viernes, 24 de febrero de 2012

La teoría del óvulo


Una vez hace muchos años, una profe de biología me dijo a mi y al resto de mis compañeritas de aula, que el amor entre un hombre y una mujer debía funcionar tal cual se veía en la naturaleza. Y como ejemplo, puso la reproducción humana y cito: “son los espermatozoides los que se pelean por llegar al óvulo y no al revés”.

A mis tiernos 12 años dicha frase no me dijo nada en verdad, después con los años y al recodarla me pareció de un machismo exasperante… ¿qué significaba eso? ¿Qué nosotras las mujeres somos eternas damiselas que deben esperar por algún hombre? Atroz.
Sin embargo, lo que los años quita en cuanto a gravidez, tonificación, y juventud, entrega en sabiduría y reflexión.

A mis 31 años, de pronto, la teoría del óvulo ya no me parece tan descabellada ni mucho menos machista. Es cosa de mirar a la naturaleza. ¿Quién ha visto a una leona detrás de un león? ¿quién ha visto a una perra montando a un perro de manera insistente? Nadie. Porque la naturaleza así lo planeó y lo más seguro es que si la leona quisiera conquistar a los leones, probablemente sólo conseguiría arañazos y rugidos.

Y como los animales y la naturaleza en sí son muy sabios, creo que hacer un paralelismo de cómo ellos actúan con cómo nosotros, los humanos, actuamos, no es tan loco, claro que con uno que otro matiz, pero me refiero a la esencia.

Ahora siempre se habla mucho de la iniciativa femenina, de que ahora somos unas winner en la cama, en el amor, que ya no esperamos por ningún hombre, que nosotras conquistamos, pedimos matrimonio, etc etc etc
Supongo que tanto empoderamiento igual se debe a años de represión, nos rebelamos y en mala. Y sí, es bakán todo eso, pero, sinceramente yo hago la siguiente pregunta: ¿a los hombres les gusta sentirse todo el rato conquistados? ¿les gusta no tener que hacer mucho por demostrar interés y prefieren hacerse los rogados y los lindos? ¿prefieren ser ‘la presa’ y no el cazador?

¿Respuesta? Empíricamente comprobado es NO! Porque al parecer los años de evolución no pasaron para ellos en cosas del corazón. A ellos les gusta llamar, conquistar, hinchar…. Y a la vez, nosotras, por muy pro que seamos, nos encanta que nos llamen, conquisten, hinchen, aún cuando digamos de la boca para afuera “ah que lata, de nuevo este gallo”.

Si esto fuera cierto y no estoy sólo dando jugo con esta teoría, se podría entender por qué cuando una anda detrás de un sujeto, una lo acosa, le insiste y aún cuando se logra el objetivo, éste pierde interés o derechamente se vuelve un pelotudo.
O sea, pasa harto eso, aunque supongo que habrá excepciones, o sea hombres que les gusta que les hagan la pega jaja y minas que son conocidas como “control freaks”.

El tema es que siento que a los hombres en general, hay que darles el “espacio” para que se sientan cazadores, aunque sea una, la que al final decide. No se trata de hacerse la gueona, sino que de ser un poquito más pilla y permitirse ser cortejada, conquistada… si eso no nos va a quitar todas los derechos que hemos ganado en los últimos años.

No hay comentarios: