viernes, 29 de julio de 2011

Jumanji en mi casa


Así con M, medio en serio y medio en broma, le pusimos a mis papás. Jumanji en honor a la película en que dos niños al internarse en un juego terminaban en medio de una selva, con animales salvajes y tambores de caníbales de fondo.

Bueno, Jumanji son mis padres. Y Jumanji se dirigirá a mi casa mañana sábado. Esta visita la gestioné solita. No sé, como ando de buen ánimo, y hacía tiempo que ellos no me visitaban, los invité de onda a almorzar.

Ahora, esta invitación tiene un “twist”, porque cabe la real posibilidad de que M también vaya, invitado también por mí y mi buen ánimo. Sería el primer encuentro M – Jumanji, aunque no hay que darle tanto color porque ellos ya lo conocen y viceversa, lo que pasa es que ahora a diferencia de hace años, pisamos el terreno extenso del pololeo.

Hace unos meses me habría negado terminantemente a este encuentro. De hecho, lo hice una vez que M me propuso ir a mi casa para mi cumpleaños. Casi me morí, y me negué, porque no estaba lista. Pero hoy es distinto, estoy lista, pero eso no significa que yo debo asumir que él también lo está.

Anoche conversábamos de esto (él sacó el tema) y me dijo que le daba nervios aún, pero que de ir o no ir también dependía de cuán importante era para mí esto, si es que acaso yo me iba a enojar o poner rara si él no iba etc. Y ahí le dije que en verdad me gustaría que fuera, que pensaba que nos haría bien, pero que si no estaba listo, no había problemas, que no lo iba a querer menos, que lo entendía, porque no era de vida o muerte.

Y hablaba en serio. Ni que tuviera 15 años, tengo 31, y que vea o no a mis papás no le quita ni le da a mi relación. Ahora, evidentemente sería bonito que diéramos un paso hacia delante en ese sentido (vamos a tener que darlo en algún momento), pero si no es ahora, será más adelante…. Eso creo yo por lo menos. Tal vez alguna pensará que soy demasiado comprensiva y que debí aplicar “paqueo” jajaajaja, pero, naaaaa, me da lata obligar a la gente a hacer cosas que no quieren.

Mis corazonadas fallan poco, y hoy me dicen que va a ir jjajja, casi por una decisión de vida. Eso me da nervios a mí. No sé, cómo que lo visualizo ahí en mi casa con ellos… Jumanji estaría feliz. Y yo también me alegraría. Pero bueno, veamos qué es lo que pasa….

jueves, 28 de julio de 2011

Desear al otro


Hoy releía una entrevista que le hice a una sexóloga en que me listaba los 10 enemigos del buen sexo, y entre sus consejos, argumentaba que el no desear a la pareja no era sinónimo que uno no lo amara, sino que tan sólo implicaba que faltaba trabajo en esa área puntual.

Mmm cierto, pero también es cierto que cuando empiezan a haber problemas en la cama, que se extienden y que no se hablan, el amor tambalea. O sea, el amor de pareja me refiero. Porque el cariño se mantiene, pero dormir con alguien todas las noches sin intimar es como dormir con un hermano o un amigo muy querido y no con una pareja.

El sexo es muy importante. Bueno, hablo por mí, por lo menos. Y lo digo porque he estado ahí, en una relación asexuada donde hubo amor, quizás no tan sano, pero amor al fin y al cabo, pero la relación no lo pudo resistir…. Y eso que hice todo lo que pude, por bloquear o más bien dejar en stand by el sexo. Al final ganó mi resistencia a vivir una existencia sin deseo y sin buen sexo.

Con el tiempo el sexo en mi vida ha ido cambiando. Se ha ido tornando, a mi parecer, más intenso, más simbólico, ya no tan meramente físico y explorativo. Se ha vuelto más cómplice y también más sabio.

Por ejemplo, el sexo con mi actual pareja a veces es rudo, intenso, a veces es más suave, pero intenso de otra forma.

Deseo cada parte de su cuerpo. Me gusta él completo. Me siento súper cómoda y creo que eso es algo fundamental para nosotras las mujeres.

Pero también lo deseo porque tengo sentimientos hacia él, porque lo amo,  porque confío en él, porque puedo hablar con él y por tantos otros motivos que son del corte romántico….

Desear y amar son dos verbos que me ha costado unir en mi vida. Y hoy, cuando lo tengo, me siento no sólo feliz, sino que satisfecha en todo nivel.

Mi día D


Yap, mañana viernes debería ser el día de mi divorcio, digo “debería”, porque resulta que, aunque parezca insólito, los fiscales de los tribunales de familia ayer se fueron a huelga jajajja tengo muy mala cuea, es como dije, la vida me está llevando a vivir una vida de bígama. Pero quiero pensar que igual se va a poder, y si no, seguiré insistiendo.
¡Aunque sea lo último que haga!

