lunes, 2 de diciembre de 2013

Quistes ¡fuera!

Descubrí algo nuevo en este camino y se llama: perdón. De a poco he ido entendiendo que el perdón no sólo es una cosa del corazón, sino que también de la cabeza. Es algo que se logra de manera emocional, pero también racional.
Porque a veces el corazón es terco, ofuscado y por qué no decirlo, egoísta. “Es que no fue justo”, “es que yo no me lo merecía”, “es que él fue egoísta”, “es que él debió estar”, es que… es que.. es que… es que ¡nada!

Me cuesta de repente recordar que las personas, incluso las que más quiero,  son seres  humanos, igual que yo, con defectos y virtudes, y que tienen todo el derecho a equivocarse…. Pero que a pesar de ello, aún cuando quizás me hicieron daño, no lo hicieron con intencionalidad.

También he tenido que entender que hay ciertas cosas que hay que vivir sola y en silencio, que no se puede depender de un solo ser humano, que no se le puede colocar esa responsabilidad a una sola persona, ya que para eso uno también está rodeada de otras personas: familia, amigos, compañeros y principalmente está uno mismo.

La rabia y la pena en estado prolongado se transforman en quistes en el corazón. Una puede pasarlas por alto, bloquearlas, pero tarde o temprano reaparecen quizás con la misma persona o a veces con otras que no tienen nada que ver, pero sólo basta una coincidencia, una palabra similar, para que se desate toda la mierda.

Así que es mejor soltar, pensar, perdonar y seguir. Cuesta a veces, pero se puede cuando hay voluntad de la mente y también amor en el corazón.


Hoy camino con todos los lindos recuerdos que tengo en mi corazón y evito cualquier pensamiento negativo o dañino. Es un tremendo trabajo, que requiere de mucha paciencia y mucha, pero mucha voluntad. Pero al sentir que sigo avanzando en paz me siento orgullosa de mí y me hace entender que es real la imagen que tienen mucho de mí: mujer aperrada, aguerrida y buena de corazón.


2 comentarios:

Sex Shop dijo...

Muy buenoooo!!!!!

Alos30 dijo...

:) Saludos!!!