jueves, 23 de enero de 2014

Un salud por el sin sentido!

De un tiempo hasta esta parte he conocido el goce o mejor dicho mi gozo por hacer cosas que en realidad no tienen mucho sentido, por arriesgarme en aventuras que realmente no tienen ni patas ni cabezas pero que son entretenidas. ¿Por qué las hago? Por eso, porque son entretenidas y porque no tienen sentido.

Yo tengo la intuición que siempre he sido así, impulsiva, pero quizás por  mi “necesidad” de estar en pareja de antaño y de poner todas mis energías en ello, esta característica de mí se fue…. Diluyendo al punto de ser irreconocible en mí.

Lentamente al comenzar a pararme en mis dos pies, a reconocerme, a reconocer a otros, a saber cuáles son mis límites, cuáles son mis miserias y cuáles son mi potenciales, ha vuelto esa cosa en la guata por hacer cosas que no están programadas, ni agendadas, que no son hechas por compromiso, que no son efectuadas porque detrás de ellas hay algo súper profundo. Creo que era el toque de “locura” que necesitaba desde hace mucho. Y quizás por lo mismo, tendía a sentirme ahogada de cuando en cuando. La rutina me mata, incluso aquella que me acomoda y hasta me hace feliz.

De a poco he hecho cosas que para mí son un poco curiosas, he dado golpes a la cátedra. De pasar de ser súper ermitaña, medio desconfiada, he pasado a ser sociable, he tomado un par de cursos divertidos que me han entregado mucho, me he leído el tarot en la calle, así de onda, he vencido mi miedo a nadar en la parte honda de la piscina, en marzo decidí irme de viaje sola, me besé con un desconocido que nunca más vi, tuve sexo de onda con alguien y hasta me fumé un cuete. Y en mi lista hay un sinfín de cosas que quiero seguir haciendo sola o acompañada, me da igual. Siento la necesidad de hacerlo.
Durante varios meses mi vida fue súper grave. Y tuvo que serla porque necesité analizar muchas cosas, repensarlas, masticarlas. Tuve que hacer mucha cosa cerebral y emocional que en serio me dejó agotada. 

Pero ahora, ahora que las aguas están calmas, que mi corazón está contento y tranquilo quiero hacer lo que se me dé la gana. De hecho, he decidido no tener metas este 2014: nada de “ay quiero más plata”, “ay quiero un pololo” "ay quiero un pony"... no, mi anhelo 2014 es hacer la mayor cantidad de cosas posible que me inspiran miedo o que hacen que yo me ponga a la defensiva. Vencer el miedo, se llama el lema de mi canción 2014. 

Me he dado cuenta que me gusta dar un golpe a la cátedra. “¿Qué? ¿Qué la Jessica va a hacer qué cosa?” Me importa un bledo que piensen que me zafé, porque quienes me conocen saben que no es eso, sino que por fin estoy siendo LIBRE. Y cuando yo digo LIBRE, no me refiero a LIBRE de sin pololo, porque para serles sinceros, una puede jamás tener pareja, y seguir siendo una esclava de uno misma y de lo que los demás esperan de uno.

Sin duda que lo interesante será después integrar estas ansias de libertad y cosas sin programación ni mucho sentido a una relación de pareja, que es donde me suelo poner media gueona ajajaja, porque yo solita me enjaulo sola…. Es como … es como lo que yo tiendo a criticar, esas típicas minas que al ponerse a pololear no ven más a los amigos o los ven menos. Yo no quiero ser así, pero por alguna razón hasta ahora me ha pasado.

REITERO, hasta ahora, porque  tengo la sensación que en la próxima pasada no sucederá. Claro que a mi vida tendrá que llegar un compañero súper power, clever y bien seguro de sí mismo, porque dudo mucho que después de toda esta tanda yo vaya a retroceder por algo o por alguien. Y no lo digo en mala onda, sino que súper zen. Mi corazón ya cambió. Y creo… señoras y señores que voy por el camino que el destino me tenía preparado hace tanto tiempo….. los arcángeles celebran, hasta Cupido se ríe y yo… les cierro un ojo! 

martes, 21 de enero de 2014

Cariños trizados

La decepción es parte de la vida, al igual que la frustración. Y hasta que uno no lo logre entender completamente cuando uno siente esas cosas, es como una puntada en la guata, es como un aguijón clavado en el pie.