Me ha costado tanto divorciarme, siempre pasa algo, o faltaba un papel o no se puede por ley o no sé, es como un chiste ya, pero bueno, aunque tenga que persistir más tiempo, lo lograré. Quiero ser LIBRE, o sea, ya lo soy en la práctica, pero quiero serlo también en el papel.

La relación con mi señor Ex marido (aún hay gente que se espanta cuando se enteran que estuve casada) es normal. O sea, después de estar algo así como 4 años separados, podemos estar en un mismo lugar sin que él se emputezca y yo puedo respirar el mismo aire que él sin que él me haga sentir como pendeja.

El par de veces que nos hemos visto este año por temas del divorcio, ha sido piola. No así como amiguis, pero tampoco somos como los protagonistas de “La Guerra de los Roses”.

Claro que me pasa cuando lo veo, pienso “quién es este tipo, jamás lo pescaría hoy” y lo siento como un total extraño, ese hombre no tiene nada que ver conmigo. Heavy si pienso que me casé con él.

Y remonto nuestra historia (lo que me acuerdo sí). Nos conocimos cuando yo hacía mi práctica profesional en el sitio web de una radio conocida. Él era de la sección de deportes y yo era una jovencita que en ese entonces estaba al lado de un pololo celópata.

Después de un par de meses, comenzamos a andar. Nuestro primer beso fue cerca de la pega y de mi actual casa. Y fue como el resto de nuestra relación, medio infantil como de cuento de hadas… nice.

Nos pusimos a pololear altirito. Era tierno, me gustaba eso, tierno como esos de peluche que uno ve en las tiendas. Protector como un padre, buen hombre. Llegó a mi traumatizado por culpa (como siempre) de una mujer que lo había usado, por lo que yo llegaba a él como la gran salvadora, la chica buena con la que se queda al final.

Su familia me amaba, les caía bien. Incluso le hice clases de inglés a su sobrino. Tierno el chico, ¡debe estar grande ahora! En fin. Mi familia lo amaba a él también. Lo encontraban bueno de corazón y se daban cuenta que me quería.

Me casé con él a los 24 años, él era mayor que yo (7 años), se notaban igual…. Es como si yo ahora a mis 31 años me emparejara con un pendejo de 24…. No, qué lata! Nos casamos por el Civil. Recuerdo que me dio tanta pena que me puse a llorar, pero no así como pena por casarme, si no era una pena extraña, como de desarraigo, era como decirle adiós a mi antigua vida.

Al día siguiente hicimos una fiesta en el salón de eventos de la desaparecida Las Brujas. Yo con mi vestido blanco (arrendado a todo esto, pero lindo) y mis flores en la cabeza…. Bonito. Fue bien bonito.

El fue el primer hombre con el que viví. Y me imagino que debió haber sido duro vivir conmigo. No era una joyita tampoco, era muy niña, no sabía para dónde iba la micro, me mandaba cagazos, era egoísta. Pero aclaro que lo quería, aunque hoy puedan decir algunos lo contrario por mis actos.

Pero lo quise, si no, no me habría casado con él. Pero no lo quise como pareja, sino más bien como un padre o algo así. Alguien que me limpiaba los cagazos. Yo necesitaba en ese entonces alguien que me abrazara fuerte y me dijera que todo iba a estar bien. Y eso fue para mí hasta que ya no lo necesité más.

H, (así se llama) me quiso, eso lo sé. Me amó, me parece que sí, pero creo que amó más lo que él quería que yo fuera más que a mí cómo persona. No se dio el tiempo de conocerme bien o quizás no quería. Nunca llegó a mi y yo a la vez creo que tampoco me di el tiempo para eso.

Me doy cuenta que nunca estuve comprometida con él, si no más bien estaba comprometida con mi ansias de buscar cosas para mí, con mis ganas de tener respuestas a cosas que aún ni siquiera sabía cómo preguntar. Estaba comprometida con mi destino y mi camino.

Pero no todo fue tan malo. Fue un camino de cosas buenas y malas. Recuerdo con cariño nuestra luna de miel a Mendoza o el viajecito a Montevideo. La pasamos bien. Nuestro mundo, los chistes, el cariño que nos unía…. Pero claro faltaban tantas cosas, faltaba amor del potente y bueno, faltaba sexo del lujurioso, faltaba madurez, faltaba todo.

Le fui infiel muchas veces y con distintos hombres y ahora lo digo sin sentirme una mierda humana. Tuvieron que pasar varios años y varia terapias también para que yo lograra por fin dejar la culpa atrás y comenzar a armar el puzzle. Porque una no es infiel de onda…. Siempre hay cosas detrás y no son excusas, sé que le hice daño, pero él tampoco nunca me escuchó cuando yo gritaba por ayuda.

Después de 2 años y medio de casados, una mañana cualquiera del mes de noviembre me desperté harta de la mentira que vivía, harta de mi matrimonio, harta de sentirme una mierda. Me tomé una botella casi entera de un ron barato y en un acto de locura e insanidad lo llamé a la pega para decirle que, me quería separar, que ya no quería más.

