viernes, 18 de noviembre de 2011

Mi puesta de sol



Hace unas semanas atrás en medio de toda la incertidumbre, el nervio, el estrés y hasta la rabia de no poder encontrar una pega, soñé que veía una puesta de sol. Yo la encontraba tan, pero tan linda, que la captaba con mi cámara fotográfica. Una vez hecho eso, colocaba esa foto en el fondo de pantalla de mi fiel PC. La sensación era de alivio y de felicidad.

Busqué en San Google lo que significaba soñar con un atardecer y encontré, para mi sorpresa, que significaba el fin de un ciclo y el inicio de una nueva etapa en la vida, un periodo de renovación.

Después de ese sueño, pasaron una serie de cosas no muy bien aspectadas relacionadas al tema laboral, que me hicieron dudar un poco acerca de la veracidad de esa puesta de sol. Pero aún así recordaba esa imagen.

Hoy, apareció la puesta de sol y no puedo dejar de sorprenderme de cómo todos los caminos me llevaron a lo que estoy a punto de partir. No fue fácil, para nada y traté de lidiar con la cesantía, y luego la semi cesantía, de la mejor forma posible. Creo, con mucha humildad, que lo hice bien.

Pero imposible haberlo logrado sin esas personas que están junto a mí, en las buenas, pero especialmente en las malas. Algunos, ayudaron con una palabra de aliento, con recordarme de que hay momentos así, pero que se sale adelante, otros, dándome una mano, otros abrazándome y otros haciéndome reír.

Paris, mi madre, quien nunca dejó de creer en mí, incluso cuando ni yo creía. Quién lo hubiese dicho… vuelve a mi mente, el sueño de hace muchos meses, del huevo rosado. Nuestra relación renació en este tiempo, reflotando eso sí, las complejidades de mi relación con Frank. Tema pendiente.

Todo esto llevó a aferrarme a mi libertad e independencia, a mis sueños de una mejor vida, llevó a que yo valorara mucho más el sentido del trabajo. Llevó a que yo creciera un poquito más.


Mi vida se mueve ahora….

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