lunes, 10 de febrero de 2014

Soltera versus polola

Soy buenaza para pensar. Siempre pienso y repienso y a veces me sale humito de la cabeza de tanto pensar ajajaj. Igual creo que es una actividad saludable el no andar como pajarito por la vida, pero tampoco no hay que irse al chancho… y yo en realidad me voy al chancho a veces en materia de teorías e ideas.

Por ejemplo ahora, estoy como en toda la onda de hacer cosas, conocer a gente, ir a lugares, fluir, descubrir etc. En poco tiempo he hecho grandes, pero grandes hallazgos, cosas que no había visto en 33 años logré divisarlas en sólo unos cuantos meses; cosas de mí misma, cosas relacionadas a mis miserias y a mis virtudes; temas relacionados básicamente a quién soy realmente, qué cosas me gustan y qué no, qué quiero y qué no e incluso qué imagen proyecto en los demás, qué cosas hay en mí que atrae a las personas y qué cosas hay de mi que distrae a las personas; qué quiero mejorar, qué quisiera aminorar (porque para ser sincera a estas alturas creo que hay cosas que ya no se pueden cambiar, pero sí mitigar y controlar de alguna forma).

También me he visto envuelta en crisis existenciales, onda ¿soy quién quiero ser? ¿me parezco mínimamente a mi idea de mí misma cuando tenía 15 años? ¿tengo el estilo de vida qué quiero? ¿me gustaría más, estoy conforme? Y un largo listado que podrían dar para 10 entradas más.

Y voy bien. Voy caminando con los ojos abiertos, aún cuando hay días en que me distraigo, es cierto, pero son los menos ahora. El tema es que yo, Jessica Ramos, siendo siempre una gran visionaria y siempre preocupándome por el mañana (no hay caso conmigo, cuando estoy bien igual siempre me pregunto hasta cuándo me dura), me pregunto algo súper directo: ¿cómo cresta haré para agregar todo esto, lo que soy y no soy en una relación de pareja?

De partida me di cuenta que yo, soltera, soy muy distinta, a yo, polola. Y eso está muy mal. Es casi esquizofrénico. Cuando pololeo me pongo ermitaña, mucho menos sociable, la gente como que me molesta… cuando pololeo algo me pasa en ese ámbito. Cuando no pololeo, soy mucho más sociable, tolerante y afable ¿????? Y quiero trabajar en eso más aún cuando mis amigos son hoy protagonistas de mi vida.

Por otro lado,  yo no me considero como la típica mina de 30 y tantos. No estoy diciendo que es porque soy shúper especial. Sino que más bien soy bastante particular para mis cosas, mis visiones de vida, mis ideas, sentimientos y formas de ver las situaciones y las personas. Soy media atípica cuando se trata de encausar ciertas cosas, y soy bastante atípica cuando se trata de relaciones de pareja. Es que algún día de verdad que intenté seguir con la norma y ser súper normal y hacer lo que todo el mundo hace… ustedes saben, pololear, casarse, tener guaguas, luego nietos y aún cuando se es miserable, seguir con el plan, porque bueno, porque así es la vida y hay que seguir con el plan.

También en el camino traté de tener una relación “clásica” de esas con tardes de cine y copas de helados. Pero en esos intentos por ser “lo más normal posible” me modifiqué entera, y no una, sino que mil veces. Me intervine como quien se interviene con una lipo porque no se está conforme con las curvas. En el camino también traté de ser la ruda, la súper liberal, pero ¿saben qué? Tampoco me resultó. Así que ahora mi plan es otro, el más difícil de todos, el jamás practicado, el jamás visto y el que más da miedo: El ser yo misma en plenitud. Yo… en todo sentido.

Hay cosas que yo ya sé que no puedo modificar y que me hacen ser una mujer distinta a la hora de tener una pareja, voy a enumerar mis rasgos más distintivos o bueno, los que yo veo hasta ahora:

*No soy celosa: No soy de esas mujeres que andan revisando los celulares, correos, redes sociales. Jamás seré la que pide la clave de todo como muestra de confianza. Tengo lemas, varios respecto a esto: el que busca, siempre encuentra.. y creo de verdad que hay cosas que no quisiera saber, si es que yo me siento súper feliz y tranquila en una relación. Dos, ni cagando me gustaría que mi pololo viniera a invadir mi privacidad. Porque así como yo no soy celosa, me enferman los celosos, no los tolero.

*No estoy para lumas: No me da el cuero transformarme en estas minas que están todo el rato jugando al gallito con los hombres, onda chequeando a dónde van, con quién van…. Esa cosa del control, me da lata… tampoco me gusta andar forzando cosas que no se dan no más. Y menos andar controlando horarios raros. Puaj!