Entre que llegó él a casa, mi amiga P, yo gritaba, lloraba, estaba borracha. Uf! tiempos aquellos…. Esa noche se fue y nunca más volvió. Yo, ya estaba con J…. entre medio hubo una llamada suya desgarradora donde me decía que se había enterado de la existencia de J y bueno… el resto ya es historia.

Si me pregunto si volvería a hacer todo igual, si volvería a casarme. Creo que diría que no, que por lo menos omitiría el casamiento, tal vez conviviría. Y no, no repetiría lo de las infidelidades no sólo con él sino que con nadie. Y es por una cosa de auto protección, es mentira que una se las lleva peladas cuando una es la infiel, la mentira hace daño no sólo a quien se le miente, sino también a quien miente. Lección de vida, lección marcada en mi corazón con fuego, para siempre y pienso, aunque suene injusto y doloroso, que H llegó a mi vida para darme esa lección.....

Me pregunto qué habrá sacado en limpio él.... probablemente jamás lo sabré.

martes, 26 de julio de 2011

Estupidez humana de jornada completa


Los seres humanos somos muy estúpidos a veces y digo “somos”, porque no puedo obviar que soy de la misma especie, por lo que concluyo que debo llevar también el gen de la imbecilidad.

Es como si no creciéramos nunca. Es como si aún ya de adultos y a años luz del jardín infantil y del mismo colegio, siguiéramos entrampados en roles tontos.

No falta la que aún tiene complejo de “presidenta de colegio”, esa que siempre quiere estar al frente de todo, que quiere ser la cara visible de todo o la pesaíta del curso que siempre quiere (o aparentar) que hace bien todo, la perfecta, la competitiva a cagarse, la que se las da que es mejor que todo el resto.

Y luego, tenemos al que le gusta manduquear, sólo porque le gusta dar órdenes y no porque tiene don de mando. Se hace lo que él ordena, porque simplemente él lo ordena, no siente la necesidad de dar argumentos, mal que mal él es el jefe.

Está la sapa o el sapo, el que siempre tiene un cahuín y si no lo tiene, lo inventa. El guata de callo, el patero, el patético, y por supuesto el matón del curso, el que le encanta ponerle la pata encima del que sabe que no puede defenderse.

El guatón simpático, bueno para la chela, las parilladas y la talla, la loca anoréxica, la loca de patio, la mina que se cree sexy bom bom y que pareciera que todo el rato tiene ganas de sexo, la mina que todos se quieren comer, la nerd, la fea envidiosa, la gorda simpática, el reventado penoso, el jote acosador....

La conflictiva (la misma que todos a sus espaldas aseguran que le falta vitamina P), la amiga de todos, la hueca que no cacha na y que llegó a un puesto alto sólo por ser clarita o derechamente chupa... ah y por supuesto el que alega por todo y nunca está conforme con nada.

Y aún de viejos, hay bandos, grupitos que se odian a muerte unos con otros, que se hacen zancadillas. Realmente no podemos ser más ridículos. Debo confesar que a ratos esto me da risa, otras veces me da susto y el menor de las veces me da rabia.

Con los años, descubrí que realmente en todas partes se cuecen habas… sí esas malditas putas habas. No hay caso, pero también entendí que hay lugares peores que otros.

Hay lugares donde el número de matones o de jefes autoritarias traspasan mi nivel de tolerancia, que ya es más bajo que hace 5 años.

Pasa que uno va aprendiendo cosas, truquillos y pasa que me di cuenta que nada vale tanto la pena como para hipotecar la vida o la salud mental.

NOTA DE AUTORA: CUALQUIER SIMILITUD CON LA REALIDAD, NO, NO ES COINCIDENCIA JO JO JO

viernes, 22 de julio de 2011

Expectativas


Anoche media dormida veía un programa de minas donde hablaban sobre las expectativas que uno deposita en la relación de pareja y en el sujeto, novio, amante, marido o andante en cuestión.

Unos decían que en verdad cuando uno maduraba iba teniendo expectativas más reales sobre el amor y las relaciones, mientras que otros argumentaban que no era eso en verdad, sino que simplemente era resignación, onda que con los años, uno concluía que simplemente “es lo que hay”.


Y me pongo a pensar un poco acerca de mis actuales expectativas. Mmm, yo espero en verdad que la persona que esté a mi lado, románticamente hablando, me quiera, (me lo diga y lo demuestre), que le gusta estar conmigo, pasarlo bien con esa persona, llevarme bien dentro y fuera de la cama, que me sea fiel y me sienta cerca, que no me mienta.

Esas son mi expectativas, quizás alguna las encontrará muy bajas y otra tal vez muy altas, pero son las mías. No sé si han ido cambiando mucho a lo largo del tiempo.. (pienso)

Sí, por lo menos en el sentido más importante de todos, en el depositar toda mi seguridad emocional y afectiva en el otro. Onda, es que “tú tienes que protegerme, tú tienes que hacerme feliz, es que tú tienes que entretenerme”, y también ha cambiado en el sentido de depositar mi mundo y universo completo en esa persona y relación.