Supongo que tiene que ver con las expectativas que uno tiene sobre ciertas personas importantes en la vida y sobre ciertas situaciones. Uno da, pero siempre espera de vuelta, ya que uno es un ser humano, y es normal.

A lo largo de mis 33 años he padecido de algunas decepciones. No tantas tampoco, por lo que me siento afortunada en ese sentido. Pero esas decepciones han trizado el cariño prácticamente incondicional que he puesto sobre esa otra persona que finalmente no cumplió con mis expectativas que debo reconocer, a veces son bastante altas.

El primer cariño trizado que se me viene a la mente es el de mi hermana. Con quien dejé de hablar durante 5 años por un suceso que me afectó a mí directamente y en el que ella tomó partido por otro. Fue algo doloroso, pero sucede que cuando pasan estas cosas, mi corazón se duerme.

Sin embargo, con el tiempo, con el paso de los años, los silencios y por supuesto la disposición y voluntad de mi hermana por buscarme, hicieron que ese cariño trizado se fuera pegando. Quizás nunca será lo que era antes, quizás esa admiración que yo tenía por ella a los 12 años, jamás volverá, pero hemos vuelto a reconstruir una relación de amor. Un amor distinto y en una de esas mucho más fuerte. 

Porque post trizadura una se da cuenta si es que la relación era real o no, en este caso lo era y mucho.
Luego, tengo el caso de mi padre. Me decepcionó cuando perdió la fe en mí cuando me quedé cesante. No fue un apoyo. No estuvo realmente. Y me dolió. Se lo dije un día, no me dijo nada, y ahí pude dar vuelta la página. Nunca más mencioné el tema y jamás lo mencionaré. Quedó ahí. Es cierto, eso pasó y es un hecho concreto, pero…. mi amor por él sobrevivió y yo estaré junto a él sin importar nada más, independiente de que tengamos a veces roces por nuestras personalidades y formas de ver la vida.

J es mi otro ejemplo de cariño trizado reconstruido. Jamás pensé que con él  podría lograr una amistad incondicional después de 3 años de relación y 2 años de convivencia. Después de tantas peleas, malos ratos y penas. Pero se pudo, pero es porque él también lo quiso así. La peleó. Él me quiso en su vida y yo me sentí a gusto.

También tengo el caso de un cariño trizado que se siguió trizando y no hubo caso. M. Ese hombre que me hizo parir!! Pero que en su minuto amé. Fuimos amigos durante años, luego nos separamos, nos volvimos a rejuntar. Me enamoré de él, tuvimos una especie de relación, no resultó…. Tratamos de ser amigos, no resultó. Me aburrí de intentarlo y luego él volvió a la carga de una manera un poco agresiva. 
No pesqué, luego sí y luego le dio con que quería ser mi amigo en un minuto en que de verdad no estaba para nuevos procesos.

De onda, le dije que él me había hecho daño, y de onda me pidió disculpas. Pero por alguna razón (quizás porque ya había pasado demasiado tiempo, no sé) yo no me sentí a gusto de reconstruir nada con él. Sentí que no lo valía, y que no había nada. Así es la vida… simplemente no había espacio para él.
Y tenemos a N. Mi último cariño trizado en mil partes. Yo lo amé, y lo admiré. Mi amigo rockstar, mi pololo editor, el periodista más seco de todos. El hombre más bueno, el más inteligente, el más en todo…. le construí un altar y lo miré siempre hacia arriba. Quizás ahí estuvo mi error.

