viernes, 4 de noviembre de 2011

Los rollitos “desentonan”


Una chica estaba haciendo la práctica profesional en una conocida revista femenina de un recontra conocido diario. Cuando ésta llegó a su final, su jefa, una “respetada” editora la sentó y le dijo que había hecho una muy buena práctica, que se había superado mucho. Acto seguido vino un PERO.

“Pero, si quieres hacer una carrera en este tipo de revistas (femeninas) te recomiendo bajar de peso, porque el otro día cuando estábamos en la feria (una que organiza con bombos esta revista) desentonabas”.

Lo que acabo de contar pasó y hace poco. No sé qué le habrá dicho la joven que efectivamente era más contorneada comparada a los esqueletos que tenía por jefa y compañera, pero ¿quién tiene el derecho de decirte que si sigues GORDA no vas a encajar en una pega?

Cuando me enteré de boca de un amigo de este hecho, me dio una rabia tremenda. Especialmente porque yo soy de ese mundo. Y créanme que no tengo nada de anoréxica ni mi mundo gira en torno a una marca de zapatos. Pero soy buena profesional y puedo escribir lo mismo que escribe la que sólo come lechuga porque está obsesionada con las calorías.

Hay un montón de historias en ese estilo. Y es tal cual lo pintan en la película “El diablo se viste a la moda”. Así de rudo, así de competitivo. Yo estoy muy de acuerdo que uno debe preocuparse de andar bien vestida, bonita, producida, pero de ahí a cuidar la línea y comprar cosas de marcas por una pega que no sea de promotora, rostros de televisión o modelo, me parece indignante.

O sea, si hubiese querido eso, no habría sido periodista y habría seguido los pasos de Adriana Barrientos que vive de sus pechugas y cuero. Pero yo, y estoy segura que ninguna que estudió periodismo, vive de su look, por lo menos no debiese ser así. Entendible para las que trabajen en cámara. Pero ¿las que escriben tienen que ser flacas como fideos? Eso tiene un solo nombre: DISCRIMINACIÓN. Y está lleno de eso en este país.

Porque en Chile ser gorda (o no tan flaca) y más encima fea es como un pecado mortal. Porque si no compensas eso con inteligencia superior (onda un CI de genio) estai literalmente CAGADA. Nadie te quiere contratar.

Lo más triste es que las que son más juzgadoras en ese sentido, somos nosotras, las mujeres. Y no me vengan con esto de que uno tiene que lucir glamorosa y tener un estilo nórdico porque te conviertes en la “cara visible” de la empresa. Eso es una forma de decirte “necesitamos que parezcas Barbie porque así los viejos calientes van a comprar”. Y esa es la pura y santa verdad.

Esa es una de las cosas malas de mi país. Somos (me incorporo porque soy chilena) tan prejuiciosos, juzgamos a las personas por cómo se ven y visten. Como anécdota, hace unas semanas me llamaron para una entrevista en una agencia de turismo. Pero a penas entré supe que ni cagando iba a trabajar ahí. Entrar ahí fue como llegar a Colonia Dignidad. Todos, desde la mina que hacía aseo hasta el gerente eran rubios de ojos azules. “¿Serán todos hermanos o se reproducirán entre ellos para mantener la “raza?”, pensé. Nunca me enteré, pero yo, con mi cabello rojo y mis ojos café, era como una mosca en un pastel blanco. Nunca me llamaron. Obvio, pero no me molesta, porque yo me habría sentido una india en medio de una colonia alemana.

Somos tan arribistas, clasistas, tan aspiracionales… todo es aspiracional especialmente en las publicaciones femeninas. Nunca se me olvidará cuando hacía datos de moda de carteras que valían de 80 lucas para arriba ¡quién cresta se compraría a ese precio! Lo pensaba a sabiendas que las lectoras no eran tan cuicas. Pero igual. No había que mostrar pobreza.

Incluso en los mismos avisos de trabajo me he encontrado con cosas aberrantes, onda “se busca a señorita periodista, excelente presencia”. ¿¿?¿??¿??? ese vendría siendo el requisito. El otro día me encontré con uno de antología “se busca editor de sitio web. Requisitos: SER HOMBRE Y TENER ENTRE 23 Y 30 AÑOS”. Estaba cagada, no tengo pene y tengo 31.

Si vas a Patronato, está lleno de “se busca vendedora” pero más abajo dice “entre 23 y 27 años”… ¿qué pasa a los 30?, ¿se te agota la capacidad de vender ropa china? Ah, y me encantan cuando en las empresas piden como requisito excluyente que envíes tu CV con foto, siendo que hace años que eso es ILEGAL.

Me canso de estas cosas. Pero es como nadar contra la corriente. Lo único que me queda es no querer trabajar en lugares donde la tapa es lo único que define al libro y escribir sobre esto en este blog.

1 comentario:

Alos30 dijo...

Hola Luna! sí eso es lo peor porque el ideal hoy de belleza, no es real. ¿Cómo competir con algo que no existe? tremendo. Gracias por tus palabras y eres súper bienvenida! saludos.