Y fíjense que si bien ha sido un alivio entender por fin que la cosa así funciona y no de otro modo, me ha costado harto aprender la lección. Estoy segura que no soy la única que le ha pasado en este mundo entender por la buena o por la mala, que un hombre o una relación amorosa NO puede salvarte ni hacerte feliz. Es una quien se salva y es una quien se hace feliz. Y teniendo estas dos cosas, es posible tener una relación sana y bonita con otro.

Pero cuesta. Lo mismo que andar salvando a hombres. A mí me encanta hacerlo, es como que si me encantara sentirme necesitada, como si creyera que siendo así me pueden querer. Puras burradas que no sé de dónde sacamos las mujeres…. Quizás es genética o cosas de género, pero es FALSO.

Hoy, para mí, sería un suicidio tipo Kamikaze, seguir con esas posturas. Sería muy dañino para mí dármela de súper mujer al rescate, además para ser bien sincera, estoy agotada y cansada de eso. Así es que adopto la siguiente postura, “Ok, estás mal, chuta qué lata, arriba el ánimo” y sería, porque yo tengo una vida en qué preocuparme.

30 años! Me demoré en sentir que mi relación de pareja era sólo una parte de mi vida y no mi vida entera. Bueno, mi consuelo es saber que hay mujeres que no aprenden nunca jo jo jo.

Ahora, igual obvio que de repente me pillo pensando en algo superior a la expectativa, llamada proyección. Obviamente si estoy con M es porque me proyecto con él, de lo contrario, para qué estar en una relación sin destino. Pero mis proyecciones son chiquititas y cortitas, porque aprendí también que uno puede pensar en lo que uno va a hacer de aquí a 20 años, pero con suerte puede que te resulte lo que programaste para el fin de semana.

Creo que uno sólo puede esperar cosas, onda “pucha, ojalá duremos mucho tiempo” u “ojalá pase esto” o decir “me gustaría esto otro”, pero ahí a lanzarse con proyecciones de largo aliento, No ¡paso!

lunes, 18 de julio de 2011

En un mundo intolerante



Vivo hace unos cinco años en Avenida 11 de septiembre 1765, en uno de los edificios que se conocen como los de Carlos Antúnez.

Hace ya mucho tiempo que persisten problemas con los cuatro ascensores que hay, ya que son antiguos y como todo aparato o máquina que jamás se mantiene y que se le hace trabajar 24 horas al día, finalmente colapsaron.

Se supone que se viene la famosa modernización de los ascensores, algo que está estipulado por ley, pero ya han pasado más de 6 meses desde que se anunció dicha modernización y aún ni destellos de que realmente va a pasar. Esto a pesar que la gran mayoría de comuneros ya han pagado la colosal cuota… algo que por supuesto, ya tensiona el ambiente, ya que deja un velo de sospecha, de abuso y de estafa.

Pero lo peor viene acá. De los 4 ascensores hoy sólo funciona uno que sólo sube del 14 al 23 y que más encima es caprichoso, porque no siempre para donde tiene que parar.

Todas las tardes para entrar al ascensor debo hacer prácticamente una fila, cual Transantiago. La gente anda amargada y chata igualito que en el Metro. ¿Soluciones? Una bien ridícula, hicieron funcionar otro de los ascensores pero con horarios, como si uno tuviera que depender de cuando funciona para saber cuando salir de la casa… en fin. Lo lamento más que todo por los viejitos que realmente no sé cómo lo harán ahora para poder bajar a la calle…

Producto de todo esto es que hay gente que vive en mi edificio que han rayado los ascensores con consignas como “Mentirosos”, “Ladrones” y otros. Incluso han pateado los ascensores y hasta le han sacado los botones.

Dudo mucho que en mi edificio vivan delincuentes. En realidad viven personas enojadas y chatas del abuso y por supuesto la mentira. Hastiados de no ser escuchados…. Y pienso que mi edificio es como el reflejo del tipo de sociedad en que hoy vivimos. Una sociedad sorda y abusiva con gente chata y enojada.

Otro ejemplo. Ayer por la tarde, una señora literalmente me echó del ascensor porque no quería dejar que subiera con mi Marley. Odiaba a los perros porque los consideraba “antihigiénicos” y porque transgredía un asunto judicial que no logré entender bien entre sus gritos de vieja histérica.

Luego de negarme a salir del ascensor, finalmente lo hice no por ella, sino por los 20 pelotudos que esperaba abajo el único ascensor que funciona. Ella entre medio me pidió “tolerancia”… tolerancia mientras me echaba del ascensor... curioso.

Me dio rabia lo que pasó, obvio, pero más me dio pena. Me dio pena que esa señora loca del chape fuera el fiel reflejo de lo que nos hemos convertido.