Pero el cariño se trizó no el día en que decidió irse de la relación, sino que el día en que él decidió irse de mi vida y dejarme sola en esa centrífuga. Quizás habría seguido enamorada de él si no hubiese sido por eso, o quizás habríamos sido amigos altiro, pero esa piedra, esa desilusión de no haber estado en el momento en que mi mamá se enfermó de cáncer, no como pololo sino que como amigo, como ser humano que empatiza y que no se queda enredado en argumentaciones como que se hizo al lado para no confundir las cosas y “marcar una diferencia”, como quien habla de una cirugía plástica, hicieron que el cariño incondicional se evaporara. 

Es difícil pegar los pedacitos. No puedo sola, no tiene sentido. Y quizás incluso en conjunto no se podría, pero el tiempo dirá. Yo, soy de esas personas que se enojan rápido y harto. Soy de esas personas picotas y que pueden pasar un buen rato dando vueltas en la rabia, pero también soy de esas personas que al final siempre perdonan, aún cuando el otro ni siquiera pida disculpas. Soy de esas personas que no pueden vivir toda una vida con rencor.

Siento que debajo de varios escombros de rabia y pena se encuentra enterrado el cariño. Puede que esté bien abajo, bien enterrado, puede que a ratos esté tan enterrado que no se vea, pero igual se siente. Las relaciones trizadas que se recuperan, jamás vuelven a ser las mismas. Eso está claro porque la situación cambia, las personas cambian o en algunos casos es sólo uno que cambia…. Como sea, hay que dejarse sorprender y fluir. 

jueves, 2 de enero de 2014

Primera parada 2014

Dejar de pensar comenzar a sentir : Esta es mi primera parada 2014 y no sé hasta cuándo tiempo estaré acá, porque es algo que me cuesta bastante. Me confieso como una mujer que piensa ¡mucho! Que le da mil vueltas a los temas, lo que no está mal, siempre y cuando sea en su medida justa. Pero a veces sucede  que mi mente me hace sentir más sustos que certezas, que me entrega más problemas que soluciones y que en vez de aliviarme sólo me hace apremiarme por lo desconocido, el futuro, el famoso “¿y qué pasa si…?”.
Es terrible vivir así. Para ser honesta, siempre he sido así, sólo que ahora este defecto – virtud (porque al final reflexionar sobre las cosas jamás puede ser un error) se me amplificó, y yo creo que pasa porque en algún punto me llené de miedo. Y eso jamás puede estar bien. Andar con el plan A, B, C y Z debajo del brazo, andar con la agenda pascualina para todos lados y sentirse ahogada   si no se está súper lista para todo tipo de imprevisto, tampoco puede estar bien.

La vida está hecha de más cosas que objetivos y planes, está hecha de sorpresas, eventos casuales y espontáneos. Y no se puede estar súper ready todo el tiempo. Me cuesta ene despegar en ese sentido, y ahora como que me cuesta más, así que por lo mismo, digo que esa es mi primera parada: sentir más que pensar.

Porque les contaré que cuando yo siento con el corazón, todo parece ser más liviano, claro y evidente. Cuando siento con el corazón, no tengo miedo, tengo puras certezas, porque yo sé que mi corazón, jamás se equivoca. Mi mente en cambio, la caga de cuando en cuando, ve lo que quiere ver, y escucha lo que quiere escuchar y es súper poco asertiva cuando aparece el miedo. Así que basta ya.

Fluir Jessica… Fluir, es lo que me repito todos los días, pero aún mantengo un pie aterrizado en el fondo de  esa piscina. Despegarme, flotar y nadar en las profundidades será algo no fácil, yo lo sé, pero es algo que debo hacer para tener una vida más feliz y para aprender a desapegarme de las cosas y las personas.

Es la única forma creo yo, de poder construir relaciones más sanas, de aprender a amar sin egoísmo, de dejar de lado lo máximo posible ese ego mío, llamado Chucky que siempre viene a dejar la zorra.

Chucky la puro caga jajajaaj. Y para ser realistas, no pretendo matarlo y enterrarlo, porque es parte de mi bello encanto jejeje, pero sí lo tengo encerrado en una jaula bajo siete llaves. Por lo pronto, no puede ni debe salir, no antes que yo aprenda un par de muy buenas lecciones.