Ahora que ha decantado un poco el tema y ahora
que estoy un poquito menos molesta, decidí escribir esta entrada y esta
historia.
El cuento es así: resulta que yo soy muy amiga
de mi ex pareja, J. Es curioso, pero ahora nos llevamos 100 veces mejor que
somos amigos, que cuando éramos pareja. Seguimos peleando de cuando en cuando,
pero ya no existen problemas, rollos, pasadas de cuenta, nada. Sólo una linda y
sana amistad que hemos ya conservado hace casi 3 años.
Obviamente el proceso de convertirnos en amigos
no fue de la noche a la mañana. Terminamos en buenos términos, vale decir, de
manera civilizada, sin mentirnos, sin engañarnos, pero a sabiendas que el amor
de pareja ya no existía.
Vino todo un proceso que implicó que yo tuviera
otra pareja, un tiempo de distancia y reflexión. Un tiempo en que yo le perdoné
sus errores y salidas de madre y dónde él supongo que también perdonó las mías.
Un tiempo en que nos dejamos ir, dando paso a una relación de amistad que yo sé
que pocos comprenden.
Porque pocos pueden entender que dos personas
que fueron pareja durante algunos años, que vivieron juntos y compartieron
cama, pueda ser genuinamente amigos, ya que lo que se suele estilar es una
posterior relación de odio parido, celos, mala onda post relación. Lo que se
lleva es la típica imagen del ex detestable, bueno para nada, bajo el juramento
de “maldigo el día en que me metí con este CTM”.
Aclaro también que yo no ando haciéndome amiga
de todos mis ex. Es más, él es el único que ha cambiado de categoría,
justamente porque estoy de acuerdo que no es algo fácil, y que muchas veces
cuando se intenta, terminan habiendo puras situaciones confusas, medias
desagradables y tristes. Pero lo de nosotros es un caso excepcional y yo
humildemente me siento orgullosa de tener esa excepción, porque creo que habla
mucho de mí, de él y de lo que alguna vez hubo. Y yo defiendo mis causas, aún
cuando para otros, parezcan perdidas.
Tengo la bendición de tener una pareja que lo
comprende a cabalidad. Un hombre con un corazón grande, maduro, sensato que
siento que pone las manos al fuego por mí. Eso, no se ve en ninguna parte,
porque tengo muy claro, que cualquier otro, me haría atados porque yo me junto
con mi ex. Pero N, me conoce, conoce mi corazón y además es un hombre seguro, y
tal como yo digo de él, él sabe a quién tiene al lado.
Pero, lamentablemente no ocurre lo mismo en la
otra vereda, vale decir, la pareja de J. A quien conocí personalmente, y fui
todo lo buena onda posible, porque yo también quiero verlo feliz, con una mujer
buena al lado y ella me pareció todo eso. Me pareció, tiempo pasado.
Me pareció así hasta que un día (hace poco) J va y me dice que ella le armó la casa de putas porque encontró un mensaje de texto donde nos poníamos de acuerdo para ir a comer algo. Un mensaje que incluso revisé para ver si tal vez se prestaba para malos entendidos, pero nada que ver, es un mensaje de amigos.
Bueno, la cosa es que esta mujer se obsesionó
un pocoy le pidió que por favor terminara esa relación “enfermiza”
conmigo, que ella no estaba para eso, y que era prácticamente la única forma de
solucionar el tema. Obviamente lo acusó de infiel, de ponerle el gorro (conmigo) y de
paso me insultó diciéndome lo que más pudo cranear su cabecita de niña pequeña: "Fea". Y ustedes comprenderán que a los 32 años que te digan “fea” es como nada.
Llevo bastante años en esta tierra como para ofenderme con un apelativo
caprichoso y de niña de jardín infantil.
El tema es que así están las cosas y supongo
que lo más me molesta es el cinismo, porque ella conmigo fue niñita simpática.
Me río un poco diciéndome que aún a mis 30 y algo sigo cayendo en tretas de
pendejas. Eso también habla de mí y de mi escasa mente de cloaca.
Yo, les juro que la habría respetado si me
hubiese dicho las cosas que pensaba en mi cara o si hubiese sido una bruja,
conmigo. Yo respeto la furia femenina, pero no esta cosa de mosquita muerta. Lo
más chistoso es que he sido yo la más entusiasta de que J siga con ella,
siempre aconsejándolo que le diera una oportunidad cuando él ya estaba a punto
de darle la PLR.
Como ustedes verán, no hay nada más patético
que una mujer celosa, y aún peor una mujer celosa que está cagando fuera del
tiesto. Hay cien mil cosas que le puedo decir, pero en verdad hace rato que ya
no peleo con niñitas chicas.
Como sea, el tema me pone algo triste, porque conociendo
a mi amigo, lo más probable es que siga con ella, enamorado o no. Enpotado,
creo que le dicen. Y yo sólo espero que tenga el criterio suficiente como para
hacerla entender que está equivocada.
De todos modos, independiente que yo esté
metida en el queque, siempre he pensado lo siguiente de este tipo de
manipulaciones: un día soy yo, mañana será un amigo que no le cae bien, y
pasado será otra cosa. Hay personas que son así, de hecho, he estado con
personas que son así. Y la verdad es que cuando uno ama al otro, cuando estás
en un relación, hay ciertas cosas que a pesar que uno no entiende, uno por el
otro, cede. Así funciona la cosa. Y bueno, si simplemente es demasiado para ti,
hay que darse la media vuelta, pero no hay que pretender que uno va a cambiar
al otro. Eso nunca sucede y estalla, tarde o temprano.
Bueno, eso ha sido mi desahogo por hoy. Yo me
pregunto si habrán más personas en el mundo que tienen una relación cercana con
algún ex…. ¿habrá alguien por ahí?
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