Y hago el link de todo esto con el tipo loco que le disparó a personas anónimas en un vagón del metro en Maipú. El sujeto no tenía motivo alguno, no conocía a las víctimas, lo hizo al parecer porque sí, porque podía. Y estoy casi segura que también lo hizo por enojado.
Con mucha pena me voy dando cuenta lo que nos está haciendo el tipo de vida que llevamos, estresante, poco sana y competitiva. Ya nadie confía en nadie…. Y cómo no, si al menor descuido, te cagan. Ya nadie escucha a nadie, y cómo hacerlo si ya no hay tiempo para conversar. Hay quienes optaron por la total enajenación, me pregunto qué ira a pasar después….

viernes, 15 de julio de 2011

Aumenta el amor ¿baja el sexo?


Ok, lo reconozco soy una traumada en estas lides. Pero, ¿qué quieren? Si siempre me ha pasado que cuando la cosa se empiece a poner romanticona y seria (más lo último que lo primero) el sexo comienza a despedirse.

Y como siempre me ha pasado y juré al viento, cual Scarlett O’ Hara, que nunca más me pasaría, como que se me erizan los pelos a la menor sospecha que eso podría estarse dando o que podría pasar a la larga. Y me enrollo, lo reconozco.

No ayuda tampoco el escuchar las historias y experiencias de otros que han estado emparejados durante algunos años o que ya están conviviendo. Sus escuálidas frecuencias sexuales comienzan a darme una picazón el en cuello, una reacción muy personal que tengo cada vez que me enfrento a temas que me sofocan y dan pánico.

Y pienso trágicamente “yo no quiero que me pase eso, pero… si a todo el mundo le pasa ¿qué de especial tendría que tener yo para que no ocurra?” y ahí me enrollo en una serie de dudas y cuestionamientos que no tienen final.

Ahora, creo que todo va en encontrar ese puto equilibrio que tanto cuesta encontrar. Porque hace no sé… unos dos meses o quizás un poco más, mi preocupación iba dirigida a todo lo contrario. Sentía que con M lo único que nos movía o motivaba era el sexo y que nos costaba mucho salir de la cama. Incluso había que hacer esfuerzos por entretenernos con otras cosas…

Lentamente creo y siento que eso ha ido cambiando. Lo que implicó para mí una alegría y un alivio en algún punto. Onda, bakán, somos realmente pareja y no amiguitos que se quieren y tiran. Pero de pronto, si bien el sexo sigue siendo bueno y abundante, hoy es más “normal” jajajaj, por así decirlo.

Ya no tiramos 10 horas seguidas. Hoy podemos estar en camita 10 horas, pero de ese tiempo serán 3 de sexo y el resto de conversación y caricias… ¡hasta dormimos! Algo que nunca pensé poder lograr estando en la misma cama con él.

Si, me gusta, pero me da miedo también. La otra vez me lo explicó del siguiente modo “sentimos la necesidad de hacer espacio para otras cosas como el regaloneo”. Lindo, tierno, sí, pero estoy atenta (quizás demasiado) a que todo eso no se vaya a devorar a la lujuria, al sexo salvaje, a la novedad, las ganas de hacer cosas distintas y probar cosas nuevas….

Lo otro que pasaba antes era que nuestras conversaciones diarias ya sea por MSN o por teléfono generalmente eran 80% eróticas y 20% de cosas cotidianas. Ahora son 95% de cosas diarias y si no es que el 100%... muy poco espacio (o nada) le quedan a las cochinadas que nos decíamos antes. Mmmmm a veces extraño un poco eso. Tampoco es como si no pudiese vivir sin ello, y tampoco es como si quisiese que sólo hubiese eso, pero no sé…

No veo mucho el sentido de andar poniéndose exclusivamente tiernos sólo porque ahora somos pareja. Ay no sé, el tema me confunde. Tal vez lo converse con él en buena, seguramente dirá que estoy enrollándome sola y terminemos tirando jajaajaj.

jueves, 14 de julio de 2011

Libertad irremplazable


La otra tarde me tocó compartir con alguien que No tiene libertad, o más bien tiene, pero una manejada por su pareja. Onda, "ok, haz lo que quieras, pero donde te vea y siempre y cuando te dé permiso". Y eso no es libertad.

No voy a escupir al cielo ni pienso dar sermones, de hecho a él no se los di porque yo he estado ahí, al lado de un pololo celópata que se ponía celoso de su propia sombra y que no me dejaba hacer nada que a él no le parecía, y que eso se resumía en no acercarme a nadie que tuviera pene. NADIE, prohibido para mí tener amigos. Y como este personaje era más extremo, por él, sólo estaba permitido para mí pasarlo bien CON ÉL, otra cosa era traición. Uf!

Lo único que le dije fue que si las cosas habían llegado al extremo de que él no podía tomarse un trago (temprano) con un amiga sin que la polola lo llamara desesperada, si él tenía que decir que estaba con un amigo en vez de conmigo, si yo tuve que llevarme a mi casa su celular para que él argumentara que se le había quedado en la pega, era porque él ha dejado que las cosas llegaran a ser así.

