había caso con esto y que lo mejor que podía hacer es potenciar lo que yo quería pero en una relación.

Tengo amigos también a quienes les ha pasado lo mismo. Desean en sus tiempos de soltería ser unos putos, que las mujeres lo usen como objetos sexuales, y lo único que consiguen es terminar pololeando.
Por lo mismo, creo que lo vital es conocerse bien, descubrir lo que el resto ve y de ahí empezar a construir y potenciar lo mejor. Batallar contra la naturaleza es al final, una pérdida de tiempo.

sábado, 2 de marzo de 2013

Celosa ridícula


Ahora que ha decantado un poco el tema y ahora que estoy un poquito menos molesta, decidí escribir esta entrada y esta historia.

El cuento es así: resulta que yo soy muy amiga de mi ex pareja, J. Es curioso, pero ahora nos llevamos 100 veces mejor que somos amigos, que cuando éramos pareja. Seguimos peleando de cuando en cuando, pero ya no existen problemas, rollos, pasadas de cuenta, nada. Sólo una linda y sana amistad que hemos ya conservado hace casi 3 años.

Obviamente el proceso de convertirnos en amigos no fue de la noche a la mañana. Terminamos en buenos términos, vale decir, de manera civilizada, sin mentirnos, sin engañarnos, pero a sabiendas que el amor de pareja ya no existía.

Vino todo un proceso que implicó que yo tuviera otra pareja, un tiempo de distancia y reflexión. Un tiempo en que yo le perdoné sus errores y salidas de madre y dónde él supongo que también perdonó las mías. Un tiempo en que nos dejamos ir, dando paso a una relación de amistad que yo sé que pocos comprenden.

Porque pocos pueden entender que dos personas que fueron pareja durante algunos años, que vivieron juntos y compartieron cama, pueda ser genuinamente amigos, ya que lo que se suele estilar es una posterior relación de odio parido, celos, mala onda post relación. Lo que se lleva es la típica imagen del ex detestable, bueno para nada, bajo el juramento de “maldigo el día en que me metí con este CTM”.

Aclaro también que yo no ando haciéndome amiga de todos mis ex. Es más, él es el único que ha cambiado de categoría, justamente porque estoy de acuerdo que no es algo fácil, y que muchas veces cuando se intenta, terminan habiendo puras situaciones confusas, medias desagradables y tristes. Pero lo de nosotros es un caso excepcional y yo humildemente me siento orgullosa de tener esa excepción, porque creo que habla mucho de mí, de él y de lo que alguna vez hubo. Y yo defiendo mis causas, aún cuando para otros, parezcan perdidas.

Tengo la bendición de tener una pareja que lo comprende a cabalidad. Un hombre con un corazón grande, maduro, sensato que siento que pone las manos al fuego por mí. Eso, no se ve en ninguna parte, porque tengo muy claro, que cualquier otro, me haría atados porque yo me junto con mi ex. Pero N, me conoce, conoce mi corazón y además es un hombre seguro, y tal como yo digo de él, él sabe a quién tiene al lado.

Pero, lamentablemente no ocurre lo mismo en la otra vereda, vale decir, la pareja de J. A quien conocí personalmente, y fui todo lo buena onda posible, porque yo también quiero verlo feliz, con una mujer buena al lado y ella me pareció todo eso. Me pareció, tiempo pasado.

Me pareció así hasta que un día (hace poco) J va y me dice que ella le armó la casa de putas porque encontró un mensaje de texto donde nos poníamos de acuerdo para ir a comer algo. Un mensaje que incluso revisé para ver si tal vez se prestaba para malos entendidos, pero nada que ver, es un mensaje de amigos.

Bueno, la cosa es que esta mujer se obsesionó un pocoy le pidió que por favor terminara esa relación “enfermiza” conmigo, que ella no estaba para eso, y que era prácticamente la única forma de solucionar el tema. Obviamente lo acusó de infiel, de ponerle el gorro (conmigo) y de paso me insultó diciéndome lo que más pudo cranear su cabecita de niña pequeña: "Fea". Y ustedes comprenderán que a los 32 años que te digan “fea” es como nada. Llevo bastante años en esta tierra como para ofenderme con un apelativo caprichoso y de niña de jardín infantil.

El tema es que así están las cosas y supongo que lo más me molesta es el cinismo, porque ella conmigo fue niñita simpática. Me río un poco diciéndome que aún a mis 30 y algo sigo cayendo en tretas de pendejas. Eso también habla de mí y de mi escasa mente de cloaca.

Yo, les juro que la habría respetado si me hubiese dicho las cosas que pensaba en mi cara o si hubiese sido una bruja, conmigo. Yo respeto la furia femenina, pero no esta cosa de mosquita muerta. Lo más chistoso es que he sido yo la más entusiasta de que J siga con ella, siempre aconsejándolo que le diera una oportunidad cuando él ya estaba a punto de darle la PLR.

Como ustedes verán, no hay nada más patético que una mujer celosa, y aún peor una mujer celosa que está cagando fuera del tiesto. Hay cien mil cosas que le puedo decir, pero en verdad hace rato que ya no peleo con niñitas chicas.

Como sea, el tema me pone algo triste, porque conociendo a mi amigo, lo más probable es que siga con ella, enamorado o no. Enpotado, creo que le dicen. Y yo sólo espero que tenga el criterio suficiente como para hacerla entender que está equivocada.

De todos modos, independiente que yo esté metida en el queque, siempre he pensado lo siguiente de este tipo de manipulaciones: un día soy yo, mañana será un amigo que no le cae bien, y pasado será otra cosa. Hay personas que son así, de hecho, he estado con personas que son así. Y la verdad es que cuando uno ama al otro, cuando estás en un relación, hay ciertas cosas que a pesar que uno no entiende, uno por el otro, cede. Así funciona la cosa. Y bueno, si simplemente es demasiado para ti, hay que darse la media vuelta, pero no hay que pretender que uno va a cambiar al otro. Eso nunca sucede y estalla, tarde o temprano.


Bueno, eso ha sido mi desahogo por hoy. Yo me pregunto si habrán más personas en el mundo que tienen una relación cercana con algún ex…. ¿habrá alguien por ahí?