Érase una
vez una mujer con traumas sexuales. Se sentía gorda, fea, inepta, torpe, no
deseada. Sentía que no podía calentar a un hombre, y que por alguna extraña
maldición, no lograba generar una erección en el otro. Érase una vez una mujer triste en ese ámbito,
que prefería no hablar de sexo, porque dolía, que evitaba escenas hot en la
tele, porque dolía. Porque aquello que no se tiene y que produce tanto goce,
duele y para que sea más “pasable” es mejor enterrar esa parte de la vida en el
fondo de un cajón y olvidarse. Pero yo no pude olvidar.
Esa mujer
era yo hace unos años. Supongo que mi complejo con el sexo, se generó varios años atrás, por múltiples razones, pero
sí puedo decir que tomé conciencia de ello no hace mucho, hace tres años.
Hace tres
años, con miedo, decidí ponerle fin a mis traumas. Una vez mi gran amiga P me
dijo “los problemas de cama, se resuelven en la cama”. Dicho y hecho. No se
entusiasmen, no es que me haya vuelto una culi suelta, porque justamente lo mío
iba enfocado en poder juntar dos cosas para mí imposibles: sexo y amor. Sexo yo podía tener, pero combinarlo con sentimientos era mi tema.
Estuve con
alguien a quien quise mucho, el ex famoso M quien tuvo esa misión en mi vida. Y
siempre recordaré lo generoso que fue en ese aspecto, de la paciencia que tuvo,
porque yo llegué a él bien dañada, llena de complejos, inseguridades y una muy
baja autoestima sexual.
Mi “terapia”
con él duró 1 año aprox jajajaa. Y claro, después empecé querer más que sexo,
lo lógico y en fin… esa historia ya le he contado antes. A lo que voy es que
fue con él que recuperé o afloró (porque quizás nunca la tuve antes de él) mi
seguridad en la cama.
Cuando uno
piensa en sentirse segura en el sexo, se tiende a pensar de inmediato con un
tema del peso, la tonicidad, cosas más bien estéticas. Pero siento que la
autoestima erótica es más que eso, ya que una puede ser muy flaca y tener un
cuerpo muy trabajado y sentirse poco deseable. El tema va más bien por algo
interno, y que tiene que ver con quererse a una misma, con sentirse deseada,
deseable, sexy, una diosa del sexo, actriz porno de las mejores, pero con la
gracia de no tener que fingir ni actuar.
Hoy me
siento así. Aunque suene soberbio, me siento como la mejor, aún cuando sé que
seguramente hay muchas posiciones que no manejo, pero las que hago y conozco, me
siento como la mejor. Y eso es algo muy subjetivo, pero me ha ayudado a ganar
seguridad. Ni ahí con el tema de los rollitos, la celulitis, las estrías o
cuánta lesera que nos suele agobiar a las mujeres. Los hombres no saben
distinguir entre una estría y una piel de naranja. Hay hombres vacíos que
necesitan estar con mujeres de gimnasio, pero los hombres reales, les importa
un carajo eso.
Pienso también que
a los hombres (y espero no equivocarme) les gustan las mujeres seguras en la
cama. Las mujeres sin complejos y que saben lo que quieren, dónde lo quieren y
como lo quieren. Así que hoy, despojada de mis miedos y de mis complejos, vivo feliz el sexo, tengo sexo, hablo de sexo, consumo sexo, escribo de sexo.... es una liberación muy personal que invito a experimentarla.
4 comentarios:
Creo que te contrataré como mi terapeuta! Definitivamente eres muy clever!
Un abrazo!
jajaajjaajjaa saludos!!! :)
afortunado aquel que disfruta junto a una mujer segura de si misma...
Y lo mismo es al revés, un hombre seguro, se agradece! Saludos :)
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