Después de la juntada llegué media nerviosilla, ya veía que la polola celosa rastreaba el celular con un GPS y me sacaba la chucha jjajaja, pero además de estas ideas locas, también respiré aliviada.

Aliviada de tener a alguien piola a mi lado que no me cela como sicópata, que no me llama cada 15 minutos para saber qué hago. Es más, y para que vean la diferencia, anoche M me mandó un mensajito de texto, pero así piola, no le contesté porque Morfeo me tenía abducida, pero no terminé con 10 llamadas perdidas y una puteada por sms.

Entre paréntesis, le hice un favor a este personaje porque la polola celosa también le envió un poco amistoso mensaje de texto. Me pareció too much y entre nos, lo borré. Así, tal cual. Aunque ahora que lo pienso le hice más el favor a la loca que a él, pero me dio penita que se encontrara con ese mensaje.

Ahora que lo pienso, M no es en sí un personaje celoso. Si yo le digo que me voy a ir a la luna un rato con mi amigo XX, no me hace problemas, y hasta me desea suerte. Nunca una duda, nunca una sospecha nunca una prohibición. Ahora, entre nos también, me tinca que se le debe apretar la guatita cuando digo que salgo con amigos o a carretear. Pero se aguanta, porque sabe que las escenitas de celos sin fundamento son pésimas para las relaciones.

Y ¿saben? Esta es la primera vez que tengo un pololo que NO es celoso. Mi ex igual le ponía color en algunas cosas, mi ex marido… mmmm, no puedo decir mucho porque el único amigo que tenía en esa época también era cercano a él, pero a M, que era mi otro gran amigo, me lo prohibió, así es que su naturaleza también era de celópata.

¿Y yo? Mmm.. yo soy piola también. Creo en la amistad hombre mujer, todo el rato. No me pongo celosa de las minas, SALVO cuando mi radar de “Bitches” me indica que la mina es una mosquita muerta. Mi radar es buenísimo, 95% de efectividad, rara vez me caigo. Lo único sí es que me gusta conocer a las amiguitas, para poder respirar aliviada o para decir “hey, qué onda esta mina”. Jajaja quizás también sea celópata pero camuflada.

Pero creo que nunca llamaría a un hombre 15 veces. Mi estrategia es máximo 3 o 4 veces, y si no contesta, aplico mensaje de texto diciendo que me llame o textee cuando puede. Siempre funciona y cuando no bueno… es porque No quiere llamar.

Es complicado el tema igual.. pero lo celos porque sí no llevan a nada bueno. Y sí, hay hombres (la mayoría, especialmente los enamorados) que terminan cediendo a estas cosas, pero MUJERES, eso es ATORNILLAR AL REVÉS. Porque mientras más coarten a un hombre, mientras más los paqueen, más ganas va a tener de liberarse y mandarse una buena cagada.

Eso lo he aprendido de a poco. Y lo sé porque mientras más me gueviaban más cagadas me mandaba, porque decía “bueno, si me guevea igual, mejor que guevee con motivos” jo jo jo.

Decir TE AMO


No sé si sea para mejor o para peor, pero a los 30 y tantos, cuesta decirle al otro “te amo”. Es como si con la edad una se pusiera más mezquina con la frase, como si una no quisiera regalarla, como si es el otro y la relación tuviese que ganarse tamaño privilegio.

Recuerdo cuando decir “te amo” no era tanto tema. Típico que salía de mi boca al mes o hasta en menos tiempo. Y ojo que no era juego, en serio lo sentía o por lo menos creía sentirlo.

En cambio ahora ya no pasa eso. Y no es porque no sienta esa cosita que me hace pensarlo y unas ganas locas de gritarlo, cantarlo, decirlo, es simplemente porque quiero estar 400% segura de lo que voy a decir, porque quiero decirlo sin miedo, sin titubeos ni plancha.

Me pasa que cuando estamos en medio de algún momento hiper romántico, siento la necesidad de abrir mi boca y liberar un “te amo”, pero me detengo y sólo quedo en ese pensamiento. A lo más y como mucho, dije “creo que te amo” jajaja ¡creo! Qué chanta… el creo lo agregué como un colchoncito.

Se río y me dijo “linda” y seguimos románticos. Más tarde me dijo que él sentía lo mismo, pero que por el momento se quería guardar eso…. porque cuando él me lo dijera iba a ser “sin el creo”. Uf!

Hablando de esto, la otra tarde en “Seinfeld”, una de mis series favoritas, “George”, el personaje gordito y calvo se arrepentía de decirle “te amo” a una mujer porque cuando se lo dijo ella le contestó con un “tengo hambre ¿comamos?”. Ahí concluían que era siempre mejor esperar a que el otro se pronunciara sobre esto antes que uno, para no quedar como un pelele (a).

