Hace unos
días tuve el sueño más lindo de mi
vida que quiero compartir con ustedes. Soñé que estaba arriba de un barco, bote,
o algo, (no pude distinguir bien) y de pronto, veo a dos hombres jóvenes
lanzarse al mar.
Era un mar
hermoso, tranquilo, casi color turquesa,
cristalino, tipo caribeño. Al ver a los dos personajes lanzarse al agua y nadar, casi
por instinto y sin pensarlo mucho, llegué e hice lo mismo. Hecho curioso,
siendo que a pesar que sé nadar, le tengo cierta fobia al agua. Incluso en el
sueño lo pienso “¡qué he hecho!”. Pero entiendo que hay que nadar, y nado, nado y
nado. Y de pronto me voy relajando y pienso “hey, no lo hago nada de mal,
incluso lo hago igual que ellos dos”. Me siento orgullosa y en calma.
Luego, uno
de los hombres va y advierte que hay una sombra debajo del mar, lo miro y me
asusto porque él dice “parece que es un tiburón”. Pero en vez de eso, era una
ballena, que saluda y chapotea. Acto seguido, viene otra sombra debajo del agua
que sí es un tiburón, de esos plomos, clásicos, me persigue e intenta atacarme.
Yo, logro
zafarme, subiéndome no sé si a una tabla, o llegando a una orilla… el tema es
que el tiburón no me alcanza y me salvo.
Busqué los
significado de todos estos elementos en San Google, aunque ya sabía que el mar,
y todo lo relacionado con agua, representa cómo estamos emocionalmente y
claramente me doy cuenta que estoy pasando por un buen momento, uno tranquila,
en paz, feliz.
El tiburón
representa el lado negativo de uno, todos nuestros boicots, aquellas cosas que surgen
de nosotros mismos que no nos dejan avanzar: el egoísmo, los problemas, cosas
que no sabemos cómo afrontar. Y la ballena, por el contrario, si uno la ve
feliz en el sueño, representa la
fortaleza de espíritu. Implica que la vida te devolverá con creces por todo lo
que has trabajado. Representa tenacidad y mente clara.
Desperté de
ese sueño bastante feliz y tranquila. Y me hizo pensar acerca de cuántas veces
seguramente en mi vida tuve miedo de nadar, o de cuántas veces ni siquiera lo
intenté por miedo a ahogarme.
Me doy
cuenta que hoy sueño en grande, literal
y metafóricamente. Y ya no me da miedo, por el contrario, me da gusto. Voy
hacia adelante con paso firmo y sonriendo, pero jamás olvidándome de cuánto me
costó llegar hasta acá y jamás olvidándome que la vida es cíclica. Este es un
buen momento, y lo disfruto, mañana no sé que va a pasar, pero el presente es
maravilloso y el futuro está por escribirse.
2 comentarios:
Muy buenooo!!!!!!!!
:) Saludossssss!!
Publicar un comentario