*Sólo soy mamá de Marley y mis tortugas: No tolero a los hombres mamones, esos que buscan a mamá. Yo no estoy para hacerme cargo de nadie… será que mi instinto maternal es bajo o será porque me aburrieron los hombres amamados, pero la verdad es que me interesa un hombre que sea capaz de resolver sus propios problemas. Yo soy súper apoyadora y aperrada con mis parejas, pero siempre estoy al lado, no encima. Eso lo tuve que aprender con el tiempo y creo que de ahí nadie me mueve.

*Independiente: Soy tremendamente independiente y libre. Me carga que me anden controlando. No puedo entender cómo hay parejas que se hablan 10 veces al día para saber qué almorzaron. Para mí con una llamada al día, basta. Dos, ya bordea en lo innecesario y 3 es como ¡ya para de gueviar! No me gustan los hombres que dicen “ay, ¿ya vas a salir de nuevo?” o los que ponen en duda mis amistades con hombres. “¿Es sólo un amigo?”. Me cargan. Soy una leona defendiendo mis espacios y como que ahora estoy más brígida para eso. No sirvo para validar cualquier inseguridad ajena, con las mías, me bastan. Además, yo confío en mis parejas ciegamente, si a mí me dicen “estoy a las 4 am, comiéndome un helado de chocolate con una amiga”, eso es lo que creo que está haciendo, no dudo. Claro que a mí me mienten una vez y se acabó eso… pero así como doy en esta categoría de súper confianza, también espero que confíen plenamente en mí, en todo sentido.

*Exes: Esto ha sido, es y siempre será una batalla para mí, ya me di cuenta de eso, pensé en algún punto que habían hombres que podían entender plenamente que yo soy de las personas que no pueden comprender que cuando se acaba  una linda relación, uno tiene que extirpar a esa persona de raíz como un tumor maligno. Sin embargo, está difícil la cosa… ¿por qué? Porque acá entran a batallar: EGOS masculinos y ya sé perfectamente que algunos son tan grandes como el planeta tierra (o más). Entonces hacer entender al pololo del presente que tengo un amigo, que fue mi pololo y con el cual no pasa NADA romántico ni sexual, es tan difícil, engañoso y engorroso como intentar tapar el sol con un dedo. Quizás sea una batalla perdida de hecho jajaja, así de deprimente veo el panorama…. Ahora mis queridos!!! Y queridas!!! Yo también me voy al chacho a veces en esta categoría jejeje y digo y hago cosas que no debiese o que en verdad no corresponden, cayendo en la muy certera posibilidad de que el pololo actual, levante un ceja…. Y no tienen nada que ver con cosas amorosas sino más bien con el tipo de vínculo… más encima yo soy como bien protectora y defensora de mis ex parejas cuando han sido importantes. Entonces…. me tinca jejeje que eso afecta el ego masculino ajeno…  y pienso, pucha, pero a la vez digo, ¿por qué tengo que andar cuidando el ego ajeno? Pero no sé…  es un tema no resuelto y ya veré qué hago cuando aparezca esa pareja. Mientras tanto, da igual.

Ego: Si bien me río de los egos masculinos, debo decir que mi ego es bien grande también. Y eso se refleja en hartas cosas, como por ejemplo, que me gusta hacer siempre lo que quiero, cómo lo quiero, con quién lo quiero y cuándo lo quiero. También tengo el lema que yo realmente hago siempre lo que quiero… y eso… es un problema a veces cuando estoy de a dos. Bueno, no, no a veces, siempre ha sido un problema. Me he topado con los dos extremos de hombres: los que hacen todo lo que yo quiero sin alegar, y los que no hacen nada de lo que quiero jajaajaj, no me sirve ninguna de las dos maneras. No me gusta el hombre que me hace caso en todo, me gusta el que me discute y tiene argumentos para hacerlo, el que me hace el gallito, pero… que da también. Está difícil. Es como que creo que necesitaría un hombre que sea lo suficientemente inteligente para cachar cuándo tiene que pelear conmigo y cuándo tiene que ceder, que me dé mi espacio, pero que tampoco me deje botada, que respete algunas ideas mías, pero que tampoco sea tan sumiso para aceptarlo todo jajajaaja. Qué atroz!!!  ¿Existirá un hombre así? No lo sé.

Como verán, hay ene cosas por ajustar aún, pero tal como reza el dicho, hay que partir por casa. No saco nada con ponerme a pololear ahora con cualquiera. Una, porque no me interesa ser pareja de cualquiera, dos porque vuelvo a decir que la vara es alta,  y tres porque tengo que acomodar bien el boliche antes de aventurarme a otro camino de a dos. Me da miedo irme al otro extremo, el transformarme en un ser súper egoísta que no cede en nada…. Porque claro, cómo me ha tomado tiempo conquistar mis espacios, los defiendo mucho…. Pero ¿saben qué? Tengo la sensación que la única forma de que podré hacerlo sin que aquello sea un suplicio chino es cuando ocurra una sola cosa: me vuelva a enamorar. Con eso me consuelo jajaja porque sé que esto será otro parto más!!! Dios.


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