¿Será que estoy ocupando la misma técnica de George, que estoy a la espera? Sea así o no, por el momento voy a seguir pensándolo ¡un ratito más que sea! De repente son puras burradas… quién sabe…

martes, 12 de julio de 2011

Conocer al otro


En mis ya 31 años he convivido con dos hombres, muy distintos uno del otro. Fue en la convivencia misma que los llegué a conocer en profundidad. Sus mañas, manías, sus genios, cosas buenas y cosas malas. Recuerdo que a uno no se le podía ni hablar cuando estaba frente al PC, mientras que el otro no entendía que cuando uno se sacaba la ropa no era necesario dejarla tirada donde cayera jajaja en fin. Cada uno con sus locuras, yo seguramente tengo muchas también.

Pero siento que no es sino cuando uno vive con el otro o comparte harto tiempo en su espacio vital (casa) es que uno recién comienza a conocerlo en toda su magnitud. Porque seamos sinceros, es bien fácil parecer “perfecto (a)” cuando te ven un par de horas fuera de tu casa, toda lindo y producido, recién salidito de la ducha a cuando te ven con el genio matinal y sin ducharte.

Hay quienes prefieren mantener y extender al máximo este velo de “desconocimiento” en la relación, es decir, pololear puertas afueras por mucho tiempo y evitar esta cosa de la convivencia, ya sea de fin de semana o permanente.

Yo, particularmente, soy del grupo que prefiere saber la verdad no más. Y debo admitir que encuentro lindo conocer y reconocer los detalles del otro. Onda, saber si prefiere el café antes que el té, cuántas sacarinas le hecha, si es conversador por la mañana o si es más bien callado, sus rutinas, su mundo, con lo bueno y lo malo que tenga.

Las últimas semanas ha sido de conocer a M. Lo bueno, lo malo, lo bonito y lo feo. Y sí, con todo lo que lo quiero, hay cosas que me desesperan jajaajja, su manía de lavar un plato por 15 minutos, es un ejemplo claro, pero también entiendo que es por esta tendencia suya al comportamiento obsesivo compulsivo que de hecho, detesta él y hasta lo avergüenza. Cuando me enteré que no lo podía evitar y que le daba plancha, me sentí algo absurda por molestarme, y hasta sus manías me parecieron tiernas.

Estuve pensando en las mías, es decir, en mis mañas. Tengo varias como el que me despierto idiota por la mañana, que me carga que me hablen a esa hora y que sólo reacciono después de la ducha. No puedo irme de mi casa sin hacer la cama antes (detesto llegar después y que la cama esté toda desordenada), no soporto no olerme mi propio perfume, andar con el pelo sin lavar ajajaj y muchas otras leserillas que para otro también podría ser insoportable.

Haciendo el link con otro tema, recuerdo que hubo un tiempo en que decidí que cuando volviera a convivir con otro hombre íbamos a tener piezas separadas. Onda que cada uno durmiera en su respectiva cama, para así, evitar la rutina, el aburrimiento y para poder tener espacios individuales.

Comentando mi idea a M, éste me dijo que no le parecía bien eso de dormir separados porque la cama era como el lugar íntimo, como el lugar de la pareja y que era bonito compartir la cama. Y ahí me quedé con mi idea jajjaaja. Le encontré razón, toda la razón, supongo que habrá otras formas de ahuyentar a la rutina.

sábado, 9 de julio de 2011

¡Te amo! Pero no pasa na…


El otro día mientras veía “No eres tú, soy yo”, sí, el mismo programa que una vez pelé en este blog (soy humana ¿ok?) abordaban el siguiente tema “te amo, pero no te deseo”. Ahí aparecieron varios testimonios de mujeres y hombres que llevaban varios años de relación, que aseguraban amar a la pareja, y que incluso pregonaban estar enamoradas (os), pero que en el ámbito sexual no pasaba nada.

Y cuando decían “nada”, me refiero a escasas relaciones sexuales en el mes o inexistentes, en el peor de los casos. Por lo que no encontraban nada mejor que buscar el polvo afuera. Entonces ahí se hacían la súper pregunta, si era posible amar a alguien y estar en pareja SIN SEXO.

Podría dar una cátedra de esto. Me tocó estar en esa posición durante alrededor de dos años. Jurando que estaba dispuesta a todo por amor, casi, pero casi, me resigné a una vida sin sexo. Y ojo que nunca fui infiel, me mantuve, cual Carmelita descalza, con el botón del deseo sexual en Off.

Y también me tocó la situación con mi ex marido. Un buen hombre, que me quería mucho, pero que en la parte de la cama, no me hacía muchas cosquillas en verdad. Por lo que al igual que las chiquillas del programa, también me busqué sucursales. Y les digo que NO resulta. Ni eso, ni aguantarse las ganas.

No resulta porque hoy me es imposible separar una cosa de la otra cuando estoy en una relación de pareja. O sea, una cosa deriva de la otra. Si una relación está como el pico, hay peleas, desencuentros, resentimientos, mentiras etc, ¡cómo mierda va a haber buen sexo! Distinto es cuando uno está con alguien sólo para tirar, o sea, aunque no hayan sentimientos de por medio, se puede tener buen sexo, pero no cuando se está con alguien con el cual uno siente por lo bajo, cariño.

Lo raro es que la gente que llamaba al programa como que hacían parecer que todo estaba la raja, sólo que no había sexo. Bien raro… especialmente para una mujer, quizás los hombres podrán tener orgasmos ricos aún estando enojados con la señora, pero las mujeres somos distintas en eso.

No sé en qué momento amor y sexo se transformaron en conceptos tan distintos y dispares que hay que preguntarse si uno puede amar a alguien sin desearlo. Cuando eso pasa, y ojo que pasa harto, es porque NO ES AMOR DE PAREJA, es una LINDA AMISTAD. Y ¿saben? Estoy casi segura que en Chile hay miles de matrimonios formados por grandes amigos y no por dos personas que se trastornan en la cama.

Como que acá, bueno quizás, pase en todo el planeta, no lo sé, pero existe esta constante de dormir todas las noches y compartir momentos con alguien que realmente no te prende. ¿O será que todos vamos para allá? Es decir, que después de un tiempo la persona que tienes al lado terminará por aburrirte.. Mmmmm cuando tenga más de 70 años y haya estado con alguien por muchos años, les cuento la firme, por mientras sigo creyendo que no tiene que ser así.

Esa cosa llamada poder


(No puede ser que mi última entrada de la semana haya sido lo de expo lana jajaaj, en fin). Por circunstancias de la vida, desde hace un tiempo me ha tocado ver luchas de poder. Y he llegado a la conclusión diaria y continua que son estúpidas y estériles. Porque mientras otros pelean por gueás, están en el medio aquellos que no tienen tiempo para eso porque tienen que trabajar.

Supongo que a este grupo es al que pertenezco. Porque hoy podré tener un “cargo” con un nombre bonito (pucha qué hay gente que le fascinan los cargos), pero sigo siendo periodista, sigo estresándome y trabajando. Nadie me regala nada.

En cambio están los que sí les regalan las cosas. Que aman los cargos, pero no están ni ahí con asumir el trabajo que viene con el cargo. Y están quienes a su vez, se los permiten. Suena injusto, cierto. A mí también me parecía hasta hace unos días cuando me di cuenta que el mundo necesita de este tipo de personas para que haya un equilibrio.

No pueden haber sólo personas sacrificadas, también tienen que estar los patudos, los flojos y los que no hacen nada y ganan mucho dinero. Ahora, claro, sería mejor que hubieran menos, pero qué hacer. Y supongo que están en la misión de cada uno definir y decidirse por un camino. Para no amargarme quiero pensar que los que hoy no hacen nada es porque es sus vidas pasadas fueron esclavos, por lo que les tocó mejor en esta pasada.

Personalmente le tengo cierta tirria al poder, porque bueno, quizás no sea siempre así, pero en mi experiencia, cada vez que me he topado con alguien que tenga aunque sea un poquito de poder, resulta ser un gueá, tiránico o una persona loca o derechamente imbécil. Siento que el poder corrompe, te vuelve despótico. Y estoy hablando de cualquier poder, no sólo el que da el dinero, si no el que da un cargo pequeñito. Es cosa de ver cómo actúan muchas veces los guardias del Metro, casi creen que están en un capítulo de Miami Vice.

Curiosamente la vida ha querido que esté en un cargo de poder. Me gusta tomar decisiones editoriales y que nadie me las cuestione o me guevee. No lo puedo negar, pero también sé que tengo límites y sé que hay cosas que NO voy a hacer sólo por la posibilidad de ascender o aserruchar.

Estoy segura que esto pasa en todas partes. En mi antiguo trabajo recuerdo que en las putas reuniones de pautas (eran fomes y traumáticas) cada uno de los editores tenían asignado un puesto alrededor de la mesa. Y ay de ti si te sentabas en el asiento de otro…

Por lo mismo me imagino que en las sesiones de la ONU, muchas veces más que hablar sobre la desnutrición, el femicidio, o los problemas a nivel mundial, se deben pelear por quién tiene el cargo más floreado. Así es el mundo y yo no lo puedo cambiar, a lo más velar por mí y por no terminar discutiendo por un título. Sin él soy más feliz.

viernes, 1 de julio de 2011

ENTRADAS DOBLES PARA EXPO LANA 2011


Para agilizar un poco la cosa… en la revista donde trabajo estamos sorteando 3 entradas dobles para ir a Expo Lana. Sólo tienen que enviar un mail a concursodato@plc.cl colocar en el asunto “Expo Lana” y escribir su nombre y algún teléfono de contacto.

OJO! El concurso dura sólo hasta hoy viernes 1 de julio hasta las 14 horas. Los 3 primeros mails que llegue serán los sorteados…. Hay que ir a buscar las entradas HOY! Hasta las 18 horas porque el evento dura hasta este domingo 3 de julio de 2011.

Para ver más detalles pueden hacer clic al título de este post o ingresar directamente a: www.datoavisos.cl
SUERTE!