lunes, 25 de octubre de 2010

Cuando sólo quiere darte


El viernes pasado participé con mis amigas C y J de una “piyama party” – nombre siútico de los carretes con quedadas a dormir.

Hablamos de todo y nos reímos a carcajadas, como siempre. C, la amiga, dueña de casa, está en pareja hace algo así como un año, siempre en su estilo, está enamorada hasta las patas, de hecho, me llamó la atención cómo “literalmente” brincaba de alegría y euforia cada vez que sonaba el celular y era su amado.

En fin, como fiel representante del género femenino, mi amiga apasionada, ya ambiciona en su cabeza casamiento, hijos, casita con reja blanca y otros. Su gran preocupación es cómo saber – sin preguntarle directamente, obvio – si él quiere lo mismo con ella.

Inspirada en esto, me puse a pensar en todas esas señales inequívocas del hombre que no te quiere más que para puro darte. Siempre las reconocemos, ahora, que nos hagamos las locas, es otra cosa. Acá van algunas que recordé, otras que aprendí y muchas ideadas y practicadas por representantes del género masculino.
  • Sale arrancando - en los peores casos hasta sin despedirse- a primera hora después de tener sexo contigo. Ni hablar de arrumacos matutinos y mucho menos desayuno

  • Cada vez que vas a su casa, estás sólo tumbada en su cama

  • Siempre se las ingenia para que no puedas conocer a ninguna amistad suya

  • Nunca te llama, nunca tiene tiempo, salvo cuando quiere darte

  • Te llama siempre de noche… ¡por lo mismo!

  • Siempre quiere hacer todo en casa (comer, ver películas) nunca quiere salir en público contigo, porque ¡adivina! quiere puro darte

  • Se molesta cuando llegas a su casa sin previo aviso “invades mi espacio” es una clásica frase para disfrazar un “hey! sólo te busco cuando te quiero dar y hoy no es el día”.

  • Jamás te ha regalado nada, ni un pedazo de chicle

  • Cuando le hablas de tu día, se pone a bostezar o cambia rápidamente de tema

  • Te habla de otras minas, en lenguaje masculino esto es una forma primitiva de marcar territorio y decir “soy del mundo”

  • Nunca sale contigo y tus amistades, siempre se las ingenia para zafar. Lo mismo va para eventos familiares

  • Se nota que ni siquiera se esfuerza para producirse cuando está contigo

  • Te reitera varias veces que él no está buscando nada serio y que le encanta la amistad especial que tiene contigo, queridas, eso NO es un piropo, es su forma de decirte “¡y no me pidai más!”

  • Siempre te dice que él odia los compromisos y no es del tipo “pololo”. Hay que estructurar mejor la frase: “Odiaría un compromiso contigo y yo no sería tu pololo”. ¿Por qué? “porque sólo quiero darte”.
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